Por Candela Verziera y Juliana Díaz Lozano
El Centro Cultural recibió dos roturas y robos durante el fin de semana pasado. Intereses inmobiliarios y zonas liberadas contra un espacio que lucha por la expropiación.
Durante el pasado fin de semana el Centro Social y Cultural Olga Vázquez, ubicado en el centro de La Plata, sufrió dos ataques sucesivos por personas que ingresaron por los techos, realizaron destrozos y robaron maquinarias, herramientas y dinero utilizado para la autogestión. Desde el espacio se vinculan los episodios con un marco político relacionado con la lucha por la expropiación del inmueble y el avance sobre los espacios recuperados y autónomos.
En el marco de una conferencia de prensa realizada el día lunes, referentes del Olga Vázquez informaron: “Durante la madrugada del domingo 20 varias personas entraron por la fuerza al edificio, violando cerraduras, puertas y destrozando ventanas. Robaron dinero (que iba a ser destinado al pago de sueldos y aguinaldos de los porteros y porteras), herramientas y máquinas que hacen al trabajo autogestionado que todos los días se construye en el recinto”. Y agregaron: “Como si fuera poco, en la madrugada siguiente, volvieron a irrumpir para terminar con el trabajo que se había empezado la noche anterior, entraron a los espacios que no habían sido vulnerados todavía y se llevaron lo poco que quedaba”. Desde el espacio denuncian intereses políticos y la posibilidad de que se haya instalado una zona liberada en el barrio.
El Olga Vázquez no es simplemente un centro cultural, sino que desde hace doce años es la sede de organizaciones políticas, emprendimientos productivos, cuenta con una radio comunitaria, una cooperativa de consumo, una biblioteca popular y más de veinte talleres. Previamente, era una escuela quebrada y cerrada; un enorme edificio abandonado, en el centro de la ciudad. Por su tamaño y ubicación, el “Olga” históricamente fue epicentro del ojo ambicioso de la especulación inmobiliaria, que rodeó su perímetro con edificios de más de diez y quince pisos. Pero con el “Olga” no pudieron.
A partir del trabajo cotidiano, la articulación con otros espacios y la movilización en las calles, no sólo se evitó el remate y el desalojo que se había dictado para 2007 sino que se consiguió una Ley de Expropiación en ese mismo año durante la gobernación de Felipe Solá en la provincia de Buenos Aires. Esa expropiación no se efectivizó, ya que su sucesor, el Gobernador Daniel Scioli, debía firmar la asignación de fondos para pagar las deudas de los viejos dueños y nunca lo hizo.
“Estos ataques no son casuales”, comenta Quimey Figueroa, del Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional y una de las porteras del Centro. “Los hechos ocurren en un contexto político en el que el nuevo gobierno tiene como antecedentes el cierre y clausura de centros culturales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entonces se hace una lectura más completa y se entiende que no es casualidad que el Olga haya sido foco de un ataque en estos días, justo cuando se está por debatir la expropiación definitiva”. La militante hace referencia a que en los últimos meses, como fruto de un nuevo plan de lucha, se obtuvieron avances importantes para que se haga efectiva la expropiación, y que “justo en este momento donde tenemos que poner toda la fuerza ahí, el eje se desvía, y terminamos denunciando ataques y teniendo que reconstruir el trabajo realizado”, comentó.
Más de cien organizaciones populares, espacios culturales, comunicacionales y de DDHH manifestaron su apoyo al Centro Cultural en su denuncia y preocupaciones. Entre ellas la Asociación Miguel Bru, la Comisión Provincial por la Memoria y diversas organizaciones de DDHH como HIJOS La Plata y zona Oeste, la Multisectorial de La Plata, Berisso y Ensenada, además de espacios sindicales, culturales, comunicacionales y políticos. Desde el Centro, invitaron a la comunidad a defender este espacio referente de la construcción de poder popular en toda la región.