Por Mariano Pacheco, desde Córdoba. La Cooperativa de Carreros y Recicladores La Esperanza lanzó en las redes sociales una campaña para defender sus fuentes de trabajo ante una embestida del poder político municipal de la capital provincial cordobesa.
Bajo la consigna “Trabajar en carro no es delito”, la Cooperativa de Carreros y Recicladores La Esperanza lanzó una campaña para sumar adhesiones de la ciudadanía, en la búsqueda por contrarrestar el artículo 228 del proyecto de Código de Convivencia Municipal, que el Intendente de Córdoba capital, Ramón Mestre, envió al Concejo Deliberante para que sea aprobado en el transcurso de este mes. Entre otros personajes reconocidos, ya adhirió a la propuesta el cantante Raly Barrionuevo.
El artículo en cuestión pretende multar a quienes contraten a carreros para recoger poda o escombros. “Esta prohibición, además de ser inconstitucional (porque viola el derecho a contratar libremente contemplado en el art. 14 de la Constitución Nacional y en el art. 1137 del Código Civil) deja sin comida a familias enteras y es un ataque directo al bolsillo de todos los trabajadores de la ciudad, porque la alternativa que le queda a cada vecino es contratar un contenedor de una empresa privada, que por día puede llegar a costar hasta cinco veces más de lo que cuesta un viaje de carro”, sostiene el texto que la cooperativa puso a circular por las redes sociales virtuales.
Desde La Esperanza sostienen que el “ataque” contra los carreros responde a “los negocios que tiene el intendente con empresas privadas, que como en el caso de POL S.R.L., ha sido numerosas veces denunciada” por ellos mismos, por no cumplir con la tarea de limpieza de los “Predios de Carga y Descarga” autorizados. Por otra parte, los carreros aseguran que son un eslabón fundamental para el reciclado y medio ambiente de la ciudad. “No somos nosotros quienes generamos la basura sino, por el contrario, somos quienes la tomamos para reintroducirla como materiales aún utilizables”, afirmaron.
La iniciativa consiste en que las personas que así lo decidan se saquen una fotografía con un cartel con la consigna, y la envíen vía correo electrónico a coop.laesperanza2010@gmail.com o por Facebook (cooperativa.laesperanza). “Como trabajadores que somos y que pretendemos seguir siendo, llamamos a ustedes, vecinos y vecinas, a que comprendan esta injusta situación y sumen su voz, su corazón y su cuerpo a nuestro justo reclamo: sólo queremos poder trabajar diariamente para llevar el pan a nuestra mesa”, invitaron.
Proteccionismo
Desde los sectores denominados “proteccionistas” (protegen las condiciones de vida de los animales), como la Fundación Sin estribos, han sido frecuentes las críticas -muchas con una dureza inusitada- que lanzaron contra los carreros de la ciudad de Córdoba. En uno de sus posteos de Facebook, la Cooperativa La Esperanza explicó a sus lectores que “jamás osaríamos comparar un caballo con un vehículo”. “De ninguna manera”, agregan, y explican que, para ellos, el caballo es “un compañero”, es un “ser bello”, un “animal noble, con sangre como la nuestra bombeando en sus venas”. Y argumentan sus vínculos con el animal: “es el corazón de nuestras familias, el que alimenta nuestros hijos y el que, al mirarnos, nos ve tal como somos, sin vueltas”.
Por eso insisten en que les resulta absurdo compararlo con un vehículo. “Mucho menos con esos que proliferan y hacen hervir el asfalto, esos que andan a mil en hora pico, apurados, sin tiempo, alienados, llevando con ellos la civilización a quién sabe dónde, esos que muchas veces funcionan más como armas mortales que como transporte, esos que contaminan con ruido, humo y gases, esos que arruinan el ambiente, ese ambiente que hoy señalan como razón para sacarnos de la calle”, remataron.
El negocio de la basura
Las exigencias de la Cooperativa La Esperanza a la Municipalidad de Córdoba se meten con un negocio que ha comenzado a dejar a determinadas empresas récords de ganancias. Si bien los carreros han avanzado en algunas conquistas, ni por asomo sus niveles de ingresos pueden ser comparados con la rentabilidad empresaria. Así y todo, comienzan a aparecer como un problema para el poder político local.
En pocos meses la Cooperativa logró firmar con la Secretaría de Ambiente y Subsecretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Córdoba un convenio por 135 becas de trabajo (de $2.400 mensuales por beneficiario). Esto significa que los carreros socios de esta cooperativa le prestan un servicio a la Municipalidad por el que reciben un pago mensual. “El municipio no previó que este dinero no llega a cubrir el sueldo mínimo vital y móvil, y menos aún llega a la mitad del valor estimado de la canasta básica alimentaria por lo que cada carrero además, debe realizar changas para sumar a sus ingresos”, subrayaron desde La Esperanza. En el mismo texto, la cooperativa aclara que los puestos de trabajo están distribuidos por zonas en la ciudad, donde existen predios autorizados por la Municipalidad para tirar la basura que luego empresas privadas contratadas por esa institución –como POL y COTRECO– se encargan de retirar. “Si usted observa que cerca de su casa hay un basural, no piense que está allí por mero capricho de cada carrero, sino que es la misma Municipalidad la que dispuso que allí se instalara –aclaran, y luego agregan–: si algún carrero tira la basura en un lugar no autorizado, la Municipalidad tiene el poder de policía para sancionarlos. Si lo hace, esta Cooperativa no interviene en la defensa del carrero, pues entendemos que en estos casos corresponde tal sanción”.
Por eso plantean que, para ellos, es de vital importancia replantear el tema de los basurales y el enterramiento indiscriminado y compulsivo de basura que hace la Municipalidad. “Desde La Esperanza estamos pensando una verdadera política de ambiente, acorde a los tiempos y ritmos en los que vivimos, en la que intervengan con políticas públicas serias los gobiernos que tenemos y, donde todas y todos podamos desarrollar una real consciencia sobre la clasificación, separación y reutilización de la materia de residuo”.
No se trata de un trabajo improvisado el de los carreros, que se encuentran asesorados por abogados y profesionales egresados de la universidad pública. Pero como ellos mismos aclaran, la basura “es un gran negocio para el poder”.
@PachecoenMarcha