Este lunes comenzó la fase oral del juicio que se está llevando a cabo en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para delimitar la frontera marítima entre Perú y Chile. El demandante, Perú presentó sus argumentos durante estos dos primeros días.
Perú demandó a Chile ante la CIJ en 2008 ante la negativa del país trasandino a discutir el asunto de las fronteras marítimas entre ambos Estados, tal como Lima venía reclamando al menos desde 1986.
La fase oral del proceso es la primera que tiene carácter público y consiste en la exposición de alegatos. Perú inició el suyo durante los dos primeros días de esta semana. En tanto, Chile podrá hacer lo propio el jueves y el viernes, y ambos países dispondrán de una nueva jornada para exponer argumentos: Perú el martes 11 y Chile el viernes 14.
Sobran los motivos
El jefe de la delegación peruana, Allan Wagner (ex canciller y actual embajador peruano ante Holanda) sostuvo que “no existe ningún tratado” que haya fijado la frontera marítima entre Perú y Chile y que este último “no ha logrado demostrar ni dónde ni cuándo quedó establecido el límite marítimo”.
Por su parte, el abogado inglés Michael Woods, que defiende la posición peruana, citó un informe jurídico encargado por la Cancillería de Chile en 1964 sobre la declaración tripartita (junto a Ecuador) de 1952 que Chile invoca como definitorio del límite marítimo con Perú.
El documento señala que “no existe un pacto expreso para determinar las fronteras laterales de los mares territoriales respectivos”, criterio bajo el cual Perú pide a la corte que defina su límite marítimo con Chile.
Según Wood, el informe añade que otro acuerdo tripartito invocado por Chile, de 1954, “no supone un pacto en virtud del cual las partes hubieran establecido una frontera marítima”, que según Chile es el paralelo geográfico y de acuerdo con Perú debe ser una línea equidistante de ambas costas.
Wagner dijo a los jueces del tribunal internacional con sede en La Haya que los tratados de 1952 y 1954 tuvieron el objeto de que los tres países signatarios pusieran de manifiesto ante la comunidad internacional una política de defensa y protección de sus recursos pesqueros, que hasta entonces eran explotados por grandes flotas extranjeras.
Por ese motivo, explicó, que las tres naciones proclamaron su jurisdicción hasta una distancia mínima de 200 millas de sus costas. “La Declaración de Santiago nada tenía que ver con las fronteras laterales; se enfocaba en la extensión de 200 millas de los tres estados, con miras a las actividades depredadoras de flotas balleneras extranjeras”, advirtió Wagner.
El abogado Rodman Bundy señaló que Chile publicó diversos mapas oficiales durante 40 años, “sin consignar una frontera marítima con Perú” y solo lo hizo en forma “tardía e interesada” y “fabricó” un límite cuando Lima le pidió negociar el tema en 1986.
El jefe de la delegación peruana describió las gestiones iniciadas en 1986 cuando era canciller del primer gobierno de Alan García y afirmó que Chile respondió entonces que “estudiaría el asunto y volvería al mismo a su debido tiempo”, pero “no dio ninguna indicación de estar estudiando el asunto”.
“Más bien, en los 90 inició una serie de medidas unilaterales para crear la sensación de que ya existía una frontera marítima con Perú”, entre ellas la publicación de mapas en los que “pretendía mostrar una frontera marítima con Perú, pese a que no lo había hecho durante 40 años”, manifestó Wagner.
El diplomático agregó que en 2000 Chile depositó esos mapas en la ONU, lo que motivó una protesta peruana, y que en 2004 Perú propuso oficialmente iniciar negociaciones bilaterales para delimitar la frontera, lo que fue rechazado por Santiago y condujo a que en noviembre de ese año los cancilleres de ambos países firmaran una declaración conjunta admitiendo que tenían posiciones diferentes sobre el tema del límite marítimo.
Luego de que ambos países expongan sus argumentos los jueces del tribunal deliberarán para emitir el fallo, que se estima que sucederá a mediados del año próximo.