Por Mario Hernández. Para clarificar temas vinculados a la economía de nuestro país, entrevistamos a Julio Gambina. En esta segunda parte nos habla sobre cómo avanza la integración política regional, los Estados Unidos y la importancia de discutir la ilegalidad de la deuda argentina.
-La semana pasada se llevó adelante la reunión del Mercosur en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, y allí ingresó Bolivia al mercado regional, ¿qué podés comentarnos de este hecho?
Esa es la única novedad que trae la reunión del Mercosur, la importancia de la incorporación de Bolivia que todavía no termina de ser plena porque hace falta que los Parlamentos brasileño y paraguayo terminen de aceptarlo. El compromiso es avanzar en ese sentido, por eso es que en esta reunión se dijo “Bolivia termina de ingresar al Mercosur”.
Es importante, porque Bolivia junto con Venezuela han intentado lo que se considera el proyecto de integración alternativa más importante que es el ALBA, que supone una cantidad de características diferenciadas al comercio tradicional entre potencias capitalistas que favorecen el libre comercio. Ahí uno puede pensar, además de la valoración política que pueda representar la incorporación de Bolivia ahora, o la de Venezuela antes, qué cuestiones se pueden desarrollar en el marco económico, y también que países como Brasil o Argentina, de mayor dimensión económica que Venezuela o Bolivia, puedan representar una influencia en las relaciones comerciales capitalistas respecto de estos países.
Pero creo que el dato más importante tiene que ver con las cuestiones políticas, con lo que representa el liderazgo de Evo Morales en las relaciones interamericanas y dicho esto, al mismo tiempo que ocurría la reunión del Mercosur, se anunció la sorpresa del restablecimiento de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Cuba que supone el comienzo del fin del bloqueo, un tema que tiene que decidirlo el Congreso estadounidense.
-Dominado por los Republicanos…
Absolutamente, pero no es menor que desde el Poder Ejecutivo estadounidense se tomen medidas que solo son entendibles en tanto y en cuanto Obama se está retirando del gobierno y para quedar en la historia tiene que hacer un gesto de esta magnitud. En mi opinión, contrario a lo que mucha prensa de derecha o lo que las clases dominantes sostienen, incluso algunos sectores de izquierda que consideran que Estados Unidos ha doblegado la política exterior cubana y ha sacado concesiones de Cuba, yo creo que es un triunfo de la política exterior cubana que logró entre otras cuestiones la liberación de los tres agentes antiterroristas, que estaban detenidos en Estados Unidos, a cambio de otros espías que Cuba tenía de Estados Unidos y favorece algunas relaciones que tendrán impacto económico en Cuba en unas condiciones económicas muy complejas.
Claro, es una negociación, y en una negociación hay beneficios y concesiones de ambas partes. Cuba en las difíciles condiciones de desarrollo económico en las que se encuentra ha tenido que generar algunas concesiones que van a permitir que entren capitales norteamericanos. Ahí está la discusión eterna de quién vence a quién, si las inversiones estadounidenses en Cuba tienen un carácter y un impacto en el desarrollo del consumismo, de una cultura del consumo y de alentar relaciones pro capitalistas, o si la llamada “batalla de ideas” que en su momento instaló Fidel Castro, puede contribuir a que Cuba intente defender su proyecto socialista en las nuevas condiciones de restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos.
-La baja de los precios de la soja y el petróleo, ¿le ponen límites al modelo extractivista como política de Estado?
No sé si le pone límites sino que ahora va a funcionar en condiciones muy distintas.
Sí, el problema es que la sojización y la mega minería a cielo abierto, tomando dos casos muy importantes, se han transformado ya en un fenómeno estructural. No es tan sencillo ahora para la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay desmontar los desarrollos productivos que han encarado, incluso con el precio en baja del petróleo YPF ha salido con declaraciones muy fuertes de que aun bajando el precio del petróleo los proyectos de inversión en hidrocarburos no convencionales continúan porque la exploración tiene un tiempo largo, hasta que se transforma en explotación pasa mucho tiempo, digamos que también hay una expectativa de los inversores en que sea un problema coyuntural, pero más allá de eso, en tiempos de precio en baja de los commodities se nos complica la situación estructural de la economía argentina y, los más perjudicados son obviamente los trabajadores, los peones rurales, los pequeños y medianos productores del campo y quienes nunca pierden son los que tienen la llave del negocio, es decir, el paquete tecnológico de la producción agraria; las transnacionales de la alimentación y la biotecnología y las grandes mega mineras que son las que manejan la explotación a cielo abierto en Argentina y ni hablar de las petroleras con el fracking.
Sobre la Comisión investigadora de la deuda externa en el Parlamento argentino
-¿Existe una campaña popular para suspender los pagos de la deuda externa? Contanos quién fue Alejandro Olmos y si es verdad que evalúan la posibilidad de realizar una conferencia internacional.
Así es, sería a 15 años del fallecimiento de Alejandro Olmos que fue el patriota que llevó a la justicia la denuncia de la deuda externa pública en tiempos de la dictadura y que motivó la conocida sentencia del Juez Ballesteros en junio del 2000. Olmos muere en abril y en junio aparece la sentencia que demuestra más de 500 casos de fraude y pese a eso esa sentencia pasó sin pena ni gloria. Mirá el lio que hubo este año por una sentencia de un juez estadounidense y hace 14 años hubo una sentencia de un juez argentino y no sucedió nada.
De alguna manera aquella deuda de tiempos de la dictadura es el pecado original de la deuda actual, con lo cual, hay niveles de investigación de la deuda Argentina que demuestran que es ilegítima, ilegal, impagable, odiosa y, por lo tanto, no debiera pagarse; en todo caso debiera investigarse y fíjate que en septiembre pasado se decidió armar una comisión investigadora en el Parlamento argentino. Y ni noticias.
-¿Pero existe cierta expectativa?
Si se aprobaba la ley aparecía por fin después de 30 años lo que muchos de nosotros veníamos pidiendo: una investigación. Pasaron tres meses de la aprobación y no hay Comisión investigadora (en el Congreso). En una reunión de la Asamblea popular por la suspensión de los pagos se decidió mandar una carta a todos los diputados, no solo los del oficialismo sino también a los de la oposición, para que puedan decir qué han hecho para hacer realidad ese proyecto.
Lo que nos estamos planteando, y ya hay acuerdo con el Comité de anulación de la deuda del Tercer Mundo que haría su asamblea latinoamericana en Buenos Aires en abril próximo, es generar una conferencia internacional para que se pueda analizar con opiniones desde Europa, África, Asia, América Latina y, por supuesto, sobre todo el caso argentino, en un año en el que puede recrudecer la cuestión del conflicto con los buitres, la sentencia con Estados Unidos, que no solo suponga un debate académico y teórico, sino que signifique un debate popular con acciones callejeras que involucre a la población en su conjunto para discutir un tema tan trascendente.
Y lo que queremos es que esa conferencia internacional sea el punto de partida de una campaña popular por una consulta que pueda desplegarse para que decenas de miles de militantes de organizaciones sociales y populares generen un debate con millones de personas en la Argentina para desentrañar una de las estafas más grandes que hay en nuestro país que es la de la deuda externa.
Y le decimos “estafa de la deuda” cuando en general hay una opinión gubernamental de que la Argentina es un fiel cumplidor de la deuda. Lo que estamos planteando es que la deuda es una estafa, en todo caso, las deudas hay que pagarlas, pero no las estafas. Y la deuda Argentina tiene en su origen un tema de ilegalidad muy serio.
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