Por Leandro Segado / @leansegado
En el marco del festival de teatro internacional, la directora británica Penny Cherns dirige La Tempestad, última obra escrita por William Shakespare, en el Complejo Teatral Buenos Aires.
La directora británica Cherns, con el apoyo del British Council, en el marco de la Temporada Internacional Reino Unido- Argentina 2018, se puso al hombro dirigir la obra con actores y actrices argentinas.
Llama la atención que la obra se haya estrenado en junio, mes aniversario de la Guerra de Malvinas, donde el Imperialismo británico una vez más demuestra su voluntad de continuar usurpando nuestra soberanía, en un contexto nacional donde se ha retrocedido varios casilleros en la lucha y reclamo por ese pedazo de tierra y mar y en general un retroceso en nuestra soberanía, marcado por el pedido de “ayuda” al FMI, entre otras grandes entregas de nuestras riquezas a organismos internacionales.
La puesta en escena se acerca a nuestros tiempos e impacta por la dificultad que presenta para racionalizarla, esperando ver algo más “clásico” (si no se ha leído nada previamente sobre esta “versión” en particular).
Textos largos -no se podría esperar otra cosa de una obra escrita por Shakespeare- pero que en su forma -sin respirar y con un dejo irónico – le quitan la solemnidad esperable de una obra propia del autor.
La trama es una historia típica de “roscas”, de engaños y desengaños donde el personaje principal de la obra, Próspero, protagonizado por el excelente Osqui Guzmán, legítimo duque de Milán, reclama su vuelta al poder… e intentará lograrlo…a través del uso de la magia. Así es que provoca una tempestad en el mar donde navegan su hermano que lo desplazó del poder, el actual Rey de Nápoles, su hijo y otros miembros de la corte. Próspero vive con Miranda, su hija, protagonizada aquí por Alexia Moyano; Ariel, un espíritu que lo ayuda en sus conjuros, protagonizado por Malena Solda y Calibán, un esclavo y monstruoso personaje, protagonizado por Gustavo Pardi
Para lograr su objetivo final, Próspero hará también de Cupido entre Miranda y el hijo del Rey, protagonizado por Martín Slipak.
La escenografía está compuesta por formas geométricas que superpuestas entre sí, con profundidad y relieve, logran trasmitir la sensación de un lugar con pasadizos estrechos, atajos, caminos secretos, escondites, que serán tomados por los personajes a lo largo de las dos horas de duración que tiene esta obra.
Con recursos actorales que le imprimen gran dinamismo a los personajes, en especial al personaje de Próspero, a traves de movimientos, en ocasiones bailan, que suceden antes, durante o despues de sus diálogos o monólogos. Al mismo tiempo, hay algunas escenas de canto, interpretadas en vivo por Malena Solda.
Otro de los recursos que también están presentes son el humor, bien logrado y en su justa medida, como herramienta que permite dinamizar y acercar al público a la obra.
Concluyendo, podemos decir que es una obra muy buena y que permite seguir disfrutando el buen teatro argentino, tendiendo puentes con el teatro británico a través de su directora.
La tempestad se presenta de miércoles a domingo en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín, Avenida Corrientes 1530, CABA.