Por Nuria Illán. En el sexto aniversario del asesinato de Carlos Fuentealba, estudiantes, docentes, organizaciones sociales y de derechos humanos se movilizaron desde el Obelisco hasta la casa provincial de Neuquén para exigir justicia.
El 4 de abril de 2007 los docentes neuquinos se encaminaban a realizar un corte de ruta en la localidad de Arroyito, en reclamo de mejores condiciones laborales y salariales. Al llegar al lugar se encontraron con un operativo policial que bloqueaba el acceso. La represión se extendió por más de dos horas. En medio del desalojo, una bomba de gas lacrimógeno terminó con la vida de Carlos Fuentealba. El cabo Darío Poblete había disparado contra el maestro. Hoy el policía sigue sin cumplir la condena que le dictó la Justicia.
En el día de ayer una columna conformada por organizaciones estudiantiles, sociales y de derechos humanos poblaron las calles del centro de la Ciudad y marcharon hacia la casa de la provincia de Neuquén donde se realizó un acto que tuvo la presencia entre otros de Alberto “Beto” Rodríguez, cuñado de Carlos Fuentealba y representante de la Comisión Carlos Presente (CoCaPre) de Bs. As.
En diálogo exclusivo con Marcha, Beto reafirmó la importancia de estar presentes en la calle: “Este año como familiares no convocamos a la marcha como sí hicimos el año pasado acá en Capital, pero sí venimos a apoyar porque entendemos que el 4 de abril es y debe ser un día de lucha, fundamentalmente de pedido de justicia para Carlos Fuentealba. Creemos que ese tiene que ser el criterio prioritario de cada 4 de abril, un día para denunciar a la Justicia neuquina, a Jorge Omar Sobisch y a todo el poder político y la cúpula policial. En este día tenemos que recordar a Carlos, a Sandra, a Camila y a Ari, sus hijas, sin que eso signifique no apoyar las luchas salariales docentes y demás.”
Respecto de la causa, consideró que “hoy no podemos negar que se encuentra en una etapa jodida. La intención de todo el Poder Judicial neuquino es cerrarla y es por eso que creemos que todas las organizaciones sociales vamos a tener que replantearnos cómo aportar para que esto no suceda, qué criterios nuevos tendremos que tomar para que estos casos, así como los de Darío y Maxi y tantos otros asesinados en democracia, sean considerados como crímenes de Lesa Humanidad, tal como los crímenes de la dictadura, por lo que deben ser imprescriptibles. Estos asesinatos fueron llevados a cabo por fuerzas policiales que están comandadas por el poder político que representa al Estado, es por eso que estamos apostando a la construcción de un nuevo criterio legal que evite el cierre de las causas.”
Además, durante el acto principal que se realizó en la Casa Provincial de Neuquén, los manifestantes reivindicaron la figura del maestro con consignas como “el día del maestro es el 4 de abril” y “las tizas no se manchan con sangre”, así como también denunciaron la represión a los docentes en Chaco y reivindicaron las medidas de lucha salarial y laboral que los docentes vienen realizando en las últimas semanas.
El pedido de justicia sigue vigente
Tras el asesinato del maestro comenzó el pedido de justicia y la exigencia de que se investigue y castigue a los responsables tanto materiales como políticos e intelectuales de la represión desatada sobre la ruta. La causa judicial por el homicidio se desdobló en dos: la Fuentealba I, enfocada en la condena de los asesinos materiales, y la Fuentealba II, en la que se busca la investigación y condena de los responsables políticos e intelectuales y en la que se señala al entonces gobernador, Jorge Omar Sobisch, como principal ideólogo y responsable del plan represivo que se desató esa mañana. En ambas es Sandra Rodríguez, esposa del maestro, quien se presenta como única querellante.
En el año 2008, el cabo José Darío Poblete es condenado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y sentenciado a cadena perpetua al ser encontrado responsable de “homicidio calificado siendo un miembro integrante de las fuerzas policiales abusando de su función, con la agravante de ejercer violencia mediante el empleo de un arma de fuego, agravado por alevosía, en concurso ideal”. Sin embargo, en el año 2012 un periodista fotografió al ex policía caminando libre por las calles de Zapala. A pesar de que luego de este hecho el TSJ ratificó la condena, el mes pasado el abogado Gustavo Palmieri, representante de Sandra Rodríguez, denunció que Poblete aún no fue trasladado a la cárcel federal como ordenó la Cámara Criminal Primera: “Todo conduce al mismo organismo, siempre tenemos dificultades en el mismo lugar. Poblete hoy está alojado en una casa pre-egreso, no es dentro del penal, sino fuera del penal, en una casa de personas de auto-disciplina, cuando tiene una condena a prisión perpetua. Sigue gozando de privilegios”.
Dentro del marco de los responsables políticos, la causa Fuentealba II se encuentra trabada desde hace un año en la Corte Interamericana de DD.HH luego de que el poder judicial negara el inicio de la investigación sobre ex gobernador Sobisch y la cúpula policial. Desde la Comisión Carlos Presente denuncian el hecho y sostienen que el objetivo es el cierre definitivo de la causa a través de una alianza histórica que mantienen el Poder Judicial y el Movimiento Popular Neuquino, que desde hace décadas gobierna en la provincia de Neuquén.