La izquierda argentina en sus diferentes variantes hizo una muy buena elección en las recientes PASO. Del temor a quedar afuera de octubre a superar el millón de votos. ¿Qué proyecciones se pueden esperar hacia octubre?
Las encuestadoras no suelen medirlos, los medios los presentan a cuentagotas y no poseen dinero para grandes campañas. Sólo mediante su fuerza militante la izquierda intenta dar batalla en un terreno tradicionalmente esquivo: el electoral.
En esta última elección primaria un fantasma parece haber recorrido los parlamentos municipales, provinciales y nacionales, pues tanto las diversas variantes de la nueva izquierda que hicieron su debut en distintos municipios del país como el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) conformado por partidos de tendencia trotskista –Partido Obrero, Partido de los Trabajadores Socialistas e Izquierda Socialista- pasaron la prueba invictos. El FIT superó el mínimo del 1,5% en los 19 distritos provinciales donde se presentó –y en Provincia de Buenos Aires en la totalidad de los distritos donde armó lista- y la izquierda independiente hizo lo propio en sus experiencias locales. A esta performance debemos agregar la buena elección de Autodeterminación y Libertad en la Ciudad de Buenos Aires, encabezada por Luis Zamora, que también ganó el derecho de presentarse en octubre.
Los propios dirigentes del FIT han sostenido que el resultado fue mayor al esperado. Con sorpresas notables como la elección en Mendoza -7,6%-, Jujuy -9,4% y Formosa –del 0,3% de las PASO 2011 al 5,2% el pasado domingo-, su caudal de votos en Provincia de Buenos Aires le permitiría, de sostenerlo, ubicar a Néstor Pitrola en el Congreso Nacional e incluso disputar un bloque de legisladores bonaerenses. Por otra parte, en otras zonas ha quedado en condiciones, a la espera de un mayor crecimiento, de pelear bancas nacionales, como por ejemplo en Salta -11,2%- o Córdoba -5,6%-. Asimismo, sus resultados en la Patagonia -7,8% en Santa Cruz, 6,3% en Río Negro, 6,7% en Neuquén- muestran un fortalecimiento de norte a sur y de este a oeste con una sumatoria nacional de más de 900.000 votos.
La nueva izquierda, por su parte, ha demostrado que su decisión de comenzar a participar del terreno electoral no era arbitraria y que estaba sustentada en una fuerza popular y juvenil en crecimiento que hace rato se identifica con este sector político y social que hasta ahora no tenía expresión en las elecciones. En otra nota publicada en este portal y a la que el lector puede acceder al final de este articulo nos hemos referido con detenimiento a estas prometedoras experiencias, aquí simplemente repetiremos la mención al excelente resultado del Frente Ciudad Nueva en La Plata –constituido por el Frente Popular Darío Santillán – Corriente Nacional y su herramienta política Patria Grande, en conjunto con Unión del Pueblo-, donde sacó el 4,3% y quedó con grandes expectativas de ingresar al concejo deliberante de la capital provincial; los también buenos guarismos del Frente Ciudad Futura en Rosario –alianza del Movimiento 26 de junio Frente Popular Darío Santillán y el Movimiento GIROS- con el 1,9%; la gran elección de Marea Popular en Luján –donde superó el 3%- y en Capital Federal –unida con otras expresiones de la nueva izquierda como Camino de los Libres y Unión del Pueblo, y a su vez con el partido de Claudio Lozano, Buenos Aires para todos, en la alianza Camino Popular, donde sacó 2,17%-. Asimismo, la expresión de la nueva izquierda en Jujuy también superó el piso del 1,5%. Todo esto marca el inicio con muy buen pie de un camino nuevo para estas organizaciones.
Por último, restringido al ámbito porteño pero con gran importancia debemos destacar el resultado de la agrupación liderada por Luis Zamora, que casi sin campaña ni presencia mediática y con muy pocos recursos, duplicó el piso necesario para octubre.
Por otra parte, una fuerza que no superó las PASO en ninguna región, como el Movimiento Al Socialismo -MAS-, obtuvo 115.000 votos si sumamos las cinco provincias donde se presentó, por lo que podemos considerar que la izquierda de conjunto superó el millón de votos, mucho más si sumamos a otros grupos que tampoco han superado las PASO como el MST- Nueva Izquierda en la Ciudad de Buenos Aires, liderado por Alejandro Bodart, o Podemos en la Provincia de Buenos Aires, entre otros, donde algunas agrupaciones que se autodefinen socialistas eran parte de esos frentes.
Si bien son expresiones diferentes, el crecimiento electoral de la izquierda muestra el fortalecimiento de una alternativa que se erige como poscapitalista, que discute los límites actualmente existentes en la política tradicional y va en busca de otras formas de construcción política y social, más ligadas a la organización comunitaria y a una mayor ligazón entre institución y pueblo. En las elecciones de octubre se podrá o no consolidar esta tendencia de un sector de electorado argentino que lenta pero constantemente, crece.