Por Gabriel Camoia y Oriane Fléchaire. Camino Popular es una de las seis listas que quedaron en carrera después de las PASO para la elección legislativa de octubre. Una entrevista con Claudio Lozano, primer candidato a senador por ese espacio, sobre la coyuntura política nacional y la apuesta de esta nueva experiencia electoral.
En cada elección se producen novedades singulares. Quizás la más llamativa para las próximas elecciones legislativas sea que ninguna de las alianzas que se opusieron a Cristina Fernández en las últimas presidenciales, logró permanecer para renovar hoy su propuesta. El estallido de Proyecto Sur y la desintegración del Frente Amplio Progresista (FAP), pusieron en la escena política frentes electorales atípicos, como el caso de UNEN, en los que dirigentes históricamente asociados al espacio progresista, comparten lista con otros más vinculados al ideario conservador.
Camino Popular es un frente que se plantea a sí mismo como una alternativa por fuera de esas opciones, otorgándole protagonismo a la experiencia de militancia juvenil de Marea Popular. Desde allí apuestan a la juventud, por un lado, y la experiencia, por el otro, para recoger el guante del fracaso de Proyecto Sur.
Luego de superar las Primarias Abiertas, Obligatorias y Simultáneas (PASO), y con la propuesta de “cambiar, sin retroceder al pasado ni conformarse con el presente”, Camino Popular lanzó su campaña de cara a octubre. Claudio Lozano realiza un breve análisis de la situación política en nuestro país y cuáles son los ejes de este nuevo frente electoral.
– ¿Qué se juega en estas elecciones?
– Lo que se está jugando es en qué medida el tiempo de cambio que se abrió a raíz del 2001 se consolide con la configuración de una propuesta política nueva que supere al gobierno nacional o que se retorne a una lógica mas asociada a la vieja gobernabilidad del sistema político argentino. El gobierno es “nosotros o la derecha”, y del otro lado es “la dictadura o los salvadores de la República”. En realidad todos trabajan con el temor. Uno es el temor a la derecha, los otros el temor a la dictadura. Todos sitúan al temor como un factor de disciplinamiento, o sea, buscan lo mas conservador de nuestra sociedad. Lo que quitan es la posibilidad de discutir en serio la Argentina. Nada de esto cierra. Son construcciones que lo que hacen es acelerar la confrontación y generar un debate donde bancamos a Cristina [Fernández] o no bancamos a Cristina, pero lo que no se discute son los problemas de la Argentina.
– Viendo el resultado de las PASO, ¿cuáles son las configuraciones posibles que pueden surgir del resultado de esta elección?
– Más allá de que, fruto de la presión social, el kirchnerismo produjo algunos efectos nuevos, algunas novedades institucionales, por debajo suyo lo que está es el Partido Justicialista (PJ), no hay otra cosa. Una de las posibilidades es que sea la propia interna del justicialismo la que se transforme en la continuidad del rumbo. En alguna medida, esto se está dando con mucha fuerza en la provincia de Buenos Aires con la irrupción de Sergio Massa, que abre el escenario de una derrota del Frente Para la Victoria (FPV) en manos de alguien que es un cuadro emergente de ellos mismos. Si el PJ logra, a través de Massa, consolidarse en el territorio bonaerense –en un contexto donde la reelección presidencial de Cristina ya es imposible– la capacidad de que todo se estructure en torno a ese nuevo realineamiento le abre al justicialismo una puerta grande. Por otro lado, hay todo un polo dominantemente socialdemócrata articulado en torno a la estructura del radicalismo con distintos componentes, donde el socialismo tiene un lugar. Me parece que estos dos polos son los polos de la gobernabilidad del sistema y desde Camino Popular queremos hacer otra cosa.
– ¿En qué se distingue su propuesta de la de los partidos y alianzas mayoritarias?
– Tratamos de plantear otro tipo de polarización que tiene que ver con la sociedad de todos los días en lugar de una confrontación entre opciones políticas que en realidad sólo se reproducen a sí mismas. Nuestra polarización es sobre el uso y explotación de los recursos naturales, respecto a la precariedad laboral, sobre si es razonable que en la Argentina existan 33 ciudadanías sanitarias distintas donde uno accede a la salud de acuerdo al lugar al que nació o el ingreso que tiene. ¿Es posible pensar un piso de garantías y derechos para el conjunto de los argentinos? ¿Es posible pensar que las resoluciones que se toman en la vida en democracia involucren a los actores que están afectados por esas decisiones?
– Usted comentó que quiere ir por fuera de las estructuras del PJ y la Unión Cívica Radical (UCR) ¿Piensa apoyarse a futuro en alguna otra estructura o piensa generar una propia?
– No estamos de acuerdo con las características que las estructuras partidarias tradicionales tienen hoy. Ni la UCR es lo que fue el radicalismo en algún momento, ni el PJ es lo que fue el peronismo. Hasta las experiencias de la izquierda tienen formatos tradicionales que están desafiados por el mundo y el país que tenemos. Nosotros que creamos Unidad Popular, como los que crearon Marea Popular, no nos sentimos contenidos en la oferta político-electoral existente. Estamos armando un frente que coagula sectores populares, sectores universitarios, incorporando también a sectores que vienen de la izquierda tradicional, o lo que se ha desenganchado a partir de la debacle de Proyecto Sur.
– ¿Quién representa a la derecha hoy en la Argentina?
– Nadie se pone ese sayo. Lo que hay es toda una vertiente socialdemócrata que se reorganiza, pero sobre los criterios actuales de la socialdemocracia mundial, que son criterios absolutamente sistémicos. No es una socialdemocracia transgresora ni nada que se le parezca, es post Felipe González y todo lo que podría ser una suerte de remedo de socialcristianismo. Hay que ver cómo termina jugando Mauricio Macri, porque él también es parte, desde afuera, de la interna del PJ. El acuerdo Macri-Massa es muy grande. De hecho el macrismo tiene tres candidatos a diputados nacionales en la lista del Frente Renovador. Todo lo que, como estructura, aparece con Macri es el PJ. Es más, buena parte de lo que acompañó a Miguel Del Sel en Santa Fe, es el PJ que maneja Carlos Reutemann. Con el gobernador de Córdoba José Manuel De la Sota, tampoco tiene demasiados problemas…
– Después del panorama que nos describió, ¿por qué cree que la gente se inclinará a votar por Camino Popular?
– Hay algunos que dicen que hay una “demanda de unidad” en la gente. Hay otros que dicen que no. La gente más bien está harta y lo que busca es una novedad, más que una demanda de unidad.