Por Juan Ignacio Pereyra Cáceres. Llega diciembre y comienzan los balances. Dos discos debut interesantísimos, Pure Heroine y Seattle, y la vuelta de David Bowie. Argentina no se queda atrás: lo nuevo de Juana Molina, Nairobi y Los Totales. Los lanzamientos más importantes del año que se va.
Lorde, con sólo 17 años de edad, se coló en el puesto número 7 del ranking de los 50 mejores álbumes según la revista Rolling Stone de Estados Unidos. Pure Heroine, su debut, contiene 10 canciones dulces, sombrías y minimalistas. Esta simpleza se demuestra en la tapa del disco que solo señala el nombre de la artista y de su trabajo. Cuando la escuchamos, encontramos una combinación de pop, rap, letras que provienen de influencias literarias de grandes escritores y con un timbre distintivo, maduro, que no parece condecirse con su edad. En el 2014 se presenta en la Argentina en el marco del festival de música Lollapalooza.
Disclousere está formado por dos hermanos británicos de 19 y 21 años y es otro de los grandes debuts de este 2013. Llamaron la atención de Alex Taylor, cantante del grupo Hot Chip, que produjo Seattle, alcanzando así los primeros puestos del chart inglés Billboard (uno de los rankings más importantes en Europa), justo arriba de los Daft Punk. Sus canciones, desde la primera hasta la última, invitan a bailar, con estribillos pegadizos, artistas invitados y programaciones de estilo house.
Pasaron diez años desde Reality, lo último hecho por David Bowie. Dos fueron necesarios en el proceso creativo de Next Day. Las expectativas crecieron durante todo este tiempo. Tuvo gran repercusión la nueva estrategia de marketing por el lanzamiento.
En enero apareció, sin aviso previo, el single Where are we now?, una balada que reflexiona acerca del hombre moderno. En el mes de febrero conocimos The star (are out tonight), aquí ya más rockero, con una guitarra tan presente como la voz. Y en abril pudimos disfrutar de todos sus temas nuevos.
Low (77), Heroes (77) y Lodger (79) marcaron un hito en la historia de la música por producir un quiebre en el sonido y la experimentación en los arreglos musicales. Las expectativas están satisfechas. Bowie vuelve con una banda que viene a entregar su experiencia en el rock. Un ejemplo de esto es, sin dudas, Dancing in the space, ubicado otra vez el futuro y el goce fuera de la Tierra.
Poniendo la lupa en Argentina, nos encontramos con Los Totales (T!). Así se definen ellos en la página que ofrece su discografía: “…Es la música de Berazategui… la explosión de sentimientos, los días bipolar y el indie de armas blancas conurbanos”. Estos muchachos utilizan todo lo que tienen a su alcance para definirse.
El material que presentaron este año se llama Pop Chabón, un sonido que se para en una delgada línea de pop y rock chabón. Fallece en el estadio, el track número 7, es el más largo del disco con una duración de 2:55 minutos, en el cual se relata un drama de barrio, una muerte que se anticipa en el título. De manera irónica ellos declaran que el Mundial de futbol ya tiene su tema. Solo se necesitan quince minutos para oír un disco sin pretensiones ambiciosas, que tiene la dosis justa de palabras aunque deja con las ganas de más.
Nairobi finaliza su trilogía W. Allá, en 2009, se publica We wei junto a Mad Professor. Al año siguiente sale Wet. Y en junio del corriente se edita Wax, que es el resultado de la absorción de diferentes culturas del mundo y del recorrido por tierras lejanas.
Iceberg es la canción encargada de abrir el disco y es un gran acierto, un reggae bailable, con atmósfera de ritual. Vira hacia un clima costero, veraniego con Crystalize, segundo track, logrado por la instrumentación y la voz susurrada de Ivy Lee. La primera participación que logramos escuchar es la del trío de mujeres Las Kellis en Soy el fuego. Sus voces se entrelazan, entrando y saliendo en un bucle, imitando el canto de las sirenas. Otros artistas que prestan sus voces son Catnapp, Dbro, Tippa Irie y la dupla Tea Time & Jamez Manuel. Gran cierre para esta tríada W.
Juana Molina en la primavera argentina lanza Wed 21, sexto álbum de su carrera. Un día, de 2008, logró pisar fuerte en la música europea y ganarse su lugar en Oriente. La prensa especializada estuvo atenta a lo nuevo de la actriz y cantante. Solo hubo palabras de elogios para con ella.
El disco es bailable, desinteresado por la letra como en Ay, no se ofendan, una continuación de lo anterior, quizás un poco más latoso, industrial, como solo ella logra hacerlo. En agosto se colgó, en la plataforma musical Souncloud, el primer corte, Eras. Aquí ella canta: “Eras todo, nada me hará feliz. Verás, poco sabrás, soy buena actriz.”. Ese es el único dejo de melancolía, lo demás invita a moverse.
El repaso podría seguir pero aquí se reseñaron seis grandes nombres, a los que hay que tener en cuenta, por no quedarse en lo cómodo e indagar por sonidos que van un poco más allá de si son correctos o no.