Ante un auditorio lleno, Cristina anunció la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF
La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, anunció ayer en cadena nacional el envío de un proyecto de ley para expropiar el 51% de la petrolera YPF. Al mismo tiempo, la intervino mediante decreto. Los pormenores del discurso y las repercusiones en distintos sectores políticos.
El Salón de las Mujeres de la Casa Rosada estuvo colmado el día de ayer. Militantes, empresarios y una gran cantidad de funcionarios, incluyendo a la casi totalidad de los gobernadores de las provincias, se encontraron allí, expectantes para escuchar el discurso.
Los hechos
El proyecto de ley presentado por la presidenta Cristina Fernández supone la expropiación del 51% de las acciones de YPF que pasaran a manos del Estado Nacional. La misma se realizaría sobre el 57% de las acciones con las que actualmente cuenta la empresa española Repsol dejando intactas las acciones del grupo Petersen de la familia Eskenazi y las acciones de otros inversores.
Sobre el total de acciones estatales se dividirá en un 26% para el estado nacional y un 24% para las provincias productoras de hidrocarburos. Sin embargo, estas acciones están sindicadas, esto quiere decir que van a tener que votar siempre en la misma dirección dándole uniformidad a la intervención estatal en la empresa. Finalmente, el proyecto también prevee que, en caso de querer vender este paquete accionario o parte de él, se necesitará la aprobación de una mayoría de dos tercios del Congreso Nacional.
A su vez, mediante el decreto nro. 529/2012 se declaró de “interés público nacional y como objetivo prioritario de la República Argentina el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos, así como la explotación, industrialización, transporte, y comercialización de hidrocarburos” y se enumeraron las condiciones en las que se llevará adelante la expropiación de ser aprobado el proyecto de ley en el congreso de la nación. Allí se encuentran especificados los pormenores de los nuevos organismos estatales creados para gestionar la empresa y sus funciones, como el Consejo Federal de Hidrocarburos.
Las palabras
“Realmente somos el único país de Latinoamérica -y yo diría casi del mundo- que no maneja sus recursos naturales” afirmó Cristina al poco tiempo de comenzar a hablar, tema que luego retomaría haciendo un repaso minucioso por la participación estatal en las empresas petroleras y gasíferas de diversos países.
Con esa introducción, realizó un recorrido por la situación de YPF y la falta de inversiones de Repsol en el país, a la vez que problematizó la reducción del saldo comercial de la empresa que fue “entre el 2006 y el 2011 del 150%”. Mencionó también que en 2011 “tuvimos que importar combustibles por 9.397 millones de dólares”, cifra que casi equipara el superávit comercial argentino del año pasado. A su vez, aclaró que aún en ese contexto y contrayendo el nivel de producción, YPF logró del 2003 a esta parte aumentar un 113 por ciento sus ventas, mediante el aumento de precios.
En clara referencia a los dichos de funcionarios españoles los últimos días, Cristina Fernández afirmó: “esta Presidenta no va a contestar ninguna amenaza, no va a responder ningún exabrupto, no se va a ser eco de las faltas de respeto o las frases insolentes que algunos dijeron, primero porque represento a los argentinos y segundo porque soy una Jefa de Estado no una patotera”.
Sobre las condiciones en las que se da la expropiación, y para despejar dudas sobre sus intenciones, explicó que eligió no estatizar la empresa sino recuperar “la soberanía y el control de un instrumento fundamental”. Y luego agregó: “seguimos conservando la forma de sociedad anónima, seguimos funcionando de acuerdo a la ley de sociedad privada”.
En relación al vínculo con Brasil y su empresa Petrobras, que también cuenta con mayoría estatal en su composición accionaria, afirmó que lo eligieron como el “socio comercial más importante” y que pretende construir “una relación de igual a igual para en forma conjunta ayudar a que esta América del Sur se convierta también en una región de autoabastecimiento”. Luego, mencionó la importancia del Mercosur y de que Venezuela se sume al mismo para cerrar un “anillo energético” entre ese país, Brasil y la Argentina.
Acerca de la participación de las provincias argentinas en la empresa, dijo que existe una “necesidad de alinear los intereses del Estado Nacional y sus provincias porque no hay Nación sin provincias ni hay provincias sin Nación” y explicó como se reflejará eso en la gestión de YPF mediante la sindicación de acciones.
Justificó también la voluntad del proyecto de ley de que se necesiten dos tercios del congreso para realizar potenciales transferencias de la empresa a futuro diciendo que “si algún día, después de mí, quieren de vuelta vender patrimonio del Estado van a tener que hamacarse un poco para juntar las dos terceras partes”.
Refiriéndose al empresariado, expresó: “con toda empresa argentina cuyos accionistas sean extranjeros, tengan la certeza que en la medida que acompañen al crecimiento del país, como lo ha hecho la inmensa mayoría, vamos a seguir trabajando codo a codo”. Por otro lado, convocó también a los trabajadores, “a que cada uno en su puesto de lucha ayude a reconstruir esta gran empresa para todos los argentinos”.
Explicó que la decisión es sobre el 51% de las acciones de Repsol “para tomar el control” y que no han “afectado a aquellos que con buena fe compraron en la Bolsa”.
También nombró al Ministro de Planificación Federal Julio de Vido como interventor de la empresa y al joven funcionario Axel Kiciloff como parte del equipo que lo asistirá en esa tarea.
Por último, hizo referencia a los aumentos de precios y la falta de abastecimiento de yerba mate: “además de proteger a la industria nacional voy a proteger a los usuarios y consumidores porque son la misma cosa”. Luego agregó que “si no acomodan el precio de la yerba a un valor razonable vamos a autorizar que se importe yerba para que la gente tome mate.”.
Las repercusiones
Luego del anuncio oficial Marcha dialogó con Francisco “Tito” Nenna, legislador de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente para la Victoria, Christian Castillo, dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y Alejandro Bercovich, economista y periodista. Tres visiones sobre el proyecto de ley y el discurso de la presidenta.
El legislador porteño aseguró que “hoy tenemos la oportunidad, a través de este proyecto, de recuperar los recursos naturales saqueados durante los ‘90. Y de ponernos en sintonía con lo que son la mayoría de los países del mundo”. Además agregó: “para mí y para muchos de los que estuvimos presentes en la casa de gobierno hoy, la emoción embargó todos nuestros cuerpos, toda nuestra sensibilidad. Y creo que tal cual lo hizo la presidenta es el llamado a todos los sectores políticos, sociales, culturales y empresariales nacionales a avanzar en lo que es esta recuperación”.
Por su parte Christian Castillo sostuvo que la postura de su partido es que a Repsol “hay que expropiarlos sin pagarles un solo peso y no sólo el 51% de la empresa, sino que la empresa tiene que ser nacionalizada y puesta bajo gestión de los trabajadores”. Explicó que de lo que se trata es de “tener un control real de los recursos petrolíferos y gasíferos para que esta renta vaya íntegramente a satisfacer las necesidades del pueblo trabajador”.
Finalmente, Alejandro Bercovich puso de manifiesto que “se trata de una buena noticia el sacarle el control a Repsol que en estos 12 años que controló la compañía giró más ganancias de las que generó y con eso financió su expansión en Libia, en varios países de África, en Estados Unidos, en Europa”. Y agregó que además lo hicieron “con la complicidad primero del menemismo que garantizó su ingreso y luego del kirchnerismo que gobernó durante estos 8 años”. De todas formas, saludó la expropiación de estas acciones: “bienvenida la gestión estatal porque todos los países hermanos latinoamericanos tienen petroleras estatales”. Sin embargo, remarcó que hay que poner la mirada en como se vayan dando las cosas a partir de ahora: “el desenlace de todo esto va a depender de quién ponga la tarasca, como siempre. Puede llegar a controlar la empresa el Estado pero no tiene el Estado la espalda necesaria como para hacer las multimillonarias inversiones que hacen falta para sacar el petróleo de esas cuencas que descuidó YPF”. Así, hizo hincapié en que lo que va a haber que mirar con mucha atención es con quien se asocia la YPF estatal “porque los chinos están mirando con mucho cariño las reservas petroleras que le quedan a Argentina todavía. Así que veremos si la españolización no se transforma en chinización y si el Estado tiene la capacidad como para imponer una visión estratégica que es lo que hace falta. Justo a 100 años de la creación de YPF por parte de Mosconi allá por 1912”.