Por Fernando Vicente Prieto, desde Caracas. La semana pasada, Caracas celebró su cumpleaños, el de Bolívar y el de Chávez con dos eventos marcados por el legado de estos líderes fundamentales: la Cumbre social de la CELAC y el VII Encuentro de Solidaridad con Cuba.
El 24 de julio es el día del nacimiento del primer Libertador: Simón Bolívar. El 28 de julio, el cumpleaños del segundo: Hugo Chávez. Entre estas dos fechas que recuerdan a los venezolanos más importantes de la historia americana, también se festeja el aniversario de Caracas, fundada el 25 de julio de 1567.
Pero además, el 5 de julio (de 1811) se firmó el Acta de Independencia de Venezuela y el 24 de julio (de 1823) se libró la batalla naval del Lago de Maracaibo, que consolidó la independencia respecto al imperio español. Y por si fuera poco, el 26 de julio de 1822 se realizó la Entrevista de Guayaquil, el encuentro entre Bolívar y José de San Martín, que selló la unidad de las fuerzas patriotas bajo el mando del caraqueño.
Por todo esto, el mes de julio es considerado “mes de Libertadores” para el pueblo bolivariano. ¿Y qué mejor modo de respetar a la historia -que no quede anclada en el ritual- que seguir produciéndola y celebrándola todos los días? Con esta impronta, además de los actos de conmemoración de las fechas, la última semana Caracas fue la anfitriona de dos nuevas muestras de la solidaridad bolivariana.
CELAC, contra el hambre y la pobreza
A iniciativa de Cuba, que desde enero está a cargo de la presidencia pro tempore del organismo, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) desarrolló el 22 y 23 de julio la I Reunión de Ministros y Autoridades de Desarrollo Social, con la participación de delegaciones oficiales de 33 países. El evento, que expresa la proyección política y social que pueden alcanzar los organismos de integración, tuvo como fin analizar las políticas públicas relacionadas con la salud, la educación y el modelo agro-alimentario.
El ministro del Poder Popular para la Juventud y vicepresidente para el área social de la República Bolivariana de Venezuela, Héctor Rodríguez, señaló en el acto de inauguración que la inversión social de los países que integran la CELAC tiene que aumentar. “Debemos exigirnos metas concretas, políticas públicas concretas”, señaló, criticando el dogma neoliberal: “Hay algunos que creen que es más importante la libertad de los mercados que la libertad de los pueblos. A ellos les decimos, trabajaremos por una América latina y el Caribe libre de hambre y de pobreza”.
En sintonía, la ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Margarita González, destacó que “las cifras nos siguen indicando que habitamos en la región más desigual del planeta y que a pesar de nuestros esfuerzos, la pobreza se extiende a 168 millones de personas y el hambre azota a más de 52 millones”.
Durante las dos jornadas de trabajo, las delegaciones abordaron distintas propuestas, alcanzando un consenso general en torno a plantearse políticas que den como resultado hambre y pobreza cero en el curso de la próxima década.
Según trascendió, quienes no mostraron afinidad con las propuestas mayoritarias fueron los integrantes de la representación oficial chilena, que intentaron por todos los medios bloquear cualquier solución que implique una mayor intervención pública.
En el cierre del encuentro, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, destacó como un valor a la diversidad política existente en la CELAC, pero no dejó de señalar que el rumbo que proponen los países del ALBA es el socialismo y la integración continental. “Una nueva civilización debe surgir de todos estos esfuerzos hermosos, del mestizaje latinoamericano y caribeño”, afirmó.
Al mismo tiempo que se desarrollaba la reunión de ministros y ministras, también en Caracas se reunía la Cumbre de Movimientos Sociales de la CELAC, con la participación de un centenar de organizaciones populares de todo el continente.
En los debates, que abordaron los mismos ejes temáticos que la reunión oficial, los delegados y delegadas de los movimientos expresaron su respeto y admiración por las políticas llevadas adelante por el país anfitrión, a partir del desarrollo de la Revolución Bolivariana.
En las mesas de trabajo, entre otros aspectos, se realizó una dura crítica al modelo agro-alimentario llevado adelante por muchos países en la región, basado en las cadenas de valor dominadas por las trasnacionales. Este es el caso de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con diferencias en muchas de sus políticas pero con un socio dominante en común en el modelo agropecuario: la corporación Monsanto y su paquete tecnológico, que incluye semilla transgénica, agrotóxicos en gran escala y en general, la pérdida de la soberanía alimentaria.
Solidaridad con la Revolución Cubana
Prácticamente las mismas delegaciones que participaron de la Cumbre de movimientos sociales continuaron en Caracas, para participar, junto a otras que arribaron después, en el VII Encuentro de Solidaridad con Cuba, que se realizó entre el 24 y el 27 de julio.
Durante estos días, centenares de personas rodearon de solidaridad a una importante delegación cubana, que contó con la presencia de familiares de los Cinco héroes cubanos detenidos en los EE.UU. -para quienes se clamó la libertad-; Aleida Guevara; Miguel Barnet; la vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ana María Mari Machado; la diputada y presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Kenia Serrano; el ex embajador en Venezuela, Germán Sánchez Otero y la creadora del programa de Alfabetización “Yo sí puedo”, Leonela Relis, entre muchas otras figuras.
Las actividades incluyeron mesas de debate, veladas culturales y visitas a obras de la Revolución Bolivariana. En el cierre, se realizó una movilización al Cuartel de la Montaña, donde se rindió homenaje a Hugo Chávez Frías y se esperó la llegada del domingo 28, cuando el Comandante hubiera cumplido 59 años.