Por Vivian Palmbaum @vivi_pal
La justicia es como las serpientes, solo muerde a los descalsos.
Eduardo Galeano
El domingo 24 de junio se realizó la restauración del mural que homenajea a la China Cuellar, y también fue una oportunidad para realizar una actividad que le de visibilidad y voz a las distintas causas de violencia perpetrada por el Estado.
Un domingo muy frío fue entrando en calor a medida que aumentaba el número de presencias a la plaza de Parque Patricios. A pesar del invierno la convocatoria a restaurar el mural de La China no hizo dudar a quienes se acercaron. Alfredo Cuellar junto un grupo de artistas motorizaron la invitación para restaurar el mural que homenajea a la China Cuellar. Una actividad colectiva, donde muchas manos solidarias empuñaron pinceles para muralear, porque las paredes también hablan y cuentan nuestras historias. Una radio abierta, funcionó a lo largo de toda la jornada, para darle voz a familiares y víctimas de las situaciones de injusticia ejecutadas desde el Estado: gatillo fácil, causas armadas, violencia en contextos de encierro y también las situaciones que lograron revertirse a partir de las acciones colectivas.
Quien convocó a la actividad fue Alfredo Cuellar, padre de La China y luchador por los derechos de las personas privadas de su libertad. El denuncia que a su hija la golpearon y dejaron agonizar agentes del servicio penitenciario en la Unidad IV de Ezeiza el 23 de diciembre de 2012 y que luego intentaron disfrazar la situación como un suicidio.
Cada una de las voces que fue tomando el micrófono destacó que lo colectivo es la fuerza necesaria para fortalecerse y luchar. El frío no fue obstáculo para que pinceles en mano y sonrisas cómplices, se organizara un encuentro casi familiar. Es que las víctimas de la violencia perpetrada por el Estado ya se conocen, aprendieron que juntarse es la respuesta al insoportable dolor de una pérdida, una causa armada, una situación de violencia en contextos de encierro, gatillo fácil, criminalización de la pobreza y de las identidades disidentes, junto a tantas otras situaciones que viven siempre lxs mismxs: “La justicia es como las serpientes, solo muerde a los descalsos” decía Galeano.
La unión hace la fuerza
El mural original, ubicado en la plaza de Av. Almafuerte al 300, al lado de la estación Hospitales del subte H, había sido tapado por unos grafittis y la iniciativa fue restaurarlo. Un motivo para reunir tantas luchas compartidas. Actividad a la que se fueron sumando y solidarizando distintos colectivos que se unen en la pelea por el respeto a los derechos de las víctimas del abuso y la violencia del Estado. Muchas voces pasaron por los micrófonos y fueron escuchadas con atención. Cada una de esas voces tenía algo importante para decir. Entre ellas algunas cuestiones se pusieron de relieve.
La mama de Nazareno Vargas, de 18 años que hace menos de un año fue ajusticiado en Merlo se atrevió a decir algo que muchxs piensan y pocxs dicen: “¿justicia o pena de muerte para nuestrxs jóvenes?” Angélica, mama de Jonathan Kiki Lezcano, con su voz entrecortada, que no logra superar la pérdida de su hijo, a pesar de los 9 años transcurridos: “cuando voy al cementerio de Flores está lleno de pibes de mi barrio”. En pocos días, 8 de julio, se conmemora el 9º aniversario del asesinato de Kiki, y se realizará una actividad en Villa 20.
Causas armadas como la de Diego Chavez cuya madre denunciaba “van por los pibes pobres, de los barrios pobres” y relató que “si no se logra un trabajo comunitario la causas quedan en la nada, porque hay muchísimos pibes en la misma situación y la unidad es la posibilidad de darle visibilidad, hay muchísimos padres y familiares que necesitamos entender que si no lo sacamos entre todos, porque es imposible creer que la justicia está del lado nuestro”.
Situaciones de criminalización de las disidencias sexuales y de judicialización de la maternidad pobre también fueron señaladas entre las causas que se pudieron revertir con las acciones colectivas, que impidieron que se continuara con la injusticia. Hace pocos días Yanina Gonzalez también logró ser exculpada de una causa que la imputaba por ser madre pobre de una niña asesinada. Higui quizás es el símbolo más potente de una acción colectiva y persistente que logró revertir la judicialización de la discriminación, y también estuvo ahí para pintar y compartir.
Las voces de familiares y víctimas expresaron en cada unx de los casos, las situaciones de injusticia y criminalización, la violencia y el abuso de poder que ejerce el Estado. Esta actividad, una vez más, permitió encontrarse y dialogar a familiares, víctimas y amigxs para fortalecer los vínculos construidos en las luchas compartidas. El guiso popular y vegetariano que se cocinó en el lugar, también fue la excusa para compartir el almuerzo y además calentarse, en un frió día de invierno.
En la ocasión también se anunció que el próximo 28 de agosto se realizará la 4º Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil, a la que asistirán desde distintas provincias para darle visibilidad a las distintas situaciones que se vienen viviendo.
La China Vive en La Lucha, Ni Una Menos En las Cárceles, así quedó expresado en el mural terminado, antes de que caiga el sol, mientras el frío amenazaba y una enorme fogata no permitía que los cuerpos se enfriaran. La mística del fin de una jornada de trabajo, diálogo y alegría compartida, porque las reivindicaciones y las luchas, tal como expresaron, solo alcanzaron un resultado a partir de la acción colectiva. “La China” se convirtió en un símbolo de lucha para enfrentar a la violencia del poder del Estado.
La solidaridad, las acciones colectivas y en la calle muestran cada vez que frente al abuso del poder del Estado son la única herramienta para defenderse. Este domingo la solidaridad estuvo presente en Parque Patricios al igual que en la estación Darío y Maxi donde se realizaron también actividades culturales, en un nuevo aniversario de sus asesinatos, en una jornada de evocación y reflexión que tiene como emblemas de solidaridad y lucha compartida a los militantes que pusieron el cuerpo.