De vuelta del encuentro que movilizó a miles de mujeres de todo el mundo hacia la selva Lacandona, las delegadas de la CLOC-VC caminan la palabra recibida de las zapatistas para enfrentar la explotación, la violencia y la represión en sus territorios.
Las mujeres rurales-indígenas en lucha campesina de Latinoamérica, atienden al llamado del EZLN de continuar articulándose y organizándose contra el sistema capitalista patriarcal, compartiendo lo aprendido en la experiencia del “Primer Encuentro Internacional Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan” del 8 al 11 de marzo en el Caracol de Morelia, Zona Tzoj Chol, Chiapas.
A través de Rosemary Martínez, presidenta de la Organización de Trabajadores Agrícolas Fronterizos de EEUU-México, se escuchó la voz de las migrantes. Ella es chicana con raíces indígenas apache y yaqui, de la frontera de El Paso (Texas) y Ciudad Juárez; “La lucha de las compañeras zapatistas es una inspiración para todas las mujeres que luchamos día a día contra la explotación, la desigualdad, la violencia y la opresión del sistema patriarcal”.
Asimismo, Martínez afirmó que “Fue una experiencia donde aprendimos modos diferentes de aprender; no hablando, no respondiendo, nomás absorbiendo lo que estaba pasando. Escuchamos la palabra de las mujeres zapatistas, más que la palabra, el modo en que se encargaban. Aprendí con las acciones. Eso es lo que más agradezco, porque las zapatistas nos enseñaron sin palabras, en el modo que se encargaron con dignidad, con respeto y más que nada con el amor por las otras mujeres”
A sus 60 años confesó “Fue la primera vez que pude platicar sobre los abusos que me pasaron en el campo cuando era joven. Simplemente abrazar a las mujeres zapatistas que compartieron esos abusos conmigo y me dieron la fuerza para platicar de esas cosas que he pasado, y por qué tenemos la obligación de despertar la conciencia del pueblo sobre lo que está pasando. Levantar la voz y pedirle a los hermanos que también levanten la suya, que no les de miedo perder su trabajo porque nosotras como mujeres estamos perdiendo nuestra vida”.
Finalmente, Rosemary Martinez dijo que “De donde vengo, las mujeres que trabajamos en el campo agrícola y las empacadoras de comida somos las más pobres y las más discriminadas, a pesar de trabajar igual y a veces más que los hombres. En los campos de producción del chile u otros cultivos de Nuevo México y Texas, las mujeres ganamos menos que los hombres. Nuestros sueldos no llegan ni a la mitad de lo que pagan a ellos, pero además sufrimos mucho más abuso, similar de lo que está pasando aquí en México”.
Para Deolinda Carrizo, del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE-VC) de Argentina; “Ha sido un honor ir a ese espacio como delegada en nombre de la articulación de mujeres de la CLOC-VC. Fue un aprendizaje enorme poder estar en ese momento, en ese espacio tan místico y tan importante para los procesos de lucha de los pueblos en América Latina y ver que las zapatistas tengan esa convicción de continuar”.
Anclada en su experiencia, Carrizo afirmó que “Admirar la paciencia que ellas han tenido para las mujeres que estuvieron en el encuentro, a su capacidad organizativa con la cual han respondido de forma muy disciplinada, desde el primer día al último. Y los mensajes que nos han dejado tanto en la apertura como en el cierre”.
El MOCASE-VC de Argentina viene llevando adelante una lucha que no da descanso y por eso Carrizo aseguró que “También para ellas ha sido necesaria esta inyección de energía que nosotras hemos traído, que estamos todas juntas y vamos a continuar firmes por la vida de nuestros pueblos, contra la impunidad de este modelo capitalista patriarcal que sucede en los distintos territorios. Atendemos a su llamado de continuar articulándonos junto con otras organizaciones de mujeres que han venido de otros países, con sus historias y sus luchas.
Encontramos similitudes en el protagonismo de las mujeres para conducir procesos, que es algo que venimos trabajando como CLOC-VC a nivel de latinoamericano e internacional. Vamos tomando nuestro lugar por la capacidad que tenemos de conducir procesos revolucionarios. Esto habla también de las mujeres desde abajo, esa capacidad que vimos ha sido gracias a la colectividad de tareas y responsabilidades que, a lo largo de un año, han preparado para el éxito del encuentro”.
Finalmente, Carrizo sentenció que “Nos animaron, hicieron que sigamos desafiándonos a continuar la lucha. Ese desafío de ir cambiando los procesos que son más conducidos por hombres y que, por cuestiones burocráticas, el mismo sistema las arma para que el hombre se quede como eterno. La unidad de las mujeres pone en riesgo ese rol impuesto o naturalizado que tiene que ser el hombre el que conduce, hace y deshace.
Me parece que es un nuevo aire, un aire bien fresco, bien lindo que nos llevamos nosotras que participamos en el encuentro, para poder compartirlo y seguir. Como mujeres de la CLOC-VC nos llevamos nuevos aires y nuevos elementos para seguir contagiando en nuestros territorios”.
Mujeres tejedoras rebeldes de historias, resistencia y rebeldía, gritan juntas ¡globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!
Fuente: Voz Campesina, programa de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina) Radio Zapatista y Koman Ilel.
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