El matutino radial Llevalopuesto entrevistó a María Elena Naddeo. La Legisladora porteña por el Frente Progresista Popular analiza el rol de la Legislatura frente al Macrismo. La votación por las Juntas de Clasificación Docente. La imposibilidad de un freno opositor a la mayoría macrista.
¿Cómo caracteriza el trabajo de la legislatura porteña de los últimos cuatro años?
Es una etapa complicada en la Ciudad de Buenos Aires porque evidentemente el gobierno de Mauricio Macri le da una dinámica sumamente controvertida a la gestión de su gobierno, y la Legislatura frente a esto tiene una responsabilidad enorme. Existen temas muy complejos y realmente no hemos podido constituir desde la oposición un acuerdo programático que permita contrarrestar y que permita frenar el avance de esta nueva derecha, muy teñida de aquellos principios ideológicos del neoliberalismo, del Consenso de Washington, de la década del 90, es un revivir de las políticas del Banco Mundial, del viejo Fondo Monetario Internacional.
Esta situación nos resulta muy difícil contrarrestar en la Legislatura y prueba de ello es la votación de las Juntas de clasificación docente donde perdimos por 3 votos de diferencia. Votos que fueron prestados por partidos de la oposición: concretamente por la Coalición Cívica. Algo que también se refleja por ejemplo en las votaciones muy parejas que enfrentamos, por ejemplo con la prohibición de la venta ambulante, o con la venta de inmuebles públicos, esta manía que tiene el PRO de vender inmuebles de la ciudad, que como iniciativa permanente es una forma de privatizar el Estado para dedicarlo a generar recursos de rentas generales, cuando en realidad las rentas generales de la ciudad han crecido enormemente ya que hay una muy buena recaudación.
El balance yo diría que es negativo. Por un lado hay mucho trabajo de parte de los bloques como el nuestro, Frente para la Victoria (FPV), Nuevo Encuentro, Proyecto Sur, hay mucho trabajo positivo, pero por el otro lado hay un empate político que muchas veces se vuelca a favor del PRO.
La correlación de fuerzas se vio que cambió cuando se perdió la importante votación respecto a las Juntas de Clasificación docente ¿Es un anuncio de los años que vendrán?
Posiblemente porque el PRO consolida un bloque de 26 legisladores, más o menos lo que ya tenía, pero agregan dos pases de la Coalición Cívica. Se trata de Adriana Montes y Juan Pablo Arenaza, quienes ya están votando con ellos pero han planteado una alianza más importante a partir del 9 de diciembre. Así ya tiene 28 votos propios. Para las votaciones que son de mayoría simple, cuando llegan los expedientes al recinto publicados sin apuros, van a tener mayoría porque siempre hay ausencia del otro lado y es muy difícil consolidar los 32 opositores. Vamos a tener que trabajar mucho. Sinceramente creo que hay que hacer un espacio de concertación con el FPV, Nuevo Encuentro, Frente Progresista Popular, Proyecto Sur, Buenos Aires Para Todos. Me parece que hay que hacer una revisión hasta con la UCR, que tiene 2 legisladores. Ellos votaron con nosotros, con los docentes, por las Juntas de Clasificación, eso hay que valorarlo, y así poder articular un espacio que sea realmente de construcción de una alternativa opositora de poder, que realmente haga valer este peso y contrabalancear lo que ha construido el PRO en estos años, que realmente es mucho.
Viendo lo que sucedió con las Juntas de Clasificación docente, que finalmente se acudió a la votación en la Legislatura donde se podía preveer que se iba a perder ¿Le parece que faltó una presión desde afuera?
Posiblemente. Los partidos políticos están un tanto a la defensiva. Hubo mucha movilización docente, hubo 5 o 6 paros muy importantes, 3 movilizaciones impactantes, con mucha presencia. Me parece que por un lado, la época del año y la necesidad de abordar tantos temas diferentes, hacen que las fuerzas políticas entremos un una dispersión muy grande. Me parece que hay mucha dispersión y hay poca apuesta para construir una movilización política, que requiere sentarse a acordar. Hay que pautar, hay que tener una relación de ida y vuelta mas fluida con otros sectores de la izquierda, donde también la izquierda clásica tiene algunos rasgos de intolerancia que hace que muchas veces las movilizaciones no puedan ser unitarias, esto también pasa en las marchas docentes. Todo esto hace que haya mucha fragmentación, y se pierda la posibilidad de unirse y de presentar un frente más compacto.
Y me parece que es cierto, el tema de la Junta de Clasificación docente fue entendido por las escuelas. El resto de los sectores políticos no aportaron mucho, no aportaron argumentación, no hubo una solicitada por ejemplo planteando el tema, fue muy rápido también. Yo particularmente imaginé que íbamos a poder postergarlo para marzo, pensé que con la fuerza que había lo conseguíamos. Mientras, otros habrán pensado que había que votarlo y empezar una etapa nueva. Esto habla de que sinceramente no hemos podido hablarlo entre las fuerzas políticas mano a mano. Sí lo hablamos entre los Legisladores docentes, pero este es un límite que tenemos, y eso hace que el PRO se convierta en una alternativa muy sólida. Ellos tienen una masa política fuerte y con eso avanzan, sin mayores fisuras que las que pueden surgir por la disputa del poder interno, pero no en cuanto a la estrategia de poder.
¿Qué situación explicaría la falta de visibilidad de los problemas de la ciudad? Que se vio reflejada en el resultado de las elecciones porteñas donde Mauricio Macri ganó con el 64% de los votos.
El tema de la educación tuvo más visibilidad por el tema de la reforma de las Juntas. Algo que tiene que ver con lo más ideológico, con el control y el disciplinamiento de la docencia crítica. Es un golpe al corazón del sistema.
El tema de la Salud pública es terrible, ni siquiera está en las tapas ni en el centro de los medios gráficos. Sinceramente tampoco ha habido una movilización gremial por la falta de insumos, de nombramientos, de enfermeras, me refiero en el último periodo en lo que hace a la discusión del presupuesto en el mes de noviembre.
Esto tiene que ver por un lado con que el macrismo ofrece una fortaleza muy grande y obliga a los demás a negociar o a ser derrotados. Hemos tenido la lucha heroica del Ameghino, por ejemplo, que fue poco rodeada por la comunidad, si bien recibió muchos apoyos, pero que terminó con la cesantía del Director del Centro de Salud Rubén Slipak, y esto no lo hemos podido torcer. Nos queda mucho por hacer.