Por Mauricio Polchi
A pesar del rechazo del oficialismo, la Cámara de Senadores sancionó la ley que permite expropiar el tradicional edificio de la Avenida Callao. La legislación declara de “utilidad pública” al inmueble y así se mantendrán los 140 puestos de trabajo. Natalia, María Eva y Patricia, integrantes de la cooperativa, conversaron con Marcha.
En medio del debate caliente y confuso que se desató en la noche del miércoles 30 de noviembre en la Cámara Alta, el senador del PRO, Federico Pinedo, lanzó: “no podemos votar esto porque el valor del inmueble es enorme y los beneficiarios son poquísimos”. Sin embargo, el rechazo de la alianza Cambiemos no pudo frenar la conquista de la clase trabajadora. En un año 2016 recargado de ajustes, despidos y tarifazos, este hecho se convierte en uno de los pocos triunfos que puede anotarse el movimiento obrero bajo la gestión macrista.
Por 39 votos a favor y 17 en contra, el Senado convirtió en ley la expropiación del hotel Bauen, emblema de las de fábricas recuperadas, ubicado sobre Callao al 300, casi esquina Corrientes, de la Ciudad de Buenos Aires. La iniciativa había recibido media sanción de Diputados en noviembre del 2015, pero no había sido tratada en este periodo. De esta manera, seguirá al frente el emprendimiento la cooperativa que recuperó el hotel tras la crisis de 2001 y se sostendrán los 140 puestos de trabajo.
La legislación declara de “utilidad pública” al inmueble –sobre el que pesaba una orden judicial de desalojo- y lo cede en comodato a quienes hace 14 años se hicieron cargo del manejo de sus propias fuentes laborales. Además, establece que se entregará el uso del inmueble a la Cooperativa de Trabajo Buenos Aires Una Empresa Nacional Limitada, quienes deberán “destinar y crear espacios de promoción cultural y realizar actividades educativas, artísticas y sociales”.
Las trabajadoras
“Estamos muy felices, fue muy dolorosa y traumática la angustia que estuvimos viviendo. Nosotros siempre quisimos seguir trabajando, no queríamos ni queremos que vengan a sacarnos, ya demostramos mucho. No sólo por los puestos de trabajo, también directa o indirectamente, lo que generamos con los proveedores o las organizaciones sociales y políticas”, explica María Eva Lossada, presidenta de la cooperativa.
“Yo estoy desde el 94 acá, primero trabaje bajo patrón, y ahora hace 14 que seguimos administrando todo nosotros. No nos llevamos mucho dinero a casa, pero nunca imagine que podíamos poner en marcha y hacer funcionar un hotel”, agrega María, sobre el lugar que es explotado en cooperativa desde el año 2003 cuando los dueños abandonaron la empresa.
“Ya estoy hace 9 años y la verdad este va a ser el primer fin de año que vamos a estar tranquilos, va a ser el mejor de todos. Los anteriores no sabias si te ibas a encontrar con el desalojo, con la policía en la puerta para sacarnos. Ahora tenemos el trabajo y no tenemos que pedirle a nadie”, explica Patricia, secretaria del consejo de Administración.
“Yo hace 10 años trabajo acá. Y a mí me salvó porque me agarro en una etapa muy crítica de mi vida. Yo con este laburo, como madre al frente de la familia, pude darle de comer a mis hijos”, sentencia Natalia, una de las responsables del área de cocina.
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