Por Martín Zelaya desde Río de Janeiro / Foto: AP
En distintos puntos del vecino país se realizaron movilizaciones a favor de la legalización del aborto. Río de Janeiro fue uno de los centros donde cientos de mujeres marcharon con pañuelos verdes al estilo argentino y visibilizando la problemática de las muertes que genera la clandestinidad.
Después de lo que fue un momento histórico para la lucha feminista argentina, cuando la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo, la “marea verde” sigue creciendo en el continente y llegó a Brasil.
El pasado viernes, cientos de mujeres se movilizaron por el centro de Rio de Janeiro para exigir un debate y el tratamiento de una ley para legalizar el aborto.
“Lo que pasó en Argentina fue importante para trazar una onda feminista para Brasil, ya que la gente ocupa las calles para hacer este reclamo y pedir al gobierno por legalización del aborto”, sostuvo Fernanda una de las militantes que acompaña el reclamo.
Al menos, unas 400 mil mujeres mueren por año a causa de la práctica clandestina. En su mayoría afecta a la población negra y de bajos recursos. Por esto se habla de que el debate debe ser
una cuestión de salud pública y no religiosa. “Es que la mujer con una buena posición social puede hacerlo sin morir”, detalló Fernanda.
De acuerdo a la ley, en Brasil, se puede abortar en dos casos. Uno es por violación y otro por feto anencefalico (malformación tubo neural que afecta al cerebro). Desde 2015, en el vecino país se vienen presentando proyectos de ley para dar por tierra con esas excepciones y esto puso en alerta a los movimientos feministas y redobló la apuesta para visibilizar la demanda de legalizar el aborto.
El movimiento de mujeres se muestra cada vez más internacional, por eso hay mucha atención con lo que acontecerá en Argentina y muchas mujeres de países vecinos acompañando a sus hermanas brasileras para poder unir en un solo grito el reclamo de todas.
Las mujeres tienen claro que el poder de la religión será el principal escollo en este camino que tomaron. Es que en Brasil, a diferencia de otros países, la religión está ligada al capitalismo financiero, la prueba fiel de ello es que muchos políticos que ocupan su bancada en el Parlamento tiene un origen cristiano. Por ejemplo, en la actualidad Río de Janeiro cuenta con un alcalde como Marcelo Crivella, un religioso metodista.
Agosto será un mes más que importante para la lucha de las mujeres porque se ha convocado a una audiencia pública por parte del Supremo Tribunal de Justicia para discutir la legalización del aborto, no en un ámbito legislativo pero si judicial.
“Es muy importante porque este espacio es donde varios derechos fueron y son garantizados y es una oportunidad para que los movimientos de mujeres vuelvan a las calles a llevar esta cuestión”, sentenció Josefina, una mujer argentina que acompaña la lucha de sus hermanas.