Por Agustín Bontempo / @agusbontempo – Foto por Kitu Suárez
Cooperativistas y trabajadores y trabajadoras precarizadas de la ciudad de Buenos Aires, llevaron adelante una nueva medida frente a la inacción del gobierno que encabeza Rodríguez Larreta.
El miércoles 17 de agosto, trabajadoras y trabajadores cooperativistas y precarizados nucleados en diversas organizaciones sociales y políticas, llevaron adelante desde el mediodía una ocupación pacífica del Ministerio de Espacio Público, mientras cientos de militantes cortaban la avenida Martín García, ante el incumplimiento asumido por el gobierno porteño de garantizar 250 nuevos puestos de trabajo para este sector. La medida se profundizó hacia el anochecer producto del silencio gubernamental. Así, la ocupación se convirtió en acampe y ayer concluyó con un corte y asamblea masiva frente al edificio público.
Las organizaciones que desarrollaron estas medidas son el Movimiento Resistencia Popular, AGTCAP/FOL, Agrupación Lxs Invisibles, Federación de Organizaciones de Base, Agrupación Villera Piquetera, Agrupación Clasista Lucha y Trabajo y Polo Obrero.
Exigencias y antecedentes del conflicto
El sector que componen las y los trabajadores precarizados y cooperativistas en la ciudad de Buenos Aires, viene impulsando un reclamo de largo aliento desde los primeros meses del año. En los barrios más humildes y con problemas estructurales graves, estas personas que iniciaron el año con sueldos que oscilaban entre $4.500 y $5.000, son quienes impulsaron una serie de reclamos para hacer frente al abrumador ajuste que el gobierno nacional y porteño instalaron en la sociedad. Pedidos de reuniones y reclamos moderados, comenzaron a tomar mayor vuelo frente al silencio de los funcionarios porteños.
Así, luego de importantes cortes y movilizaciones, las y los cooperativistas decidieron realizar una ocupación pacífica en la sede de la Jefatura de Gobierno, el pasado 12 de mayo. Allí, luego de una larga e intensa jornada, con acampe incluido, Juan Pablo Graña, Vicejefe de Gabinete y Juan Ignacio Maquieyra, Jefe de Gabinete Social en aquel entonces, se comprometieron a asignarle a este sector 250 nuevos puestos de trabajo y abrir la discusión paritaria. A la madrugada del 13 de mayo, el acampe se levantó ante la masiva decisión en asamblea de las y los trabajadores de cara al compromiso asumido.
Sin embargo, rompiendo cualquier tipo de código frente a un compromiso asumido, el gobierno porteño desconoció el acuerdo y allí se inició un intenso conflicto que incluyó movilizaciones, ocupación pacífica del Ministerio de Desarrollo Social, acampe frente a La Catedral porteña, ollas populares en el Obelisco y una serie de medidas que pusieron a Rodríguez Larreta a intentar mediatizar y justificar lo injustificable, incluyendo bochornos como la aseveración de Patricia Bullrich de un supuesto atentado, que luego fue un aparente piromaníaco para después no ser nada, siendo la propia Policía que responde a la Ministra quienes tuvieron que desmentir aquellos vergonzosos dichos.
La medida
En un comunicado difundido por las organizaciones, se asegura que contemplando al acuerdo por los 250 puestos de trabajo, “La respuesta del GCBA frente a la pobreza y el desempleo ha sido desconocer el reclamo de los sectores más empobrecidos”. En la misma línea, Matías Pacheco de AGTCAP/FOL, afirmó que “Llevamos tres meses de incumplimiento por parte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, por una oferta de 250 puestos de trabajo que nunca se efectivizaron. De hecho los compañeros que viven en las villas y en los barrios de capital, que trabajan de manera precarizada en cooperativas se les esta negando incluso ese derecho de poder trabajar, que era la oferta que había hecho el gobierno cuando salimos en mayo de la jefatura”.
Mientras a este sector de trabajadores y trabajadoras se le niega y desconoce lo prometido (y la obligación del Estado en garantizar el derecho al trabajo digno), es el mismo Rodriguez Larreta que promete “intervenciones urbanas” en Villa 31 u obras en la zona lindera de Villa 20. Contemplando este discurso sin carácter práctico claro, Pacheco cuenta que “ Vinimos a Espacio Público porque entendemos que en este ministerio están los programas donde pueden ingresar la mayor cantidad de compañeros y compañeras, principalmente en la licitación de la Comuna 8 para la recolección de basura adentro de las villas. Que las y los compañeros que siguen desocupados puedan trabajar limpiando su propio barrio”.
En un contexto tan conocido como adverso para la clase trabajadora, es que se incerta este reclamo particular con esta medida puntual.
Los responsables
Esta claro que hay una cabeza que le pone piedras a cualquier camino: Horacio Rodríguez Larreta. El nuevo Jefe de Gobierno que trata de vanagloriarse de querer impulsar soluciones para las y los villeros, en sus primeros meses de gestión ya pudo demostrar su carácter reaccionario e intransigente, superando tal vez al propio Mauricio Macri.
Un escalón más abajo se encuentra Juan Ignacio Maquieyra, quien encabezó las negociaciones varios meses. Fue el responsable de prometer para luego no cumplir con la promesa de los nuevos puestos de trabajo. Pero antes de mostrar sus cartas de traidor, fue conocido por “incomodar” a Cristina Fernández de Kirchner en Harvard y hoy es el flamante director del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC). Sin demasiados presagios, Maquieyra viene a remplazar a Pablo Roviralta, que si bien era CEO de una compañía farmaceútica y muy cercano al Opus Dei, tuvo cierta benevolencia y aportes para lo que es, por ejemplo, el proceso de reurbanización de Villa 20 en la zona de Lugano.
Es decir que, incluso para el tejido del Pro, estas modificaciones traen aparejados posibles retrocesos para las y los pobres de la ciudad. En esta linea, Pacheco se refiere a que la responsabilidad de solucionar el conflicto “En su momento, era Ignacio Maquieyra. Nosotros habíamos hecho un pedido inicial de 400 puestos de trabajo, entendiendo la situación económica y social que está atravesando el país y particularmente la capital y la contraoferta del gobierno fue de 250 puestos. Es decir que es su propia oferta la que no cumplieron”.
El mencionado incumplimiento y el actual organigrama del gobierno, hace que “Hoy en día estamos en la mesa de negociación con Diego Fernández (Secretario de Integración Urbana y Social), porque el interlocutor anterior venía de meses y meses de ninguneo a la gente más pobre de la ciudad”.
El conflicto sigue abierto y sin una solución. “El balance no es del todo positivo porque si bien pudimos empezar una negociación con otras autoridades del gobierno de la ciudad, corriendo del medio al funcionario que nos venia mintiendo y eso puede abrir otras perspectivas, en lo concreto tenemos que decir que seguimos en la misma situación. Las y los compañeros que estaban desocupados, siguen desocupados”, sentenció Pacheco.