Por Manuel Soifer. El reciente documental de Julio Leiva nos muestra testimonios de fanáticos famosos y de anónimos peregrinos, viajes, rutas, campings e invasiones bárbaras. Maravillosas postales de esas “misas ricoteras” que periódicamente hacen vibrar al país.
“Piedra que late” es el nombre que Julio Leiva, periodista y productor radial de los ciclos “Tenemos malas noticias” y “Cheque en blanco,” eligió para el documental que comenzó a rodar en 2011 y que refleja lo que se conoce como “el rock del país”, es decir, las presentaciones que el Indio Solari, ex cantante de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, realiza a lo largo y a lo ancho de la Argentina y que en cada oportunidad movilizan a más de 50 mil personas.
“No cualquiera logra misa y peregrinación en el mismo acto”, asegura Lalo Mir, uno de los entrevistados en este documental que se estrenó simultáneamente para todo el país y de forma gratuita en Vorterix.com, la plataforma multimedial que Mario Pergolini, quien también da su testimonio, lanzó cuando se fue de Rock & Pop.
El documental refleja eso que los fanáticos llaman “misa ricotera” e intenta explicar algo casi tan difícil de entender como la religión. “Ver al Indio es como que tu equipo haga un gol cada dos minutos”, sintetiza Damián Stele, de Campana, que viajó hasta Tandil y amortizó gran parte de los gastos de su viaje a Tandil vendiendo artesanías. Stele es uno de los miles que se acercaron el 3 de Diciembre al Hipódromo, consiguiendo meter “una ciudad dentro de otra ciudad”, como lo define el periodista Marcos González, del diario “El Eco”.
“Necesitábamos la autorización de su música y nos parecía mejor que él eligiera el medio por donde difundir la película, él decidió que se viera por Internet”, agregó el director del filme que llevó un año y medio de trabajo, en una nota con la agencia de noticias Télam. “Le mandamos un trailer primero y nos dijo a través de su manager que quería verlo completo: a la tres semanas nos contestó que lo podíamos difundir”.
En cuatro días de rodaje, trabajando con una sola cámara a cargo de Andrés Gericke, Leiva consiguió, junto a un equipo de producción conformado por Carlos Sanfelippo y Alfredo Avalos en producción, Guido Valeri como productor asociado, y Maximiliano Díaz en la edición, documentar el peregrinaje de miles de personas que recorren, a veces literalmente, todo el país en caravanas que incluyen campings, asados, mate y una camaradería inédita en espectáculos de este tipo pero que son generados por la música y la poesía de Solari.
Y justamente es esa peregrinación que llama la atención porque Solari consigue lo que ningún artista local logra. Familias completas, grupos de amigos, parejas, pibes solos. No importan las distancias, ni los obstáculos. Nadie se quiere quedar afuera. Pero ¿qué es lo que lleva a toda esa gente a recorrer el país, muchas veces con un esfuerzo económico inexplicable? ¿Qué pasa por la cabeza de los fanáticos para ir a un recital dónde lo menos importante pareciera ser la música?
Otro de los testimonios que aporta “Piedra…”, es el de Camilo Blajaquis, seudónimo que César González utiliza para publicar sus libros. Blajaquis, poeta villero, cuenta cómo la música del Indio lo ayudó a atravesar los años que estuvo preso en el penal de Marcos Paz donde comenzó a acercarse a la lectura y a interesarse por temas políticos, filosóficos y por obras poéticas.
“Es la única banda capaz de borrar las barreras sociales en un segundo”, afirma Blajaquis, quien declara que “es realmente un sueño” ver a ricos y pobres bailando juntos porque “afuera, en la plaza pública” no sucede. Como si cada uno de los recitales fuera efectivamente un país aparte, una Patria Ricotera.
Pero definitivamente la joya oculta del documental es Santiago Nuñez, oriundo de Tandil y cantante de la banda Rey Garufa, tributo a Patricio Rey, un pibe de no más de 18 años que sorprende a todos con una voz idéntica al del propio Solari y que tiene su consagración tocando junto a los músicos de “Los fundamentalistas del aire acondicionado”, la banda que el Indio armó y que lo acompaña desde su debut solita “El Tesoro de los Inocentes (bingo fuel)”.
Hilvanando postales conocidas por todos los que alguna vez participaron de cualquier recital y con las voces de fanáticos, vecinos, comerciantes y hasta una pareja de jubilados que es sorprendida con tamaño evento en el fin de semana que deciden visitar Junín, los realizadores de “Piedra…” consiguen plasmar en la pantalla qué es lo que sucede cuando Solari anuncia sus fechas. “Yo conocí el país con el Indio”, afirma Juan Rosales, de Caballito, y sus dichos se ven reflejados en cada uno de los que recorrieron miles de kilómetros para que, cuando el fuego crezca, poder estar allí.