Desde hace cuatro día Israel bombardea la franja de Gaza. Pese a los llamados internacionales para detener estos ataques, Tel Aviv afirmó que llegará hasta las últimas consecuencias. El saldo parcial de la incursión militar es de 25 muertos.
Desde hace cuatro día Israel bombardea la franja de Gaza. Pese a los llamados internacionales para detener estos ataques, Tel Aviv afirmó que llegará hasta las últimas consecuencias. El saldo parcial de la incursión militar es de 25 muertos.
Cuatro días de bombardeos contra Gaza es una variante de la política represiva de Israel contra el pueblo palestino. En este caso, nuevamente el guión es el mismo: ante el lanzamiento de cohetes artesanales desde esa región contra la frontera israelí, el gobierno de Tel Aviv responde con una fuerza mortal. En cuatro días, los bombardeos de Israel contra la franja han dejado como saldo 25 muertos, entre los que se encuentra una niña de 13 años y militantes políticos, así como también más de 70 heridos.
El detonante de esta situación fue el asesinato, el viernes pasado, de Zuhair Qaisi, secretario general de la organización político militar de los Comités de Resistencia Popular (CRP). El dirigente fue abatido por la aviación israelí cuando se trasladaba en automóvil por el sur de Gaza. En ese ataque, también murió Mahmoud Hanani, integrante del CRP y uno de los presos políticos liberados por Israel a cambio del soldado Gilad Shalit.
El gobierno de Tel Aviv justificó los asesinatos de los dirigentes palestinos, acusándolos de terroristas, según lo manifestó el primer ministro Benjamin Netanyahu.
La respuesta a los asesinatos de los dirigentes palestinos no se hizo esperar y las brigadas Al-Quds, brazo armado de la Jihad Islámica, y los CRP admitieron haber lanzado más de 100 cohetes y obuses contra la frontera israelí.
Este último ataque contra Gaza fue el más cruento desde agosto de 2011, cuando fueron asesinados 29 palestinos en represalia por un atentado perpetrado en la península del Sinaí que cobrara la vida de ocho israelíes.
La franja de Gaza es la región más golpeada por la política represiva de Tel Aviv y los pobladores viven en permanente ocupación. Instituciones como la ONU han reconocido que el enclave costero se encuentra en permanente crisis humanitaria, debido al bloqueo comercial y económico impuesto por Israel desde 2006.
Repercusiones
Hasta el momento Israel no ha tomado en cuenta los llamados a detener este nuevo ataque contra Gaza, en un actitud que se ha repetido a través de los años.
El Cuarteto para el Medio Oriente -integrado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU- emitió un comunicado donde llama a “todas las partes a evitar acciones provocadoras”, pero en ningún momento menciona a los bombardeos de la aviación hebrea.
Luego de una reunión informal en Nueva York, los representantes del Cuarteto expresaron la necesidad de que Israel y Palestina retomen las negociaciones. El diálogo entre ambas partes ha sido suspendido en reiteradas ocasiones ya que Tel Aviv se niega a detener la expansión en territorio palestino, pese a los llamados de la ONU para que deponga la construcción de colonias judías.
Por su parte, la Liga Árabe (LA) solicitó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que adopte “una posición crucial” para detener los bombardeos contra Gaza.
El secretario general de la organización panárabe, Nabil Al Arabi, instó al órgano internacional a que asuma “sus responsabilidades para frenar esa agresión que viola los normas del Derecho Humanitario Internacional y del Convenio de Ginebra de 1949”.
A su vez, el gobierno chino condenó los ataques contra la franja y reclamó su “cese inmediato para evitar la muerte de más civiles inocentes”.
Pero, mientras las declaraciones siguen llenando las hojas de los diarios, en Gaza todavía se escuchan los zumbidos de los aviones israelíes y los estallidos mortales de las bombas entre los pobladores.