Por Lea Ross. El negocio del petróleo atrae la atención de los bonistas que se mantienen en disputa con el Estado argentino. Los escenarios de Vaca Muerta y las Islas Malvinas. Griesa y los holdouts, cómo es construir un negocio con muchos aliados.
Ayer el juez del distrito de Nueva York, Thomas Griesa, declaró en “desacato” a la República Argentina considerando el pedido de los fondos buitres, sin embargo postergó la decisión de aplicar eventuales sanciones contra el país.
Griesa consideró que la decisión del Gobierno nacional de cambiar la sede de pago, Bank of New York Mellon (BoNY) por Nación Fideicomisos S.A., era violatoria de la sentencia así como la omisión del pago de 1.300 millones de dólares a un grupo de fondos buitres encabezados por NML Capital, Aurelius y otros. El fallo de febrero de 2012, convalidaba no efectuar pagos a bonistas que entraran en una nueva reestructuración, si esto no incorporaba también dicho pago a los holdouts. En este sentido, Griesa aseguró que “la corte sostiene y falla que esos pasos son ilegales y no pueden ser llevados adelante”.
Esta medida refleja cómo se juegan las cartas del entramado judicial, económico y financiero mundial y sus intereses en la Argentina. Un análisis de cómo seguir las pistas de los buitres.
Buitres empetrolados
En su edición del domingo, el diario Tiempo Argentino, publicó un artículo donde revelaba los lazos entre los fondos buitres y los negocios petrolíferos en las islas Malvinas. La nota, resalta el rol de la compañía Noble Energy, una de las ocho compañías que realizan exploraciones en el archipiélago sureño. Resulta que parte del paquete accionario, está en manos del fondo Elliott Managment Corporation, el principal holdout que mantiene la disputa con el Estado argentino. A su vez, su presidente, Paul Singer, es también dueño de la compañía Oz Managment, también accionista de Noble Energy.
Por su parte, Noble Energy tiene como accionista al Bank of New York Mellon (BoNY); la entidad financiera que se negó a liberar los fondos argentinos para pagar a los bonistas que entraron en los canjes de deuda. Y finalmente, Noble Energy también tiene como financista a la ya famosa financiera norteamericana BlackRock, acusada por el Gobierno nacional de pactar con el fondo Elliott para quebrar la imprenta Donnelly y ahí presionar al estado para pagar a los holdouts.
A su vez, BoNY forma parte del Iron Mountain, empresa ligada al famoso incendio de un depósito ubicado en Barracas, donde se habrían quemado importantes documentos, ocurrido en febrero de este año. Además, Iron tiene como accionistas a la BlackRock y Singer.
“Como si esto fuera poco, casi todos los bancos especulativos que están dentro de las petroleras de Malvinas y dentro del accionariado de las empresas de Paul Singer, son parte del International Swaps and Derivatives Association (ISDA): es el caso del Bank of America, Goldman Sachs y el JP Morgan. El organismo fue el que decidió unilateralmente declarar a la Argentina en default tras el fallo Griesa”, sostiene el artículo que se tituló “Los fondos buitres financian el saqueo petrolero en Malvinas”.
Un negocio con muchos aliados
Sin embargo, estos fondos financieros no solo vuelan por las Malvinas. En Vaca Muerta, el mega-yacimiento hidrocarburífero neuquino, también recibió el avistamiento de los famosos buitres. A pesar de que se reveló que NML Elliott se presentó en los tribunales de California para exigir la apropiación de los activos de YPF y Chevron, como modo de pago a sus pedidos, la realidad es que los holdouts hace rato que vienen recibiendo sus correspondientes dividendos en el negocio petrolífero de Argentinas.
Elliot Managment tiene el 40por ciento de su portafolio en activos energéticos. Uno de estos activos es Hess Corp. –ex Amerada Hess–, una vieja compañía petrolera dedicada a la exploración, producción y transporte de petróleo crudo, gas y gas shale (no convencional), cuyo principal socio es Elliott Management Corp., con el 5,1 por ciento del paquete accionario.
A su vez, Hess Corp. es socia en varios yacimientos de Repsol, ex controladora de YPF, en países como Brasil y México. Precisamente, según lo denunció el gobierno argentino y lo informó la propia Repsol, en 2009 la petrolera española le había ofrecido a la petrolera Hess Corp. y a otras poderosas compañías, la explotación del codiciado yacimiento Vaca Muerta, donde grandes empresas norteamericanas, rusas y chinas ya tienen puesto sus ojos. En detalles, según un documento que difundió Repsol durante su gestión al frente de YPF, para llevar adelante la explotación de Vaca Muerta se subscribieron 15 contratos de inversión y desarrollo, por unos 4 mil millones de dólares, con grandes compañías petroleras, entre las cuales descollaban: Shell, Exxon, Chevron y Hess Corp. de Paul Singer.
Otro dato es que dentro de la petrolera Hess Corp., Singer tiene como socios a otros fondos de inversión, que a su vez son accionistas de Chevron, la petrolera que junto a YPF explota Vaca Muerta.
Uno de estos fondos es State Street Corp. poseedora del 3,9por ciento de las acciones de Hess Corp. Y, a su vez, inversionista de Chevron con el 5,2 por ciento del paquete accionario.
Otro es Vanguard Group Inc., con el 4,5 por ciento de las acciones y, a su vez, segundo inversor de Chevron con el 4,9 por ciento de las acciones. Este fondo de inversión, también es el principal accionista de la petrolera Exxon, la histórica compañía del Grupo Rockefeller, cuyo presidente en Argentina se llama Tomas Hess.
Finalmente, otro de los fondos que comparten acuerdos de negocios entre Chveron y Hess Corp -es decir, con el “buitre” Paul Singer- es Blackrock Institutional Trust Company, el fondo de inversión más grande de EE.UU.
Hasta ahora, como se puede ver, resulta llamativo que dentro de esta pelea por Vaca Muerta entre el Gobierno nacional y los holdouts, aparezcan las mismas caras en ambos bandos. Y Blackrock no se queda atrás, ya que este fondo de inversión también es colaborador de YPF. Es dueña de dos millones de acciones de la petrolera argentina, lo cual ofrece un valor cercano a los 740 millones de dólares.
“Iniciamos una posición en YPF como resultado de las valoraciones atractivas y lo que sentimos es la reducción del riesgo para el sector de cambio dado en el Marco Regulatorio en Argentina”, aseguró Will Landers, gestor de fondos de Blackrock en un facsímil de la compañía fechado el 30 de junio de este año. A su vez, asegura que es la primera inversión que realizan en nuestro país después de varios años.
Tal como lo señalábamos en un artículo de ECOS Córdoba titulado “Los buitres del fracking” -del 26 de agosto-, Hess Corp tiene acciones del Deutsche Bank, al Bank of America y a Goldman Sachs, ex accionista del Grupo Clarín. A su vez, en la compañía iShares Russell 2000 Index, también de Singer, figuran como socios el Citi Bank, el Credit Suisse, y el JP Morgan Chase & Co., también de los Rockefeller, familia que también es dueña de la petrolera Chevron, hoy socia-amiga de YPF.
Y aún más. Así como está Paul Singer-NML Elliot como el cabeza de los buitres, el principal bonista minoritario es el fondo Aurelius Capital Managment, liderada por Mark Brodsky, quien curiosamente fue abogado personal del propio Singer. Y a pesar de ser segundo en el bando de los buitres, también tiene sus premios estando del otro lado, ya que es dueño de 300 acciones de la autoproclamada nacional y popular YPF.
Los especuladores financieros vuelan de un lado a otro. No importa por qué lado tomar mientras todo sea bajo la ambición de apoderarse de Vaca Muerta o las Islas Malvinas.