Por Juan Manuel De Stefano. El delantero convirtió 4 goles y podría enfrentar en la final al equipo en el que jugará la próxima temporada: el Bayern Munich. El Borussia Dortmund borró de la cancha al Madrid con un fútbol lujoso y contundente.
El Real Madrid se llevó una sorpresa en Alemania. Luego de la derrota del Barcelona por 4 a 0 a manos del Bayern Munich en la otra semifinal de la Copa de Campeones, el conjunto de Mourinho sufrió la misma suerte que su clásico rival.
El Borussia Dortmund entregó una verdadera exhibición al mundo futbolístico en general y al Madrid en particular. Con gran dinámica y un equipo solidario para defender y atacar, el equipo alemán mostró una de las mejores actuaciones colectivas de los últimos tiempos. En definitiva, el proyecto que comenzó en 2008 con Jurgen Klopp como entrenador, se basa justamente en eso: ser y jugar como un equipo. Luego de ser bicampeón en la Bundesliga, el gran objetivo era la Copa de Campeones. Y el equipo fue creciendo con el correr de la competencia.
Un día antes del trascendental partido, se dio a conocer la venta del joven y talentosísimo Mario Götze al Bayern Munich en 38 millones de euros. La noticia no cayó nada bien entre los aficionados y el entrenador salió a dar su opinión en la rueda de prensa anterior al encuentro: “No conocemos los motivos que hay para publicar una noticia así en un momento como éste. Pero lo que sí queremos decir es que si lo que se pretendía era que perdiéramos la concentración, no lo lograrán. Ahora más que nunca queremos jugar y ganar este partido”, disparó Klopp. Y luego el club emitió un comunicado instando a los hinchas a que “que apoyen sin condicionamientos al jugador en sus últimos partidos de la temporada”.
Y para seguir en la misma dirección, horas antes del encuentro desde el Bayern salieron a confirmar que Robert Lewandowski también jugará la próxima temporada en el conjunto que dirigirá Guardiola. Al delantero poco le importó y se despachó con cuatro tantos e hizo morder el polvo al Real. A los ocho minutos el polaco demostró sus condiciones anticipando a toda la defensa y marcando el primer gol. El Borussia Dortmund manejó el partido a su antojo y estuvo cerca de aumentar el marcador.
Pero a los 44 minutos una equivocación del grandote Hummels derivó en una corrida de Higuaín que le sirvió el gol a Cristiano Ronaldo. Justamente el ex River fue de lo mejor de su equipo pero poco pudo hacer ante la recia defensa germana. En el segundo tiempo, el partido siguió con la misma tónica con el equipo del verborrágico Jurgen Klopp al ataque y presionando en todos los sectores de la cancha. Khedira y Xavi Alonso no hacían pie en la mitad de cancha y el Borussia aprovechaba los espacios. A los 50 y 55 minutos Lewandowski marcaría otros dos goles de gran factura. Sacó “el manual del centrodelantero” y con pisadas, remates potentes y pura potencia desgastó a toda la defensa del Madrid que nunca lo pudo encontrar. Ramos, Varane, Coentrao y Pepe no salían de su asombro ante la enorme actuación del oriundo de Varsovia.
Pero no se destacó sólo Lewandowski, el Dortmund es un equipo en el sentido integral de la palabra. Gündogan fue el encargado de organizar los ataques y de dar el famoso e importantísimo primer pase. Y ante la presencia a cuentagotas de Mario Götze, se hizo patrón del conjunto bávaro. El cuarto gol estaba al caer. Y luego de una falta de Xavi Alonso a Reus, el “hombre de la noche” decretaría de penal el 4 a 1 final.
El Real pareció una sombra en comparación al equipo serio y contundente de los últimos partidos y se fue superado en todos los sectores. Ni siquiera la entrada de Di María le dio al equipo de Mourinho el cambio de ritmo que necesitaba. La pasividad los jugadores del Real Madrid se notó de principio a fin. Hasta pareció falta de actitud en algunos casos. Lo cierto, es que la sorpresa invadió las semifinales de la Copa de Campeones. La diferencia entre el equipo alemán y el español fue notoria. Todo parece indicar que habrá final entre conjuntos del mismo país. Pero para desilusión de los que esperaban un Barcelona-Real Madrid, el Borussia y el Bayern arrasaron en el partidos de ida a sus rivales con verdaderas lecciones de fútbol.
Es casi imposible que en los partidos de vuelta se puedan remontar dos resultados tan abultados. El equipo de Mourinho tiene como un pequeño punto a favor que marcó un gol de visitante pero deberá ganar 3 a 0 y procurar que no le hagan goles para pasar la eliminatoria. Pero en el fútbol actual no hay nada dicho ni decretado antes de jugar. En la cancha -como reza el dicho popular- son once contra once. Los nombres propios no cuentan. Barcelona y Real Madrid pueden dar fe de ello.