Por Camila Amatriain. Los estudiantes de la Escuela de Bellas Artes denunciaron la agresión del personal de la Municipalidad de Quilmes cuando intentaban participar de una sesión del Consejo Deliberante. La comunidad educativa está movilizada.
Estudiantes que integran el Centro de Estudiantes de la Escuela Municipal de Bellas Artes (EMBA) “Carlos Morel”, denunciaron que sufrieron agresiones y trato violento por parte del personal municipal cuando el 24 de septiembre pasado intentaron ingresar al edificio público para presenciar la sesión del Consejo Deliberante donde se discutiría la ordenanza sobre el nuevo edificio para la Escuela de Bellas Artes, ubicado en el predio Alberdi y Paz.
El reclamo, desde hace meses, consiste en la participación de la comunidad educativa y estudiantil en el proceso de construcción de un edificio propio para la EMBA. Los estudiantes declararon en un comunicado que esto implicaría la “existencia de un espacio de discusión real y con permanencia en el tiempo, que garantice el libre acceso a toda la información y, sobre todo, la capacidad de decisión sobre los puntos del proyecto”. Los estudiantes denunciaron que mediante fuentes informales supieron que la decisión era no permitir el ingreso a la “gente de la EMBA” durante la sesión donde se discutiría la ordenanza.
Desde el municipio de Quilmes, a cargo del intendente del kirchnerismo Francisco Gutiérrez, reconocieron “no sólo la insuficiencia en la capacidad del edificio planteado, sino que las características del proyecto ‘Centro Cultural ESCBA’ no eran compatibles con necesidades de funcionamiento específico de la escuela”.
Marcha dialogó con Sebastian Alfaro, Secretario General del Centro de Estudiantes de Bellas Artes de Quilmes y referente de la agrupación estudiantil La Morel (Frente Juvenil Hagamos lo Imposible). Alfaro mencionó que la situación actual se remonta a un conflicto con la “gestión municipal” ante la construcción de un nuevo edificio.
La EMBA, fundada hace más de 70 años, “ocupa sedes inadecuadas para su funcionamientos como terciario artístico, teniendo en cuenta que posee cuatro profesorados y cuatro tecnicaturas, además de una importante oferta en educación no formal” para población desde los 9 años de edad, señaló el referente. Alfaro agregó que esta situación pone de relieve el estado de “precariedad de la educación pública y en especial de la educación artística” en la provincia de Buenos Aires.
El conflicto comenzó cuando en abril de este año los estudiantes tuvieron conocimiento, a través de medios de comunicación locales, que la gestión del intendente Gutiérrez estaba en tratativas con la Universidad de La Plata para aprobar los planos de un edificio nuevo para la Escuela.
A partir de esto, el Centro de Estudiantes logró “constituir una mesa de trabajo con representación docente y estudiantil para que la comunidad educativa pueda acceder a un espacio de discusión sobre el proyecto”, recordó Alfaro. Sin embargo, dicha mesa nunca logró su cometido; en cambio, sólo ejerció modificaciones parciales sobre el diseño del edificio, desconociendo la información necesaria para la elaboración de un proyecto a medida de las necesidades actuales y futuras de la institución. Esa instancia tampoco tuvo acceso al expediente “Centro Cultural ESCBA”, para conocer en profundidad la orientación de la fundamentación del presupuesto asignado por el Ministerio de Planificación Federal de Nación.
Aun atendiendo estas dificultades, Alfaro afirmó que la escasa información recolectada les permitió comprender que los alcances del “proyecto inicial no contemplaban las necesidades actuales de la escuela, no solo en cuanto a la capacidad, sino también en cuanto a las garantías para un funcionamiento adecuado de la EMBA. Lo que implicaba que estudiantes y docente quedaran afuera del nuevo edificio”.
El Centro de estudiantes obtuvo mediante actividades artísticas y movilizaciones con gran participación de la comunidad quilmeña que la gestión de Gutiérrez reconociera la insuficiencia del proyecto. Igualmente, el municipio decidió de forma unilateral llamar a licitar el proyecto.
Según Alfaro, “la licitación del edificio tiene que darse una vez que podamos corroborar que corresponde a las necesidades de la escuela. Luego debemos poder fiscalizar todos los puntos siguientes del proyecto: acceder al pliego licitatorio y fiscalizar la licitación, hacer un seguimiento del plan de obrar y los tiempos de ejecución, discutir el boleto educativo para garantizar el acceso a la institución (teniendo en cuenta que la ubicación del proyecto planteado por la Municipalidad está por fuera del casco céntrico), discutir sobre el presupuesto destinado anualmente a la escuela”. Dicha situación es agravante en consideración del conjunto estudiantil debido a que “la dirección de la escuela, aun sin tener todas estas garantías, ha dado el visto bueno al proyecto”, ejerciendo además prácticas persecutorias a los estudiantes involucrados en los reclamos.
Para concluir, Alfaro aseguró que “si bien la ordenanza votada en el Consejo Deliberante es progresiva y como tal, fruto de nuestra lucha, carece de especificaciones fundamentales como el número de expediente del proyecto”, algo exigido incluso dentro del Consejo. “Esto es una muestra más de la política de la gestión de Gutiérrez. Mientras tanto, seguiremos saliendo con nuestro arte a la calle, luchando por hacer efectivo nuestro derecho a acceder a una educación pública de calidad”, finalizó el dirigente.