Marcha entrevistó a Juan Grabois, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) que nuclea a cartoneros de distintos lugares del país y es uno de los movimientos populares que más relación tiene con el ahora papa Jorge Bergoglio. El apoyo de su organización al ex obispo, el rol que jugará como jefe de la Iglesia y el lugar que esta institución ocupa en la lucha popular.
-¿Cómo te enteraste de la designación de Bergoglio como Francisco?
-La fumata blanca la vi en la estación de José León Suárez porque nos íbamos a reunir con unos compañeros del MTE de San Martín y el padre Pepe para ver como mejorábamos la guardería dentro del programa de erradicación del trabajo infantil del MTE. Así que vi la fumata blanca en la estación y me enteré de lo de Francisco por teléfono cuando estaba justo con el padre Pepe.
-¿La persona que te llamó por teléfono estaba emocionada, te lo dijo tranquila, vos como lo tomaste?
-Yo estaba seguro que iba a ser él. Pura fe, pero también un poco de análisis que es el mismo que nos llevó a nosotros a establecer una relación con Jorge (Bergoglio). Tiene que ver con la dimensión de la tragedia social, ambiental, económica y política que vive la humanidad. Tragedia que es consecuencia del avance del capitalismo globalizado, transnacionalizado y neoliberal. Esto hace que todas las fuerzas con alguna perspectiva humanista y que no tienen solamente perspectiva en el lucro y en la ganancia empiecen a decir “o paramos la mano o se termina el mundo”.
Sobre todo en la Iglesia que atraviesa una crisis profunda, de degradación de la propia institución pero también de incapacidad de interpelar a la humanidad desde una posición hipócrita basada en la corrupción, en la protección de pedófilos y en un eticismo (sic) formal que no tiene nada que ver con el espíritu del cristianismo.
Nosotros veíamos que iba a haber un cambio fuerte. Y él tipo que representa más nítidamente una línea humanista, de lucha contra lo que él denomina “el imperio del dinero y el consumismo” y de saneamiento de la institución en términos no solamente estructurales e internos si no hasta espirituales y morales es Jorge. Qué es un tipo de la Iglesia, un jesuita; que tuvo una conducta históricamente vinculada a los sectores humildes; que fue, históricamente también, atacado por sectores del imperialismo por su posición. Que se empieza a expresar en 1996 cuando funciona como un primer nexo para que la Iglesia retome relaciones con Cuba. Y además escribe un libro que son los diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro denunciando, entre otras cosas, el bloqueo inhumano que estaba sufriendo el pueblo cubano.
-Vos mencionabas que Bergoglio es un jesuita y que la Iglesia necesita reformarse ¿Cuál es el eje que estructura esta nueva política que vos vez en la designación de Francisco?
-El eje que orienta esta línea es el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) que se expresa parcialmente en el documento de Aparecida (2007). El termómetro ideológico de la Iglesia latinoamericana son los documentos del Celam.
El primero y más conocido es el de Medellín (1968), que fue una ruptura total con la posición conservadora de la Iglesia. En Puebla (1979) se corre un poco más a la derecha pero sigue teniendo una fuerte impronta social. Después hay un tercer documento de Santo Domingo (1992) que ya no me gusta. Y este de Aparecida retoma algunos postulados de la denuncia de la transnacionalización de la economía en clave capitalista y en perjuicio de los pueblos.
Ahora, ese documento es producto de una síntesis institucional de la Iglesia latinoamericana. O sea que no expresa exclusivamente la posición de Bergoglio, si no un equilibrio de fuerzas. Pero tiene algunos párrafos significativos de denuncia del ALCA, del capitalismo transnacional, de la penetración imperialista.
El balance que hacemos de la Iglesia es que, al igual que en el Islam, con independencia de sus elementos retrógrados, ha sido un instrumento de bloqueo de la penetración imperialista en los países donde tiene fuerza. Esto es un dato de la realidad pero no habla ni bien ni mal en sí mismo. Ya Max Weber cuando escribe “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” explica porque la ética católica es revulsiva a la maximización de la ganancia como principio rector de la existencia. Esto se ha mantenido con muchas variantes.
En Argentina, si vos te fijas, el difamador oficial de Bergoglio es Verbitsky. En la página oficial del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que él preside te muestra cuales son los aportes financieros que tiene. Ahí vos tenés el National Endowment for Democracy (NED). En un libro que se llama “El código Chávez” se explica cómo funciona el NED: como el ariete, a través de las ONG’s, de penetración del imperialismo en Venezuela. O la Embajada Británica. El CELS tiene financiamiento directo de la Embajada Británica.
-Más allá de la izquierda clásica, anticlerical por principios, ha habido otros sectores (no sólo Verbitsky) que no ven con buenos ojos la designación de Bergoglio. Tanto dentro del gobierno como en el campo popular en general.
-Si vos me preguntas por qué los sectores del kirchnerismo tenían una posición ambigua, te puedo decir es que se da por la profunda influencia de la ideología del imperialismo de izquierda (el progresismo liberal) en el peronismo. Una influencia ideológica y moral que penetró en las bases del pensamiento y la izquierda nacional.
Ahora si vos ves los representantes más puros que tiene la izquierda nacional hoy, por ejemplo los compañeros que estuvieron en Montoneros y que hoy están en el Movimiento Evita, tienen una posición distinta en relación a Bergoglio. Siempre la tuvieron y lo manifestaron mucho antes de que pasara lo que pasó.
Y después también juegan elementos coyunturales de la política nacional. En algún momento pegarle a Bergoglio te subía puntos en las encuestas. Eso también tiene influencia.
-¿Qué opinas de los comentarios que se hicieron sobre la militancia de Bergoglio en la derecha peronista?
-Miembro de Guardia de Hierro nunca fue. Por lo menos por lo que yo sé.
Bergoglio es un cura jesuita que tiene relaciones con tipos de distintos sectores. Esas asociaciones que se hacen son propagandísticas. Obviamente tuvo vínculos porque tuvo un rol en la Universidad de El Salvador donde había muchos peronistas, de distintos palos: católicos, de Guardia de Hierro y Montoneros.
-Es verdad que a fines de la década de 1970 esa universidad fue un salvoconducto de muchos intelectuales.
-Claro. Igual yo esta historia no la puedo contar con conocimiento de causa porque nací después. Yo de lo que estoy seguro, por lo que lo conozco, es que todo lo que pudo hacer para ayudar a los compañeros lo hizo.
-¿El MTE está pensando algún tipo de articulación con Francisco, teniendo en cuenta la relación que venía de antes, pero tomando en consideración su cambio de rol dentro de la Iglesia e incluso a nivel mundial?
-La verdad es que no. Lo que te puedo decir es que la importancia que tiene esto es que trasciende lo que pueda pasar en la Argentina. Yo creo que va a tener un impacto mucho más fuerte en el Primer Mundo que en América Latina. Va a tener más impacto ahí porque lo que él dice acá suena conocido. Pero lo que él dice allá es un baldazo de agua fría. Porque ahí están, en el medio de la crisis, zarpados con el consumismo neoliberal al mango.
Y en segundo lugar yo creo que la importancia de la fe no tiene que ver con las reformas que pueda hacer en la institución Iglesia. Si no que tiene que ver con un mensaje basado en el amor al prójimo, con una clara opción preferencial por los que más sufren, por los más humildes y los que están más oprimidos que va a transformar profundamente la conciencia de cientos de millones de seres humanos. Y eso se va a expresar en la práctica y en la política de formas impredecibles e incontrolables pero que seguro va a ser mejor que un conservadurismo en el peor de los sentidos. Un conservadurismo que tolera el consumismo, la opresión, la explotación y las desigualdades. La denuncia a las desigualdades y el planteo de la humildad como puntos neurálgicos del mensaje de Bergoglio es la transformación más profunda.