Los cien años de la Federación Agraria fueron la oportunidad para que se expresara la nueva conformación de las alianzas políticas en el tablero nacional. Moyano, Cobos, Micheli y Biolcatti fueron de la partida.
Sirvieron salame de colonia, quesos del país, empanadas de carne cortada a cuchillo, chorizo de puro cerdo, matambrito de cerdo y vaquillona deshuesada asada al whisky y crema de mostaza, todo bajado con vinos Chardonay, cerveza o Fernet. Por unos módicos doscientos pesos, más de tres mil chacareros se reunieron a degustar ese menú en el Patio de la Madera de la ciudad de Rosario, para celebrar los 100 años de la Federación Agraria Argentina (FAA).
Algunos invitados, sin embargo, se mostraron más interesados en las fotos de ocasión que en el suculento menú. Es el caso de dirigentes políticos nacionales como Julio Cobos, aplaudido vivamente por su célebre voto no positivo, quien se fotografió con Francisco de Narváez y el titular nacional de la UCR Mario Barletta, recreando la fallida alianza electoral del 2011 entre radicales y peronistas “colorados”. El Partido Socialista, por su parte, se hizo presente mediante su principal figura Hermes Binner y a través de la intendenta de Rosario Mónica Fein.
Pero también es el caso de los pesos pesados del encuentro. En primer lugar de Hugo Moyano, el titular de la Confederación General del Trabajo (CGT) “Azopardo”, como se la llama tras la división, quien se acercó a acompañar los festejos de la entidad agraria con la que había confrontado fuertemente en el año 2008. Recordemos que en medio del conflicto entre el gobierno nacional y la Mesa de Enlace por la resolución 125, el dirigente camionero había sido uno de los pilares que sostuvo las movilizaciones de apoyo al kirchnerismo. En esta ocasión, dejando constancia del reacomodamiento de las piezas en el tablero político y social de nuestro país, Moyano hasta se dio el lujo de afirmar a la prensa que en aquel momento “estaba en contra de la 125”.
También la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), en su fracción opositora, se apersonó en el almuerzo mediante el líder de los trabajadores estatales Pablo Micheli. En las últimas semanas la dirigencia de la FAA se había reunido con las cúpulas de la CGT “Azopardo” y de la CTA opositora en Buenos Aires, logrando según los distintos voceros importantes niveles de acuerdo en cuanto a sus respectivos reclamos, lo que podría dar lugar a la convocatoria de una movilización conjunta a Plaza de Mayo el mes que viene. Si bien en algunas regionales de la CTA generó discusiones y diferencias la participación de Micheli en el almuerzo, otras fuerzas de la Central como la Corriente Clasista y Combativa, el Movimiento Socialista de los Trabajadores y Libres del Sur también fueron de la partida.
Hugo Biolcatti, presidente saliente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), también almorzó con los chacareros y aseguró que “es un privilegio estar aquí acompañando a nuestros colegas con quienes hemos trabajado tanto juntos y con quienes hemos recorrido tanto camino”. No deja de ser una paradoja que el titular de la SRA, que expresó históricamente el poder de los grandes terratenientes, participe de las celebraciones de la entidad que se propone defender los intereses de los pequeños y medianos productores agropecuarios. Biolcatti reconoció que la FAA “ha nacido ideológicamente desde un punto muy distante de la Sociedad Rural”, pero que “a lo largo de los años, y sobre todo en esta última década, hemos aprendido a trabajar juntos, conocernos, respetarnos y a privilegiar todo aquello que nos une por encima de lo que nos separa”. No contento con esas afirmaciones se animó a más y aseguró que podrían coincidir con la central liderada por Hugo Moyano “en aquellos puntos en los que podemos trabajar juntos”.
Otros participantes fueron el ex ministro Roberto Lavagna, los diputados nacionales Eduardo Amadeo y Ricardo Alfonsín y el secretario general de la UATRE Gerónimo “Momo” Venegas. El ex presidente Eduardo Duhalde, a pesar de que había confirmado su presencia, finalmente no fue de la partida aduciendo un dolor físico.
Un mes atrás Ignacio de Mendiguren, titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) y dirigente cercano al kirchnerismo, se había reunido con la dirigencia de la FAA y había expresado que “tenemos que terminar con la dicotomía campo-industria”. Además había afirmado que ambas entidades “tenemos una misma visión de país”, por lo que se lo esperaba en el almuerzo de ayer aunque finalmente no participó.
“Nunca pretenderíamos que de acá salga una nueva Unión Democrática”, aclaró el titular de la FAA Eduardo Buzzi, no sabemos si aclarando u oscureciendo. “No somos un polo opositor electoral pero debemos parir una nueva unidad nacional, con diálogo y después que cada uno vote lo que quiera”, aseguró. El dirigente federado sostuvo también que “empieza otra historia en la Argentina” y recordó que “en contra (del gobierno) ya estuvimos en 2009 y no hubo cambios sustanciales, por lo tanto lo que hay que hacer hoy es poner bases de los grandes acuerdos que se necesitan en este país”.
Lo concreto es que las fichas se están reacomodando en el tablero de la política nacional y la oposición política al kirchnerismo, muy golpeada después del 54% de votos de la presidenta en octubre pasado, está buscando los caminos para reagruparse. Por el momento los une el espanto, según su particular interpretación. Es decir: el kirchnerismo. Son las paradojas de la política argentina, que llegan al extremo de que en un almuerzo que celebra el centenario del Grito de Alcorta, aquella rebelión de los chacareros contra los grandes terratenientes de la oligarquía, se sienten en la misma mesa los dirigentes de la Sociedad Rural con los de la Federación Agraria. Por otro lado, también se puede concluir que el modelo de los agronegocios en el campo genera una adhesión unánime en los principales representantes de las clases dominantes y de la política nacional, si tenemos en cuenta que incluso el kirchnerismo, ausente en el almuerzo, lo defiende a capa y espada.