Por Mario Hernández. José “Pepino” Fernández es referente de la Unión de Trabajadores Desocupados de General Mosconi, Salta. Desde su lugar da cuenta de la transformación y contaminación del medio ambiente donde las comunidades pierden el monte y el alimento y deben trasladarse a las ciudades.
En su larga trayectoria como líder popular, fue parte de los piquetes más importantes en Mosconi, aquellos que inauguraron las puebladas que culminarían con la rebelión popular de diciembre de 2001. Hoy su preocupación respecto de la provincia se refiere a la desnutrición infantil, asumida por el propio Ministro de Salud Pública, Oscar Villa Nogués y la situación de la población indígena. Incansable, desde la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD) siguen promoviendo el trabajo de 1.500 familias con salario directo, es decir, con un subsidio de $ 1300 por hijo/a, sumando actividades comunitarias. Además, promueven el plan “Techo y Trabajo”, por el cual los habitantes cobran un salario para hacer su propia casa. Así, cuenta que “se ha avanzado mucho más que lo que han planeado los funcionarios con sus planes”.
-¿Cuál es la situación real de desnutrición en la provincia?
La retirada de Y.P.F. de Gral. Mosconi ha traído sus consecuencias de falta de trabajo porque la mayoría de las familias son numerosas, tienen muchos hijos. En mi familia por ejemplo éramos doce, en el barrio había otra familia que tenía quince hijos y nunca vimos un caso de desnutrición. Nos respetaban las horas de la merienda, con el mate cocido y el pan recién amasado y la cena. Pero ahora, con la gran crisis que hay y los desmontes la gente del gran Chaco ha emigrado hacia Tartagal, Mosconi, Embarcación o Pichanal, donde el gobierno da los subsidios “Copa de leche”, paquetes de leche en mínima cantidad para gente que vivía prácticamente en la selva, de modo natural.
En el medio del monte, con un clima sub tropical, caracterizado por tener mucha fruta y verdura, el alimento está asegurado. Pero han entrado con la siembra de soja, autorizados por el gobierno nacional y provincial, a cargo de Juan Manuel Urtubey y han desmontado toda la zona. Así les han quitado las tierras a los lugareños, incluso utilizando la Gendarmería.
La desnutrición infantil es consecuencia de eso. Nosotros, en la UTD de Mosconi, tenemos trabajando cerca de 3.500 familias, algunas con hasta 15 hijos. Tratamos de contener un poco la situación, porque vemos cómo nacen los chicos, muchos con deformidades, algunos mudos y sordos.
-¿Por qué pasa eso?
Por el glifosato que echan las empresas a la soja. Nosotros empezamos a preguntarnos por qué moría tanta gente, por qué había tantas operaciones de cólicos hepáticos y problemas de vesícula. La respuesta es que el agua ya no sirve, porque le echan muchas sales para hacerla potable. Ese es el problema principal, porque las empresas quieren empezar a ganar dinero rápidamente y no reparan en el daño que generan a las familias. Incluso en 2001 habíamos presentado un proyecto para una planta potabilizadora de agua.
Tenemos agua de sobra: la idea era sacarla de la vertiente que se comunica con el Gran Tarija, límite entre Bolivia y Argentina, que produce mucha agua subterránea y se purifica a través de la arena, que es gruesa, mediana y fina. El proyecto fue presentado pero el gobernador de ese momento, Juan Carlos Romero, no quiso que se lleve a cabo. Pero hay un lugar que era de Y.P.F., de catación de agua, de muy buena calidad. Inclusive la Coca Cola se quiso adueñar de ese lugar en los últimos años, que produce 260 mil litros por minuto y se puede procesar porque todavía tiene las cañerías de hierro de 12 pulgadas de hace 27 años, pero no hicieron ninguna inversión, ni la empresa privada Aguas de Salta ni Aguas del Norte. Y por eso no queremos que se perfore con contaminantes arriba de los cerros, ni que se desmonte y perdamos la agricultura, porque vamos a morir rápidamente.
“Por colaborar en la extinción de los incendios fuimos denunciados por la policía”
-A comienzos del año pasado los incendios afectaron profundamente la actividad de la región. Si no hubiera sido por la intervención de la UTD, no los apagaba nadie. ¿Qué provocó estos incendios?
Se estaba produciendo la tala de árboles en la sierra Sub Andina, lo que está prohibido por la gran cantidad de aludes que hubo que afectaron principalmente a Tartagal y donde murieron 25 personas. Cuando nosotros trabajábamos para Y.P.F., nos entrenaban como brigada contra incendios y nos daban herramientas para defendernos. La mayoría de los muchachos ha trabajado en sísmica y en gasoductos, entonces ante un incendio hacemos de bomberos entre nosotros. Tenemos un camioncito de 5 mil litros y trabajamos distinto a los bomberos: ellos van y atacan al fuego directamente, entonces se quedan sin agua y tienen una sola unidad. Nosotros con baldes de 10 litros atacamos diferentes focos y los tratamos de aislar y lo vamos apagando de a poco hasta que vuelven los bomberos.
Eso sucedió en los cerros, los bomberos no tienen personal capacitado para trabajar allí y nosotros sí. Con 150 personas atacamos en diferentes frentes para que no se queden sin agua ni Vespucio, ni Cornejo, ni parte de Tartagal. Defendimos todas las líneas de electricidad, porque cuando se calientan revientan los aislantes, y las protegimos con machetes, palas, y prácticamente lo superamos. Íbamos a las 6 de la mañana y nos volvíamos de noche, a veces nos quedábamos durante la noche. Nos habían prestado unas mochilas de 10 litros y nos metíamos por los cerros de noche porque se ven mejor los focos. Ahí se producían como lanzallamas pero los atacamos directamente y logramos cercarlos con troncos de 1 metro de diámetro. La Policía nos denunció, porque esa área es de la empresa petrolera Pan American Energy y nosotros pasamos porque tenemos tierras ahí, cerca de 8 mil hectáreas que nos dio a los desocupados Juan Pablo Cafiero cuando era Ministro de Acción Social en 2001 y que queremos convertir en Parques Nacionales. Nosotros entramos a defender la zona y por hacer el bien nos han denunciado.
-El alto crecimiento poblacional respecto del 2001 ¿tiene que ver con la expulsión de las comunidades aborígenes hacia los pueblos? Hay, por ejemplo, un barrio entero de la comunidad Wichi.
El Wichi es un indígena nómade, pero por los desmontes, que han afectado todo el sistema ecológico, la flora y la fauna, se han acercado a las ciudades. El gobierno les da un subsidio, como el que mencionaba de la leche, pero no es lo mismo porque están acostumbrados a comer otra cosa. Y muchos terminan trabajando en la UTD.
Ahora, en cuatro etapas, hicimos 120 casas que forman el barrio San Francisco. Entre la Subsecretaría de Vivienda, el Municipio y la Provincia de Salta se han gastado toda la plata, y lo peor es que dicen que las organizaciones sociales estamos llenas de vagos.
Nosotros no hemos ido a cortar rutas, por el contrario, hemos decidido terminar las viviendas para esta gente de escasos recursos en situación de emergencia habitacional y evitar la demora que significaba que nos mandaran a ver a tal arquitecto, a tal contador, etc. Logramos terminar y nos presentamos acá en la Secretaría de Vivienda y no nos quieren pagar.