La aparición en el programa de Jorge Lanata de una supuesta “cámara oculta”, realizada a Federico Elaskar y Leonardo Fariña acerca del lavado de dinero que estos realizaban para el empresario de la construcción Lázaro Báez, puso en la agenda mediática nuevamente la discusión acerca de la relación entre empresarios y gobiernos.
Lo “ocurrido”, lo negado y el arrepentido
La historia que se develó el domingo pasado en el programa de Jorge Lanata indicaba que, Leonardo Fariña, era el armador de toda una estructura encargada de sacar plata hacia el exterior, vía Uruguay. Utilizaba para eso una sociedad armada fuera del país, que terminaba operando como pantalla: SGI, una financiera dirigida por Federico Elaskar. Dichas operaciones se realizaban para el empresario Lázaro Báez, vinculado al kirchnerismo. La plata era destinada a países que suelen operar como paraísos fiscales tales como Panamá o Islas Vírgenes, para desde allí y con otra firma offshore creada para estos casos redirigirla hacia Europa, más específicamente a Liechtenstein o Luxemburgo.
La búsqueda de países europeos estaba dada por el hecho de buscar lugares que permitiesen operaciones en euros, así como un circuito comercial más “cuidado” y “prolijo”, que el existente en países como Panamá. Finalmente y parar cerrar el círculo, tras este tipo de operaciones y bajo la figura de las sociedades creadas anteriormente, se buscaba invertir en Argentina, ya sea en la construcción de hoteles, restaurantes, o empresas constructoras.
El día martes, uno de los implicados, Leonardo Fariña, negó todo en un programa de televisión, al afirmar que “Lanata quería ficción y le di ficción”. Por otra parte indicó que no es testaferro de nadie y le pidió disculpas al empresario involucrado: “Le pido disculpas al señor Lázaro Báez, un tipo de primera, de quien no tengo un carajo malo que decir”, indicó Fariña.
Por su parte Federico Elaskar también desmintió lo que el domingo había señalado en la cámara realizada por Jorge Lanata. “Por enojo con Fariña, un poco por enojo con Fabián Rossi, y con gente que ha trabajado para mí en mis empresas, es que realmente utilicé información que vi, que me llegó y la aumenté, la maximicé. Acá la realidad es que nunca existió lavado de dinero” sostuvo, y dijo estar arrepentido de lo dicho anteriormente.
Ante este panorama, dirigentes de la oposición no tardaron en radicar denuncias en la Justicia. La causa unificada bajo el nombre “Lázaro Báez y otros s/encubrimiento (art.277) y asociación ilícita”, recayó en el juzgado dirigido por Sebastián Casanello. Desde la fiscalía se está analizando tanto los fundamentos de las denuncias presentadas, como la validez de la cámara oculta, pasos necesarios para abrir una instrucción federal.
Por otra parte organismos como la AFIP y la Unidad de Información Financiera (UIF), a cargo de José Sbatella, investigarán la empresa constructora de Lázaro Báez y la financiera SGI.
“Estos pibes se dedicaban a lavar guita que otros ganaban, y se creyeron millonarios”
Así se refirió el periodista de Ámbito Financiero, Carlos Burgueño, en dialogo con Llevalopuesto, el programa de FM La Tribu, al ser consultado acerca del revuelo generado esta semana con el informe periodístico que involucra a Lázaro Báez y Leonardo Fariña.
Burgueño cuestionó la vida que llevaba Fariña y el por qué de la cámara oculta que supuestamente realizó Jorge Lanata. “Parece una autoflagelación para protegerse de algo. Como si dijéramos yo hablo con vos, pero que no parezca que te estoy contando algo.” sostuvo el periodista de Ámbito Financiero y agregó: “Lo raro de estos casos es porque el elige hacerse tan público, porque elige la mujer que elige (refiriéndose a Karina Jelinek). Algunos dicen que es para que no le pase nada”.
Por otro lado indicó que existía anteriormente una causa contra Fariña, radicaba en un juzgado de La Plata, la cual nunca avanzó, aunque tenia de fondo una investigación realizada por la AFIP. “El mercado financiero es relativamente chico. Uno se pregunta este a que se dedica. Después lo agarró la AFIP, le hizo un arqueo, pero lo que puede hacer la AFIP es investigar los bienes, y ahí lo reventó. Se descubrió que era monotributista, que cobra 6000 pesos por mes.”, afirmó Burgueño
Por último indicó que “ninguno de los empresarios vinculados al kirchnerismo es ostentoso, no es gente ostentosa como en el menemismo, no es gente que se afana el caviar y te lo muestran mientras se lo come. Los Báez no son eso. De hecho los hijos que aparecen en la investigación tienen una Hilux cada uno, que es una camioneta normal, no es nada del otro mundo”.
Resta esperar el desarrollo de la investigación judicial para determinar responsabilidades en todo este armado empresarial-financiero y, por qué no, mediático.