Por Guido Carlana.
Si bien todavía no se conocen los resultados definitivos, los primeros números de las elecciones del sindicato que nuclea a más de 250 mil trabajadores reflejan claros ganadores y perdedores, como Pablo Michelli que dejó abierta la posibilidad de renunciar a la CTA. De fondo, una caja de 35 millones de pesos mensuales.
Las elecciones de ATE se desarrollaron en medio de una crisis sin precedentes, con dirigentes hasta ayer aliados, que expusieron sus internas en los medios de comunicación, enfrentados por intereses partidarios y en disputa por el manejo de la caja. En esta elección clave para el futuro de la CTA, la lista Verde Anusate, que conduce el sindicato hace treinta años, anunció el triunfo de “Cachorro” Godoy, quien aparentemente conducirá el sindicato hasta 2019. En tanto, los referentes de la lista Verde y Blanca alineada al kirchnerismo realizaron una presentación en el Ministerio de trabajo, denunciando el fraude por la desaparición de 300 urnas.
La lista encabezada por Godoy ganó en Córdoba, Santa Cruz, Catamarca, Misiones, Entre Ríos Río Negro, San Juan, Formosa, Santiago del Estero, La Pampa, Chaco y San Luis, mientras que la de Acosta en Capital Federal, Jujuy, Neuquén, Tierra del Fuego, Tucumán Santa Fe y Corrientes. La contracara de esta interna se dio en Mendoza, donde la ganadora fue la lista Bermellón, el principal agrupamiento de izquierda a nivel nacional de ATE, que lleva a Raquel Blas como candidata a secretaria general.
Kapital
En la seccional de la capital del país la sorpresa la dio el kichnerismo, que se impuso frente a dos listas verdes, una apoyada por De Gennaro y otra apoyada por Michelli. De esta forma Daniel Catalano, ex secretario de laorganización, fue electo para conducir la seccional de Capital, quien declaró: “Nos enfrentamos con dos aparatos, el de De Genaro y Michelli, a sus maniobras de fraude que dejaron a dos mil compañeros fuera del padrón” y llamó a “construir con todas las fuerzas un acuerdo” para la “refundación del sindicato”. Por otro lado, el candidato por la Bermellón, Mariano Skliar, afirmó: “Realizamos una muy buena elección en aquellos sectores en los que construimos a diario. Incluso en aquellos con gran base de apoyo del gobierno nacional (…) ganamos en Economía, Trabajo, el Indec y sectores de ciudad como Promoción social y Estadística”.
Mendoza a la izquierda
Estas elecciones fueron una prueba de fuego para la izquierda en la provincia de Mendoza. Allí la máxima dirigente de ATE rompió con la Verde y puso a prueba su apoyo en estos comicios. Impuso así al candidato Roberto Macho, que logró el 55% de los votos, y ganando en 4 de 6 seccionales de la provincia. En declaraciones, el dirigente afirmó que “frente a las políticas de ajuste y recortes que se vienen para avasallar los derechos de los trabajadores” es necesaria la “unidad de los trabajadores estatales y de todos los sindicatos”. Destacó también que a nivel nacional la Bermellón logró más de 8.000 votos, por lo que duplicó los de la elección anterior.
Este año, tras una larga lucha, los estatales de la provincia consiguieron más de mil pases a planta permanente, lo que fue uno de los triunfos más importantes de ATE.
Operativo clamor
Los coletazos de esta elección llegaron también a la conducción de la CTA. Ayer el secretario general, Pablo Michelli, anunció que puso “a consideración de los compañeros” la renuncia a la conducción de la central. “Estoy un poco preocupado porque ATE Capital es mi gremio de base y me duele haber perdido en mi sindicato”, señaló Michelli a un medio periodístico. “Soy afiliado de ATE Capital y perdió la lista que yo apoyé”. Es que la seccional capital es la única que giraba los fondos a la CTA-Autónoma, siendo el principal sostén de la central tras la fractura de 2011. Estas declaraciones parecen tener más olor a una estrategia política para sumar solidaridades, que a un verdadero planteo de fondo sobre su continuidad, si tenemos en cuenta que el dirigente ganó el año pasado las elecciones de la central obrera nacida en los noventa.
Estos tiempos políticos de cambio, la situación que atraviesa la denominada centro izquierda a nivel nacional, que históricamente dirigió el sindicato, se ha tornado por demás compleja y esto se expresa en las fracturas hacia el interior de la conducción. El desafío de los trabajadores en esta etapa será pensar cómo se organizan será cómo hacer frente a esta crisis, que pese al proceso eleccionario continúan con heridas abiertas y un futuro aún incierto.