Por Martín Estévez. En las últimas semanas, el gobierno porteño realizó un aluvión de clausuras a centros culturales de la Ciudad. Diferentes espacios artísticos se unen contra la lógica comercial del macrismo con una marcha y asamblea el próximo sábado.
En las últimas tres semanas, el gobierno porteño clausuró una serie de centros culturales y espacios artísticos en lo que parece ser una escalada contra la construcción de una cultura alternativa, popular y, sobre todo, por fuera de las lógicas mercantiles y comerciales que se pretenden imponer en todos los órdenes de la vida social.
El pasado viernes 20 de junio la sufrió la Casa Cultural Compadres del Horizonte, ubicada en el barrio de Parque Patricios, en la calle Combate de los Pozos 1986, cuyo espacio fue cerrado por la falta de una “habilitación comercial”. Pocos días después se supo que ese no era un caso aislado, pues el miércoles 25 fue clausurado el Espacio de Arte Vuela el Pez, en Villa Crespo -Avenida Córdoba 4379-, a causa de la falta de una Constancia que en realidad no requerían, y el fin de semana del 28 y 29 de junio siguieron el mismo camino el Centro Cultural Teresa de Israel -que se encuentra en la esquina de Acuña de Figueroa y Humahuaca, en Almagro- y la Casa Cultural Víctor Jara -ubicada en 24 de noviembre y Caseros, Parque Patricios-. El mes de julio comenzó de la misma manera con la clausura del Café de los Patriotas, de La Paternal -Nicasio Oroño 2200-, por realizar una clase de tango en el lugar.
Marcha dialogó con integrantes de distintos Centros Culturales para conocer los pormenores de su actualidad y las novedades de último momento, luego de un encuentro que varios de ellos tuvieron el pasado domingo 6 de julio.
Melania, integrante del CC Teresa de Israel, nos brindó las primicias del proceso de organización que se gestó luego de las clausuras, entre las que se destaca una inminente marcha y asamblea abierta el próximo sábado: “Nos juntamos el domingo en nuestro centro cultural con varias agrupaciones que estuvimos el miércoles pasado en la Casa Cultural Víctor Jara, que fue el primer encuentro que tuvimos. Hubo muchas organizaciones de diversa índole, espacios que promueven la nueva ley de MECA y otros como nosotros, que no promovemos esa ley. Nos juntamos y llegamos a acuerdos. El principal es que marchamos el sábado que viene, el día 12, en Parque Patricios, a la una de la tarde. Concentramos en la Víctor Jara, que queda en 24 de noviembre y Caseros, y vamos a ir hasta el Parque Ameghino para participar de una asamblea abierta que se va a dar en el marco de la asamblea por los espacios públicos que se viene haciendo hace bastante tiempo ahí. Vamos a tratar de darle un carácter ligado a la situación de los centros culturales y vincularlo con los espacios públicos. Lo que tenemos que ir a buscar es el reconocimiento, acá se está atacando de hecho la organización popular, privatizando espacios públicos, clausurando centros culturales autónomos, por eso vamos a marchar con la consigna general de Basta de atacar a la organización popular, y otras tres consignas particulares, que son No a la clausura de los espacios culturales, No a la privatización del espacio público y No al negocio inmobiliario”.
Esa asamblea tendrá la importancia de ser, a su vez, el disparador de nuevas medidas, pues ahí se definirán las siguientes acciones. Pero más allá de eso, Melania nos anticipa que ya se prepara un Congreso de Cultura Popular con el fin de visibilizar el conflicto de estos espacios: “Lo que ya definimos para organizar con bastante tiempo es que en la primavera vamos a armar un Congreso por la Cultura Popular en las puertas de la Jefatura de Gobierno, a ver si nos escuchan un poquito”.
Sobre la actualidad del CC Teresa de Israel, han definido continuar con las puertas abiertas a pesar de la clausura: “Seguimos a pleno con todas las actividades. Fue una respuesta política al acoso que estamos teniendo por parte del gobierno de la ciudad. El espacio en cuanto a la legalidad está clausurado. Hace dos semanas lo que nos levantaron es una violación de clausura, porque nosotros estamos clausurados desde enero. Hay un compañero que tiene una contravención, que es quien puso el nombre cuando vinieron los inspectores, él tiene que ir a dar su descargo oral y esperar lo que viene ocurriendo siempre, que nos pongan una multa de muchísimos pesos que no podemos pagar. Mientras tanto, seguir organizándonos con fuerza desde la base y tratar de encontrar soluciones por ahí, porque soluciones desde la legalidad no vamos a tener”.
Por otra parte, Mariela, de Compadres del Horizonte, nos aclaró que tampoco en el caso de ellos esta clausura es una novedad, ya que es la tercera vez que sufren el cierre de su centro cultural (las anteriores fueron en 2006, bajo la administración de Aníbal Ibarra, y el año pasado), y que el motivo “oficial” de la actual clausura es el de “infringir la clausura anterior” luego de que les exigieron una “habilitación comercial”, sin tener en cuenta que son una asociación sin fines de lucro.
Al igual que sucede con el CC Teresa de Israel, a pesar de la clausura al día de hoy Compadres continúa funcionando, dando todos sus talleres culturales para los habitantes del barrio de Parque Patricios y alrededores, así como también mantiene abierto su merendero, el Espacio de la niñez Juanito Laguna y la Primaria Popular para adultos que allí funcionan. Asimismo, buscan visibilizar más aún el conflicto a través de una campaña de adhesiones contra la clausura, y piensan organizar un festival con otras organizaciones y centros culturales.
Colectivamente, desde Compadres del Horizonte señalan que “el gobierno de la Ciudad arremete una vez más contra los espacios culturales autónomos. Contra las organizaciones que día tras día ponemos todo nuestro esfuerzo para transformar la realidad que nos rodea y para construir una cultura diferente, una cultura popular, donde el pueblo sea protagonista y no espectador. Para este gobierno la cultura no una cuestión social, ni humana; es un negocio, es dinero, es lucro. Los espacios culturales seguimos siendo para Lombardi y el macrismo, espacios privados. No cabe en ellos pensar una cultura que sea distinta, pues para los de arriba todo es negocio”.
Pero, como indicamos, estos no fueron los únicos espacios clausurados. El cierre de la Casa Cultural Víctor Jara también denota un alto grado de arbitrariedad estatal, pues a pesar de contar con la habilitación y documentación para realizar actividades, los inspectores que se presentaron a las 02:00 de la madrugada del domingo 29 de junio adujeron que se necesitaba de un “permiso especial para espectáculos de música en vivo”, algo que, según los integrantes de la Casa Cultural, desconoce la normativa de la ley de teatros independientes bajo la cual se encuentra inscripta la casa. Haciendo caso omiso a ello, y con el apoyo de la Prefectura, se la clausuró y desalojó.
Desde el Café de los Patriotas, por su parte, recordaron que el cierre del 1 de julio se debió a que allí se estaba realizando una clase gratuita de tango y el lugar tiene habilitación para expendio de bebidas y comida. Los inspectores señalaron que para que se de una clase de esas características, el Café de los Patriotas debería tramitarse como “Academia de tango”…
El Espacio de Arte Vuela el Pez difundió su situación señalando que “el Gobierno de la Ciudad clausuró el Pez por no tener vigente un papel que se llama Constancia de Evaluación Positiva del Plan de Evacuación. Es un papel renovable todos los años. Este papel está tramitado desde antes de su vencimiento pero por burocracias propias del mismo Gobierno, aún lo estamos esperando”. Asimismo: “la Ley que rige nuestra habilitación nos exime de tenerlo. Sin embargo lo tenemos igual porque queremos saber qué hacer en caso de necesitar una evacuación. Como esto ya ha sucedido antes, tenemos en nuestro poder una sentencia de una Jueza que nos absolvió por esta misma causa en 2012. A los inspectores no les importó y decidieron clausurar”.
El afán censor del macrismo hacia la cultura no comercial no terminó allí. La “Juntada de Milongas” alzó su voz por la clausura en junio de 3 milongas de tango, y por lo menos otros cinco espacios culturales sufrieron situaciones semejantes en las últimas semanas.
La persecución hacia organizaciones culturales populares o simplemente hacia espacios no integrados a la lógica oficial, y la obstaculización del desarrollo de actividades a emprendimientos mayoritariamente sostenidos a pulmón por vecinos y vecinas que quieren crear una cultura independiente, alternativa y contrahegemónica, no son novedosos en el macrismo. Pero, lejos de menguar sus fuerzas, ante esto, parece afianzarse hoy la unidad de los CC barriales independientes, que el próximo sábado tendrán la oportunidad de continuar ese camino.