La pancarta reza "Schalke 04 – Campeón alemán".
Por Pablo Tano. Mezcla de mito con realidad, el fanatismo de Adolf Hitler por el Schalke 04 es reconocido desde hace décadas. Uno de los clubes más populares de Alemania, fue múltiple campeón de la Bundesliga en los años del Tercer Reich.
Hace algunos años, más precisamente en 2008, el prestigioso diario inglés The Times publicó un informe con los 50 peores hinchas famosos de los clubes de fútbol. Y como no podía ser de otra manera, el dictador nazi Adolf Hitler encabezó el primer puesto del ranking por su estrecha vinculación con el Schalke 04, de Alemania, durante los años ’30 y ’40. Esto es lo que cuenta la historia y sus negros capítulos.
Aquel comentado artículo llevaba como título: “Las celebridades que no querrías que apoyaran a tu equipo”. ¿Pero cuál era la verdadera relación entre Hitler y la institución del humilde barrio industrial de Gelsenkirchen? ¿Fue un fanático con todas las letras o usó la popularidad del fútbol para masificar su ideología? Se presentan varios interrogantes que trataremos de desmenuzar en este espacio.
Durante el régimen nazi, el club minero situado en la región del Ruhr, se convirtió en un gigante llegando a nueve finales de Bundesliga y conquistando seis, entre 1933 y 1942. Además, llegó a contar con más de 70.000 seguidores que colmaban el estadio Glückauf – Kampfbah, algo sorprendente para la época. Algunos escritores e historiadores señalan que Hitler, quien casi bombardeó Old Trafford (estadio del Manchester United de Inglaterra), apoyaba al exitoso club y que hasta los jugadores del plantel recibían honorarios del Gobierno y posiciones destacadas en las SS. Incluso, las estrellas del equipo, Ernst Kuzorra y Fritz Szepan, eran utilizados como portavoces de propaganda política.
El entonces influyente ministro de Propaganda y lugarteniente del Führer, Joseph Goebbels, reconoció en una ocasión que “ganar un partido tiene más importancia para la gente que conquistar una ciudad en el Este”.
Sin embargo, el escritor germano Ulrich Hesse, autor del libro “Tor!: The Story of German Football”, sostiene que fue un simple mito el que Hitler fuera fanático del Schalke. “El Schalke 04 era el equipo de la mayoría de los soldados nazis y Hitler, junto a Goebbels, utilizaron el fútbol como propaganda, ya que era el deporte más famoso del país”, y agrega: “Hitler sólo asistió a un partido de fútbol en su vida (fue durante los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 entre Alemania y Noruega, donde los teutones perdieron por 2 a 0). Él detestaba el fútbol porque creía que era poco masculino y muy inglés”.
“Hitler sabía que -prosigue Hesse- si quería atraer a más personas al partido nazi, tenía que utilizar el fútbol, pero él siempre prefirió el boxeo, el motociclismo y los deportes clásicos alemanes como el remo”.
Una vez más, los tiempos pasados y los acontecimientos históricos vinculan al fútbol y la política. Una relación de poder que ha sido una constante. El magnetismo que tiene el deporte más popular y pasional del mundo lo ha convertido en un rehén donde la mente perversa de muchos genocidas encontraron, lamentablemente, un espacio para difundir sus ideas adormeciendo a los hinchas genuinos con el éxito que, como alguna vez lo definiera Marcelo Bielsa, “es deformante, relaja y engaña”.