Por Laura Salomé Canteros @laurasalome desde Chapadmalal
Un femicidio mediático y la reflexión de las pibas y los pibes de una escuela de Villa Lugano. Cómo las violencias machistas es uno de los ejes en el Encuentro que reúne a más de 5000 jóvenes desde hace 15 años para extender la lucha por los Derechos Humanos.
Entre presentaciones y talleres, movimientos, colores y expresiones de los cuerpos; arte y política puestas para la acción, se está realizando en Chapadmalal la 15ª edición del Encuentro “Jóvenes y Memoria”, organizado por la Comisión Provincial por la Memoria. Un lugar, muchas temáticas y una misma lucha: sostener y alimentar de forma colectiva la nueva agenda de los Derechos Humanos.
“No callarás mis lamentos con brutalidad”, escribe la bandera que presenta una escuela. “Los hombres matan porque creen que las mujeres son suyas”, dicen las y los estudiantes que la habitan y llenan de vida y reflexiones. El pensar sujetas y sujetos libres para el cambio social, sin violencias machistas, uno de los ejes que más convoca a las y los jóvenes que interpelan a las sociedades con memoria.
Lugano: toda una escuela pone el cuerpo en memoria de Gabriela
“Nuestro primer trabajo sobre violencia de género fue sobre medios gráficos, respecto a los estereotipos y cómo se impone una cierta mirada sobre la mujer”, relató Silvia Rocca, docente y acompañante del grupo de estudiantes de la Escuela Nº 12 de Villa Lugano, CABA, “el año pasado presentamos acoso y este año nos llega de otra manera”, agregó. Además, Lara, Carolina, Barbara, Alejandro, Erik y Lorenzo se sentaron a charlar con Marcha y contaron de qué se trata “Rotas”, el audiovisual que presentaron en “Jóvenes y Memoria” y que acompañó la reflexión y la movilización de la escuela entera a partir de una historia de dolor en la composición de un rap que dice mucho más que los que las palabras pretenden.
“Rotas es la idea de que se rompe una y otra vez la imagen de la mujer, de que del victimario nunca se habla. Tiene que ver con la historia de Gabriela Villarroel, una joven que vivía a la vuelta de la escuela, que la mata el tío que es un oficial de la Prefectura Naval”, agregó Silvia, “cuando vi la imagen en la televisión dije `yo la conozco´, era ella”.
En la reflexión de quienes realizaron “Rotas”, el rol de los medios hegemónicos es fundamental para denunciar o bien sostener y multiplicar las violencias machistas, “Clarín seleccionó imágenes subidas de tono, justificando un supuesto enamoramiento” de Gabriela con su femicida, ampliaron. Néstor Quintana se encuentra detenido, confesó en agosto de este año ante operadores judiciales ser el autor de la desaparición y el ataque mortal sobre Gabriela que tenía 18 años.
En la Escuela Nº 12 de Lugano se realizaron talleres para sensibilizar sobre las violencias machistas y también se puso el cuerpo para salir a marchar por las calles, a pesar de que la familia de Gabriela no participó ya que estaba amenazada. Relatan las y los jóvenes que en debates previos decidieron “cómo mostrarlo de otra manera”, para que “la gente piense sobre las violencias” y mencionan lo difícil de contrarrestar la práctica de usar “la imagen de la mujer como objeto para el rating”. “La gente sale diciendo Ni Una Menos pero no se da cuenta de cómo alimentamos esto todos los días con el consumo”.
Relatan las y los jóvenes que en el femicidio de Gabriela Villarroel “quisieron justificar que la hayan matado” y “hasta dijeron que ella lo provocaba”, diciendo que el asesinato fue “por celos”. “Ese es el discurso de muchos”, agregaron. Sin embargo contaron que cuanto debatieron en las aulas sobre la problemática, el debate se terminaba cuando interpelaba que los violentos matan porque creen que las mujeres son suyas. Para ellas y ellos es importante marcar todo tipo de responsabilidades, tanto individuales como sociales, tanto de las escuelas como de la justicia para condenar a los violentos.
“Rotas” es un audiovisual donde las y los estudiantes de la 12 ponen el cuerpo, acompañado de un rap escrito por dos estudiantes y que pretende dejar de lado la naturalización de las violencias machistas. En su letra describen la importancia del empoderamiento feminista, del ideal de “una mujer que puede pararse” y frenar, acompañada con sus pares y toda una sociedad, desde el mensaje de WhatsApp fuera de lugar hasta la violencia que se convierte en física. “El rap lo escribimos para las mujeres”, cuentan.
El rap dice, y conmueve: “Valorate mujer / él nunca va a cambiar / esa vida que te lleva a un abismo oscuro / y no puedes salir / y no te deja partir / tu te quedas sin defensa / no creas en todo lo que dice la prensa (…). / No tienes la culpa / nada lo puede justificar / el no te puede tocar / no tiene derecho a golpearte / tu no arruines esta bella obra de arte. (…). Tú siempre vuelves diciendo que te arrepientes y no es asi / solo quieres jugar con ella / la tratas como si fuera tu muñeca / ella no es un juguete de carne y hueso”. Y termina “Ahora le hablo a ustedes que me escuchan / ¿saben por lo que luchan?”.
¿Por qué todos los héroes son varones?
Entre las instancias históricas que hacen al Encuentro Jóvenes y Memoria que se realiza hace 15 años, se dio ayer la charla que dio Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y presidente de la CPM. En la misma, llena de anécdotas y llamados a no perder las esperanzas ante la coyuntura del mundo, afirmó ante un auditorio lleno de pibes, pibas y profes, que no hay que dejar de “sonreírle a la vida”, a recuperar el valor de la comunidad, “encontrarse con el otro o la otra es encontrarse con uno mismo”. “No podemos vivir sin utopía”, agregó.
Pérez Esquivel habló de la importancia de la educación como “práctica de la libertad”, citando a Paulo Freire, y de cómo deben las y los jóvenes participar de la construcción de sentidos para la paz y de una democracia participativa a partir de la acción y del poder de la palabra como base para la igualdad en la diversidad de los pueblos.
“Tenemos que ser hombres y mujeres libres”, afirmó, “no esclavos de un sistema de dominación”, palabras que perfectamente se adaptan a las opresiones machistas. “Hoy nos encontramos en un mundo cargado de violencia”, agregó, pero “el despertar” y “la esperanza” comienzan cuando “los pueblos se organizan y resisten”. Dijo que no hay que tenerle miedo a la “revolución”, y afirmó que el cambio y la generación de vida y espacios de libertad se dará con “la indignación frente a las injusticias”. Y finalizó, “otro mundo es posible”.
Para finalizar contó una anécdota. En ocasión de un aniversario de un organismo internacional de Derechos Humanos hubo invitados varios Nobel de la Paz, y ante la pregunta sobre “¿quién es tu héroe?”, Pérez Esquivel respondió, “¿por qué todos los héroes son hombres?, mi heroína es mi abuela, una mujer de origen guaraní, una salvaje sabía, una mujer que entendía el origen profundo de la vida”.