Por Francisco Farina
Alberto Castilla es el primer congresista campesino en la historia de Colombia. Cumple el doble rol de senador por el Polo Democrático Alternativo y dirigente campesino del Congreso de los Pueblos. En entrevista con Marcha, analiza el proceso de paz en su país y los desafíos del movimiento popular.
¿Cómo analizan los diálogos de paz que se están realizando entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)?
Desde que se anunció la instalación de una mesa entre las FARC y el gobierno, el CNA y el Congreso de los Pueblos nos movilizamos para respaldar esa iniciativa, porque nosotros creemos en la solución política, pero también nos movilizamos para decir que a esa metodología le faltan voces, le falta la participación de otros actores y decíamos entonces que no puede haber paz completa si no está el ELN y si no está inclusive el EPL –otra insurgencia que existe en Colombia-. Entonces consideramos, y es nuestra lectura, que la paz significa resolver problemas estructurales; la paz significa cambios en las condiciones de vida, transformaciones profundas en las estructuras del Estado y que esa paz se construye con las agendas sociales, con las agendas políticas del movimiento social.
Hemos planteado entonces la necesidad de respaldar la solución política, el fin del conflicto armado le haría mucho bien a la sociedad colombiana, le haría mucho bien a América Latina pero también creemos que la paz también significa mayores garantías y condiciones para la participación de la sociedad y que se resuelvan los problemas que de fondo tenemos pero que también exista una política pública coherente, una política emitida del gobierno nacional que busque resolver esos problemas y no enviar mensajes contradictorios para la construcción de la paz, como los que actualmente están surgiendo desde el gobierno colombiano.
¿Cuál es la situación del campesinado en Colombia? ¿Se están pensando nuevas acciones de protesta?
En 2013 se expresó el campesinado después de muchos años de haber sido marginado, acallado y asesinado, y resurgieron las luchas, pero surgen con una decisión: trabajar por la unidad del movimiento agrario. Así construimos un pliego unitario y nos conformamos en una plataforma que llamamos la Cumbre Agraria Campesina Étnica y Popular, un espacio de articulación con un pliego de ocho ejes estratégicos que consideramos deben resolverse para poder avanzar en las condiciones de vida digna. Ese es un momento muy importante porque sobre todo que para el gobierno colombiano los campesinos no existimos, no hay ninguna medición estadística oficial que diga cuántos y cuántas campesinas somos en el país. Nosotros somos más de 10 millones en Colombia pero la Constitución sólo habla de trabajadores agrarios y el campesino es más que un trabajador, no se reduce su identidad a la actividad laboral, el campesinado es una construcción cultural.
Hoy estamos en un buen momento de articulación del campesinado, estamos aportando de manera importante al fortalecimiento del movimiento social colombiano, pero sobre todo estamos diciendo que para avanzar en la construcción de paz en Colombia, se requieren nuestras voces y que un dialogo/negociación entre movimientos sociales y gobierno nacional podría llevarnos a obtener una paz estable y duradera.
Su armado electoral, el Polo Democrático Alternativo, tiene un IV Congreso y elecciones internas el próximo domingo. ¿En qué se sustenta este partido y qué se elige en el congreso?
Nosotros hemos venido discutiendo que como movimiento social tenemos que dar una salto, un salto cualitativo, nosotros vamos al paro o a la movilización social, reclamamos derechos, nos expresamos en la universidad, en las calles, en las carreteras, pero necesitamos llegar a la institucionalidad, disputar la institucionalidad. No para acomodarnos en ese espacio, sino para generar el debate de lo que significa esas instancias, de lo que significa la toma de decisiones a partir de no contar con la decisión de la gente. Entonces consideramos que nuestra actuación política para disputar esa institucionalidad debe hacerse con un instrumento electoral que reúna todos los requisitos pero que recoja también todas nuestras luchas.
Hoy estamos avanzando en la construcción del Polo Democrático Alternativo, el domingo vamos a tomar las decisiones políticas que buscan que el Polo Democrático Alternativo sea un partido moderno, un partido que responda a las exigencias de la sociedad. Los movimientos políticos deben estar en una relación directa con las luchas sociales, y eso es lo que buscamos: avanzar en un instrumento electoral del tamaño de nuestras aspiraciones, que recoja la lucha social, que recoja el sentimiento de las minorías, que permita la participación.
Por ahora avanzaremos en fortalecer el Polo Democrático Alternativo, pero somos convencidos que hacia adelante, y por la situación política que vive Colombia, se requiere un espacio mayor de articulación: con sectores de la izquierda, de demócratas, de progresistas, de los que queremos el buen vivir, de los que estamos contra el modelo extractivita, de los que estamos por defender el agua, es decir, tiene que haber una articulación del movimiento social y del movimiento político que nos permita recuperar nuestra vocación de ser gobierno. Mientras ese momento llega, fortalecemos el Polo Democrático Alternativo.
¿Cuáles son las expectativas, desde el Congreso de los Pueblos y el Coordinador Nacional Agrario, para este VI Congreso de la CLOC VC?
Este es un espacio de articulación de las luchas, principalmente. Cada Congreso se define una línea estratégica, en esta ocasión se ha empezado a dictar una lucha contra el capitalismo y en defensa de la soberanía de nuestros pueblos. Nosotros desde Colombia venimos buscando articular aquí una lucha muy importante por el reconocimiento del campesino como sujeto político de derechos. Consideramos que, más allá de declaraciones de derechos, más allá de convenios internacionales, se debe reconocer al sujeto político para que sea precisamente sujeto de derechos. En ese sentido, para el momento que vivimos en Colombia de expectativa frente a la posibilidad de poner fin al conflicto armado y empezar un proceso de construcción de paz, es fundamental avanzar en que el campesinado sea reconocido a nivel de la constitución política de Colombia. Y tenemos el desafío de articular estas luchas en este Congreso con las organizaciones de América Latina y el Caribe.
¿Qué cuestión le interesa rescatar en este contexto que se vive en la región?
Es importante destacar que el camino en el que estamos es un camino de construcción de poder, que tenemos en el horizonte nuestra vocación de ser gobierno, que lo más importante es la lucha transformadora, la luchas sociales, las luchas del movimiento popular, pero que no podemos perder ninguna oportunidad táctica para llegar a los escenarios donde hoy se pueden posicionar nuestras apuestas políticas y eso hará posible entonces un mayor entendimiento del movimiento social y lucha institucional nos permitirá avanzar en los objetivos que no son otras cosas que cambiar las condiciones.