Por German Gomez. A casi dos semanas de las inundaciones en La Plata, las principales responsabilidades caen sobre el intendente Pablo Bruera, quien se mostró dispuesto a seguir en su cargo mientras la ciudadanía exige verdad y justicia.
El intendente Pablo Bruera tiene a cargo la jefatura comunal platense desde el 2007, con su movimiento Frente Renovador Platense. Su carrera como político comenzó en la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata y se amplió, ya en la década de 1990 cuando fue uno de los representantes del ex intendente platense Julio Alak, actual funcionario kirchenrista.
(I)rresponsabilidades
Seis días tardó Bruera (después de la inundación) en dictaminar una política comunal por parte de la municipalidad. Fue así que desde el lunes anterior creó el foro de reconstrucción municipal “Todos por La Plata” que convoca a distintos actores de la sociedad entre los que se encuentran las universidades nacionales de La Plata y Tecnológica (UTN) y la Católica (Ucalp); los clubes Estudiantes y Gimnasia; las cámaras de Comercio y Construcción; los colegios de Abogados, Escribanos, Médicos e Ingenieros y organizaciones como Cáritas, AMIA y Rotary Club, entre otras.
Por otra parte, al abrir las sesiones del Consejo Deliberante local, el intendente habló sobre responsabilidades, pero no de las suyas como mandatario: “Tengo la impresión que debemos tener responsabilidad y sensatez, somos esa ciudad pensada pero también tenemos graves dificultades y aun así, sentimos amor y orgullo por esta ciudad con lo cual podremos ponernos de pie”.
“Si mi nombre pudiera servir para paliar un milímetro el dolor de alguien, estaría a su disposición pero creo que ponerla en crisis institucional a la ciudad sería ponerla en un lugar que nos alejaría del rescate, la solidaridad y ponerla de pie”, agregó en su discurso inicial.
“El problema central es el arroyo El Gato y la obra que necesita la ciudad empieza en Ensenada porque es donde desemboca el río”, señaló Bruera. Hizo hincapié de esta forma sobre las obras que, en el 2007, una comisión investigadora de la Facultad de Ingeniería de la UNLP a cargo del ingeniero Pablo Romanazzi, había presentado al ejecutivo municipal. En dicho documento se rebela la necesidad de realizar las obras ya que una nueva inundación podría dejar el agua estancada en la ciudad. “En base a los estudios realizados se pudo constatar que el sistema actual de evacuación de excedentes pluviales en la cuenca del arroyo del Gato se presenta insuficiente aún para tormentas frecuentes de baja magnitud” relata el informe. Además plantea que esta insuficiencia generalizada se debe al “desarrollo urbano y la pavimentación que ha determinado un aumento del coeficiente de impermeabilidad de escorrentía de la cuenca”.
Esto se suma a que tres años más tarde, con el aval del nuevo Código de Ordenamiento Urbano impulsado por la intendencia, se permitió la construcción de edificios sin obras de infraestructura de desagües, facilitando además que en las zonas periféricas se loteen terrenos que son inundables y no cuentan con ningún tipo de servicio.
Sobre Bruera caen, desde el 9 de abril, dos denuncias. La primera realizada por el diputado nacional por el GEN, Gerardo Milman, quien acusa al mandatario platense de “desidia”, ya que no implementó una alerta temprana y escaseó la infraestructura. También se sumó una denuncia penal de un grupo de abogados y vecinos de la ciudad, encabezados por Martín Berasategui Ilundayn. En ella se imputa al intendente por “homicidio culposo” e “incumplimiento de deberes de funcionario público”.
Además, este lunes vecinos autoconvocados realizaron una masiva asamblea general de distintos barrios platenses y ONGs en Plaza Moreno, para seguir pidiendo el juicio político y la destitución de Bruera. También se sumó la consigna “Ni muertos ni desaparecidos, escondidos”, en relación a la polémica cifra de víctimas fatales que desde el oficialismo se difunde.