Ernesto Martínez y Santiago Díaz salieron en su moto a ver a una amiga en la Villa Centenario. En el regreso una Eco Sport con policías de civil comenzó a perseguirlos y dispararles. Un disparo en las espalda acabó con Ernesto, de tan sólo 20 años.
Ernesto y Santiago eran amigos cartoneros. La moto en la que fueron ejecutados la había comprado el papá de Ernesto, trabajador del Movimiento de Trabajadores Excluídos (MTE) desde hace muchos años. Diego, integrante del MTE, explicó a Marcha cómo se dio la situación donde Ernesto fue asesinado. “Los chicos salieron a ver a una chica, cuando volvían, una camioneta gris comenzó a perseguirlos. Pensaron que les iban a robar y salieron a correr”, explicó. Unas veinte cuadras después, cerca de su casa, Ernesto cayó al suelo después de que una bala lo atravesara desde la espalda.
Como miles de cartoneros, Ernesto y su familia trabajaba cada día para llevar un plato de comida a su casa. Él estaba esperando su primer hijo. El balazo que terminó con su vida indica con total claridad cómo fue cobardemente ejecutado por los efectivos de la policía Bonaerense en plena Avenida Hornos, límite entre Lanús y Lomas de Zamora.
La camioneta desde donde los policías dispararon pertenecía a la Brigada de la Comisaría Séptima. No estaba identificada como vehículo policial, como tampoco los efectivos que estaban dentro de ella. Este fue el motivo por el que “salieron corriendo”, pensaron que podían robarles esa moto que tanto esfuerzo les cuesta día a día. Esta es la versión de la familia de los chicos y de los cartoneros del MTE, seguramente muy distinta de la que vayan a declarar los policías de Lomas de Zamora que fueron protagonista de un nuevo caso de “gatillo fácil” en esa localidad.
Los abogados que siguen la causa explicaron a Marcha que la misma se presentó en la Fiscalía de Menores N°4, a cargo de María Isabel Lanfranchin, ya que Santiago es menor de edad. Como en todos estos casos, los imputados son las víctimas. Los dos jóvenes están acusados de robo, pero al no haber poseído armas en el momento de su detención, la figura podría ser “robo con armas cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada”. Esta versión deviene que hubo un supuesto llamado donde se informó a la policía que habría sucedido un robo de una moto por dos jóvenes uno de los cuáles tendría un buzo rojo. En la versión “oficial” podría haber sido este el motivo de los disparos desde la camioneta.
Los abogados tienen copias del expediente para ver quiénes son los policías implicados en la persecución y la ejecución de los dos jóvenes. Sin embargo, deberán esperar hasta el miércoles para presentarse ante la Fiscalía. Por otra parte, también afirmaron que ninguno de los chicos manipuló un arma esa noche, por lo que el análisis del Dermatest dará negativo, lo que no significa que los policías implicados en la causa vayan a ser juzgados por fusilar a un joven.
Un informe presentado por la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), en noviembre pasado, denunció que en 2012 fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad 182 personas. El informe citado en el sitio web auno.org señala que desde la vuelta de la democracia el Estado argentino fue responsable de la muerte de 3773 personas, la mayoría de ellas provenientes de familias pobres, dice el informe titulado “Personas asesinadas por el aparato represivo del Estado”.
A los datos citados se le agrega que la mayoría de los muertos pertenecen a personas de bajos recursos, que viven en villas o asentamientos. A esto se le suma que la cantidad de policías juzgados por casos de “gatillo fácil” es ínfima en comparación a la cantidad de muertes que se producen año a año.