Por Diana Cabrera. Para retomar el análisis acerca de la situación de las mujeres en el país más grande del continente latinoamericano, en un intento de que sea integral, nos centraremos en algunos ejes como lo son la cultura, la religión y la política desde la perspectiva contundente de Orlanda Pinassi y Claudia Mazzei.
Introduciendo el tema Orlanda expresa que históricamente la ideología política y la religión han estado unidas a la economía, sea en Brasil, sea en cualquier parte del mundo dominado por el capitalismo y por la lucha de clases. “La relación indisoluble entre esas esferas es lo que caracteriza al sistema.”, analiza. A su vez, nos dice que siempre existe una intención ideológica a rechazar la menor señal de amenaza a la esencia jerárquica de las relaciones capitalistas. En ese sentido, la dominación ejercida sobre las mujeres es condición clave en la reproducción de esas relaciones. Pinassi plantea que si se quiere evaluar la tendencia civilizatoria de un determinado periodo histórico, verificar las condiciones sociales y culturales que esa sociedad impone a las mujeres es un buen termómetro.
Profundizando en la idea de que el momento actual no es demasiado favorable, Orlanda es contundente y caracteriza el momento actual como de reflujo, rechaza la idea en relación al desarrollo del capitalismo como algo favorable y considera que no es mas que la afirmación de las instituciones democráticas burguesas. “El progreso no consiguió corregir las imperfecciones sociales más graves del sistema, ni contribuyó con relevancia a los derechos humanos, de hecho las desigualdades sociales son escandalosas y las relaciones sociales cada vez mas mercantilizadas. Los individuos se tornan cada vez mas insensibles y cosificados.”
El reflujo al que hace referencia tiene que ver con cierto retroceso que identifica cuando se constata por ejemplo la intromisión de la religión en las cuestiones de orden político o educacional. La lectura que realiza nos dice que en Brasil se están dando pasos atrás en este sentido y recuerda como paradójica de esta realidad una de las conquistas más importantes de la Revolución Francesa, que fue garantizar la emancipación política de la sociedad a través de la laicización del Estado y la educación.
Por ejemplo, en Brasil se encuentra en vigencia la ley 9475/97 de enseñanza religiosa, y al mismo tiempo existe una sustitución de algunos artículos cuya autoría es de un diputado del Partido de los Trabajadores (PT), el Padre Roque Zimmermam, que expresa en el artículo 33 que la enseñanza religiosa es parte integrante de la formación básica del ciudadano.
Hay que tener en cuenta en este análisis, que la religión posee en este país un poder cultural e ideológico muy fuerte, tanto desde la Iglesia católica, como desde las iglesias neopentecostales de vertiente evangélica con 13 mil. templos y más de 5 millones 200 mil fieles.
Acerca del debate en relación al aborto, la iglesia ha impulsado en Brasil desde el 2008 una campaña llamada “En defensa de la vida”. Los grupos feministas la califican como “Campaña de la fatalidad”.
Se trata de una representación, en sintonía con la situación en la Argentina y otros países latinoamericanos, que expresa la avanzada de la iglesia católica fortalecida en este país por otros factores relevantes: todos los partidos que disputan cargos electorales en Brasil poseen bancas religiosas. Es decir que las resistencias internas que existen de cara a las potenciales conquistas feministas poseen una fortaleza “embarazosa” de desarticular.
La religión, históricamente llamada “el opio de los pueblos” conserva la capacidad de producir subjetividades correlacionadas a legitimar el orden existente. Ya Marx la consideraba como forma de alineación en tanto consuela al hombre y la mujer de los sufrimientos del mundo, disminuyendo su posibilidad de revolucionar y transformar la verdadera causa de su opresión. Queda claro que la firme oposición ante la lucha por los derechos de las mujeres es una clave inamovible ya que estas luchas suponen los grandes pasos de la humanidad para la liberación de hombres y mujeres.