Por Camila Parodi
Otra historia de violencia y justicia machista, Yanina Farias presa política del patriarcado.
“Ser mujeres, madres, jóvenes y pobres en el Conurbano es una condena” dijimos hace más de cuatro años al conocer la historia de Yanina González. Y es así que al comprender que la historia de esa Yanina no era un hecho aislado sino que daba cuenta de un accionar sistemático de la violencia machista continuamos conociendo y acompañando historias junto a las compañeras de las organizaciones. Higui, Reina, Yanina comenzaron a ser nombradas por las organizaciones y algunos medios.
Esta vez, otra Yanina necesita de ese eco, se trata de Yanina Farias detenida desde el 6 de agosto del 2017 bajo la acusación de no haber velado por la integridad de su hija Xiomara asesinada por Alfredo Leguizamón quien hostigó y violentó psíquica, física y sexualmente a Yanina previamente. Este tipo de violencia hacia las mujeres que tiene al maltrato e inclusive -como en este caso- el asesinato de los hijos e hijas de las mujeres víctimas de violencia pueden ser entendidos como femicidios vinculados donde, la amenaza se sostiene a partir de la violencia ejercida hacia ellos/as.
Pero además de ser víctimas de violencias machistas, este tipo de historias dan cuenta de otras complicidades más complejas. Son encarceladas y acusadas por la justicia patriarcal que se permite siempre cuestionar y disciplinar a la mujer madre antes de comprender el círculo real de violencias. Instituciones que deberían defenderlas en realidad accionan sin derecho a un justo proceso y constituyen una vez más un abuso de la Justicia, una omisión del Estado y una violación a los Derechos Humanos.
Al conocer la historia de Yanina una nueva Comisión del feminismo organizado se volvió a convocar. Con las herramientas y procedimientos aceitados sus integrantes darán libertad a otra piba criminalizada y privada de su libertad por el simple hecho de ser mujer y pobre. En ese marco, dialogamos con Carina Leguizamón quien hace parte de la Comisión.
– ¿Porqué Yanina se encuentra privada de su libertad?
Yanina es una joven madre quién con casi 30 años de edad vivió toda su vida en el barrio Santa Brígida del partido de San Miguel con un retraso madurativo. Es en ese mismo barrio donde se cría en el cual se comienza a rebuscar la vida cuidando los hijos e hijas de las vecinas. En julio del año pasado Yani se mudó al barrio Cuartel Quinto en la localidad de Moreno junto a sus tres hijos menores de edad. A los pocos días que se muda a dicho barrio su madre le presenta a Alfredo Leguizamon. Ese día que comienza el calvario de Yani y sus hija e hijos.
Leguizamón comenzó a abusarla a ella y maltratar a sus hijos como otro modo de castigo y control a la jóven llegando al punto de asesinar a Xiomara su pequeña hija de tan solo dos años de edad el pasado 6 de agosto. Yanina en ese momento recurrió al hospital Garraham. Desde ese momento, Yani está detenida en el penal 51 de Magdalena acusada de ser mala madre ya que la fiscalía la acusa por no haber velado por la integridad de su hija. Desde el mismo día del crimen de su beba, la joven vivió todo tipo de violencia institucional. Fue torturada en la comisaría de Cuartel Quinto, donde también se violó la ley de salud mental sumando que nadie la escuchó ni nadie detectó que fue víctima de la violencia machista.
– ¿Cuál es la situación legal y los pasos a seguir?
Hoy la situación legal se encuentra bajo el patrocinio legal del Dr Roberto Alejandro Bois, abogado de la matanza con gran trayectoria en perspectiva de género y por los Derechos Humanos, actual presidente del departamento de Derechos Humanos del Colegio de abogados de San Justo. Con esa experiencia, Bois ha dejado en claro que será una gran batalla pero que tiene todas las de ganar ya que estamos ante un claro hecho de violencia de género e institucional. El próximo 28/6 a las 9hs está citada a su primera audiencia por comparendo para lograr la prisión domiciliaria. Si bien Leguizamón se encuentra preso, Yani no debería ser acusada por el contario en el marco de la ley de salud mental debería ser acompañada ante su hostil historia.
– ¿Cómo se organizan para liberarla?
La lucha por liberarla es colectiva, sin distinción de banderas ya que el único objetivo es liberar a Yanina presa política del patriarcado. Se ha organizado una Campaña que exige su libertad integrada por distintas compañeras de organizaciones sociales, feministas, de Derechos Humanos y medios populares con quienes siempre nos encontramos a la hora de colectivizar las historias de las pibas privadas de su libertad por el simple hecho de ser mujeres y pobres. Por eso decimos también que el Ni Una Menos tiene que llegar a las cárceles. Decimos que sin las presas no habrá ni una menos por esto mismo ya que para nosotras toda presa es politica. Las torturas, violaciones, vejaciones se sufren también los intramuros. No estamos todas faltan las presas y es en ese sentido que siempre la tenemos presente y pedimos justicia por la China Cuellar asesinada por el Servicio Penitenciario Federal de Ezeiza.