Por Laura Salomé Canteros/ Foto por Constanza Portnoy
La demanda por la oficialización y el reconocimiento dentro de la educación pública de los bachilleratos populares lleva casi una década. Enmarcados en la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha, hoy se movilizan a La Plata a la espera de la respuesta política que otorgue títulos oficiales, becas para estudiantes, salario docente y presupuesto para estas escuelas nacidas de las organizaciones sociales.
“Néstor Ribet (segundo de Nora De Lucía, a cargo de la cartera de Educación de la provincia), se comprometió delante de estudiantes, docentes y egresados a darnos una respuesta antes del receso escolar de invierno”, y por eso, “nos vamos a convocar, vamos a estar en estado de asamblea constante, vamos a estar tanto estudiantes como docentes (algunas que estamos sin cobrar) expectantes a la respuesta que nos prometieron”. Así adelanta Paula Ordoñez, docente del bachillerato popular Ñanderoga de Vicente López e integrante de la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha, la concentración de hoy por la mañana frente al Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires.
“Desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires a través de la Dirección General de Escuelas, se comprometieron a hoy darnos una respuesta política a lo que venimos pidiendo desde hace varios años”, señaló Ordoñez.
En específico la demanda se potencia en el objetivo que llevó los últimos once meses de negociaciones que es que al menos los cinco convenios que quedaron sin firmar, y por lo tanto oficializar y reconocer dentro de la educación pública, desde fines de 2011 se puedan activar.
Diversificar la dimensión educativa
“Una de las dimensiones más importantes que están teniendo los movimientos sociales en América Latina es en el área de educación”, sostiene Juan Wahren, sociólogo integrante del Grupo de Estudios sobre Movimientos Sociales y Educación Popular del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
“Los movimientos sociales a la vez que resistieron a las reformas del neoliberalismo que se instalaron en nuestros países desde los años ´70, comenzaron a crear alternativas concretas sobre la vida cotidiana de la población, como la salud comunitaria, la producción por medio de cooperativas o espacios de comercialización alternativas, de autodefensa en los piquetes o movilizaciones, esbozos de autogobierno y por supuesto educación popular”, reseña Wahren.
“Poder crear espacios educativos autogestionados, proyectos políticos pedagógicos ligados a las luchas de los movimientos sociales debe ser una puesta en práctica a la altura de la dimensión de lo importantes que son para el conjunto de la sociedad y de los movimientos sociales en Argentina y América Latina”, define el sociólogo.
“Quiero mi título”
A través de un comunicado la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha denuncia el “desinterés del gobierno de la provincia de Buenos Aires por la educación de las y los más pobres” en el acto de “no dar respuesta a las demandas del pueblo por una educación digna sino que precariza las condiciones educativas y laborales”. Señalan que a pesar de “los avances administrativos”, aún no han comunicado la decisión política prometida en el acto de oficializar los convenios pendientes.
Los “Bachis” están a lo largo y a lo ancho de todo el país aunque la mayoría se concentran en la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Escuelas autogestionadas por los movimientos sociales, fábricas recuperadas, movimientos de trabajadores desocupados o territoriales, aún hay 14 que no se encuentran oficializadas a pesar del largo proceso burocrático -que parece indiferente- y de las numerosas negociaciones, medidas de acción, protesta y visibilización, inspecciones, reuniones y mesas de trabajo e intercambio que desde mayo del año pasado se vienen llevando adelante.
“El ´Bachi´ me dio un espacio donde me sentí querida y acompañada”. De esta forma recuerda su experiencia de aprendizaje y enseñanza, una joven egresada del Bachillerato popular Ñanderoga, quien tomó la palabra en la conferencia de prensa que se realizara el pasado 22 de junio frente a la casa de la provincia de Buenos Aires en la CABA. “Yo voy a seguir luchando para conseguir la oficialización porque quiero el título de donde yo estudié. Voy a seguir luchando hasta tenerlo, es importante no bajar los brazos y continuar la lucha porque yo quiero mi título”.
El requerimiento de oficialización, es un reclamo al Estado nacional y provinciales desde los inicios de la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha. En CABA se ha logrado a partir de la lucha colectiva la oficialización de varios bachilleratos populares, aunque suene irrisorio durante la gestión de Mauricio Macri. En cambio, el reclamo en provincia de Buenos Aires no llega a buen puerto desde que dejó el Ministerio de Educación Mario Oporto en diciembre de 2011, cuando llegaron a firmarse cinco convenios (corresponden a cinco bachilleratos), sin culminar los caminos burocráticos de la oficialización definitiva. El avance de la firma de por lo menos los cinco convenios, serviría como antecedente para continuar la lucha por la oficialización de los bachilleratos populares restantes.
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