Por Agustín Fungi. Durante tres días, más de 300 referentes sociales y militantes de Argentina y América Latina se congregaron en Pompeya para reflexionar sobre las “resistencias a la recolonización” y la “herramienta política” de una nueva izquierda en gestación.
Diversidad de voces, procedencias, culturas y búsquedas confluyeron en un amplio centro social de Pompeya bajo un ideario demasiado genérico pero suficientemente común: la necesidad de hilvanar las resistencias “al capitalismo extractivista, neocolonial y patriarcal”, tras la búsqueda de “alternativas de poder popular, puentes y caminos entre nuestros esfuerzos, deseos, esperanzas, proyectos”.
Así definió los objetivos de un encuentro de varios días, colorido y fraterno, el grupo promotor Pañuelos en Rebeldía (Equipo de Educación Popular) orientado por la militante feminista y educadora popular Claudia Korol. Desde el viernes, circularon los debates sobre soberanía, entendida en distintos planos: alimentaria, energética, nacional, “sobre nuestros cuerpos y nuestros territorios”, los derechos de la naturaleza y la unidad latinoamericana. Los paneles sobre la lucha contra las trasnacionales y la resistencia a la militarización en América Latina contaron con referentes de distintos países del continente, en testimonios que se entrelazaron con las preguntas y los diálogos de los presentes.
Cultura compañera
En sintonía con estos debates, otros reagrupamientos sociales y políticos generan propuestas similares. El “Foro por un proyecto emancipador” organizado recientemente por la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina (COMPA), permitió la difusión de las propuestas de varios de los movimientos y organizaciones que se identifican como “nueva izquierda” o “izquierda independiente” (para diferenciarse de los partidos políticos tradicionales), en gran medida surgidos de las luchas del 2001. Parte del mismo espacio militante es la campaña “Contra la precarización del trabajo y de la vida” encabezada por la Corriente Sindical Rompiendo Cadenas, la coordinadora COB-La Brecha y el MIR, que impulsan medidas de lucha en reclamo de los derechos de los trabajadores y los excluidos en las calles, por fuera de las centrales sindicales tradicionales.
De la confluencia de esos espacios surgió “Cultura Compañera”, una propuesta que reúne a intelectuales de diversas procedencias y que empalmó con el “Taller de talleres” aportando un debate particular: cómo pensar la construcción de “nuevas herramientas políticas para la nueva izquierda”. Así, la jornada del día sábado comenzó con una mesa de debate en la que participaron Aldo Casas (del Frente Popular Darío Santillán), Martín Mosquera (de la corriente COB-La Brecha), Claudia Korol (del grupo organizador, Pañuelos en Rebeldía) y Regina Toscano (del Movimiento Popular La Dignidad).
El carácter abierto de la convocatoria permitió que se hiciera audible el acorde que suena cuando hablan en conjunto las diversas voces de esta naciente “nueva izquierda”. En un registro de posiciones que osciló entre la reivindicación de la horizontalidad y la acción directa, y el planteo de la necesidad de comenzar a disputar espacios institucionales como ser el terreno electoral, se hicieron presentes los temas comunes que desvelan a este activismo social y político mayormente joven: la relación con el Estado, las políticas de género y la democratización de los medios de comunicación, entre otros.
Al finalizar el encuentro, aunque el mismo tenía por fin plantear inquietudes antes que conclusiones, una certeza se hizo común en las intervenciones de muchos de los participantes: esta “nueva izquierda independiente” necesita de más y mayores instancias de articulación para la definición de sus movimientos futuros.
Ese desafío vibró en las voces de los referentes sociales, militantes y diversos participantes que se dieron cita en Pompeya, convocados por Pañuelos en Rebeldía y Cultura Compañera, durante este último fin de semana.