Por Mauricio Polchi
Este lunes, delante de su pareja y su pequeña hija, Lucas Cabello recibió tres disparos cuando ingresaba a su casa de La Boca. La versión policial habla de un enfrentamiento. Sus familiares y los vecinos, que desmienten esa teoría, realizaron una protesta y cortaron la calle Almirante Brown.
Otra vez la Policía Metropolitana, otra vez el sur de la Ciudad de Buenos Aires, otra vez un pibe, y otra vez un pibe humilde. La inseguridad, otra vez, se viste de uniforme. En menos de un año la fuerza de seguridad porteña, de Rivadavia para el otro lado, protagonizó varios casos de violencia institucional. Lamentablemente, la mayoría de los hechos terminan con jóvenes muertos, familias destrozadas y ningún detenido. En diciembre pasado, en Barracas, una camioneta policial atropelló y mató a Nehuen Rodríguez*, el chico que salía a festejar el ascenso de su querido club Huracán. Meses después, Robertito**, de 16 años, fue asesinado de un tiro en la nuca por otro agente metropolitano. Ahora, a la lista de baleados se suma Lucas Cabello, que recibió tres tiros y pelea por salvar su vida en el Hospital Argerich.
Camila, la pareja de Cabello, y la hija de dos años de ambos, vieron cómo el efectivo de la Metropolitana lo remataba en la puerta de su casa, en Martin Rodríguez al 500. Lucas había ido a comprar algo para comer y cuando regresaba discutió con el policía que estaba en la puerta. Después del cruce verbal, sonaron los disparos. El primero le da en la garganta, lesiona la médula y cae. En el piso recibe otros impactos, uno en la pierna y otro en un testículo.
Por su parte, los voceros de la Policía Metropolitana informaron que lo que pasó el lunes a la tarde en el barrio porteño de La Boca fue un “tiroteo”.
“Una mujer que tenía un botón de pánico por violencia de género alertó al policía de consigna que la persona denunciada había violado una restricción de acercamiento. Le dijo como estaba vestido y el policía cuando lo localizó le dio la voz de alto. La persona le disparó y ahí se dio un tiroteo”, dijo un responsable de prensa al sitio Infojus Noticias.
Sobre el argumento policial de que llegó solo al centro de salud, Camila aclara que no esperaron una ambulancia y ellos mismos lo trasladaron rápidamente.
“Mi hijo está peleando por su vida y encima quieren ensuciarlo. No fue un enfrentamiento narco ni un tiroteo”, respondió a la prensa Carolina Vila, la madre de la víctima. Además, Vila reconoció que en su cuadra siempre había un policía de consigna por un caso de violencia familiar, pero según ella su hijo no está involucrado en ese episodio.
Luego de la brutal agresión, que se suma a otras causas de violencia institucional en la misma zona registradas en el último tiempo, el muchacho fue trasladado de urgencia al Hospital Argerich, donde se comprobó que tiene heridas de arma de fuego en la garganta, el abdomen (con el bazo seriamente afectado) y finalmente un balazo en los testículos. El uniformado, por su parte, tuvo que declarar en la comisaría 24.
Si bien se desconoce cómo está caratulado el expediente, este martes la abogada Gabriela Carpinetti se presentará en la Fiscalía de La Boca, a cargo de Susana Calleja, para que la tomen como querellante en la causa en representación de la familia de Lucas, quienes solicitaron ayuda a la Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN).
Sus vecinos, que conocen a Lucas desde pequeño, movilizados por la bronca salieron a las calles para reclamar el esclarecimiento y justicia.
No es la primera vez que la Policía Metropolitana está vinculada a un hecho de violencia institucional. Entre 2011 y 2014 se registraron 20 muertes en manos de esta fuerza.
Los otros casos recientes mencionados:
*El 15 de diciembre del año pasado a las 00:30 hs, cuando transitaba con su moto y salía a festejar el ascenso de su querido club, una Ford Ranger de la Policía Metropolitana conducida por el oficial Daniel German Castagnasso –acompañado por el subinspector José Daniel Soria Barba–, lo atropelló y mató en la intersección de las calles Brandsen y Dr. Ramón Carrillo, en el barrio de Barracas.
**El 7 de febrero de este año Roberto Autero murió como consecuencia de un disparo efectuado por el oficial Sebastián Torres de la Policía Metropolitana. No hay discusión acerca de la autoría y tampoco sobre la causa de la muerte. El chico falleció como consecuencia de las lesiones producidas por una bala que ingresó en su nuca y salió por su frente.