Por Ayelén Pellizari, Camila Parodi y Pedro Medved desde Zapala, Neuquén / Foto por Camila Parodi
Relmu Ñamku, Mariano Rain y Martín Maliqueo fueron declarada/os no culpables y absueltos respectivamente en el juicio en el que se la y los acusó de “tentativa de homicidio” pretendiendo imponerles una pena de hasta 15 años de cárcel. Entre la algarabía, saben que la lucha sigue.
El jurado popular intercultural decidió declarar a Relmu Ñamku no culpable de las lesiones graves contra Verónica Pelayes, a Mauricio Rain no culpable por daños y a Martín Maliqueo, absuelto. En conversación con los abogados, estiman que la acusación por daños simples puede llegar a prescribir, porque ya pasaron tres años del hecho.
Tensa calma
En la jornada de hoy, 4 de noviembre, integrantes de la Comunidad Winkul Newen acompañadas/os por distintos movimientos y referentes de Derechos Humanos volvieron a encontrarse en el predio lindero a la “globa” donde se desarrolla el circo judicial, y mientras con solemnidad realizaron su saludo al nuevo día, el poder de las leyes se encargó de “entretener” a las y los presentes no mapuches con canciones de bandas tales como Los Pericos o Vilma Palma e Vampiros.
Lejos de la ingenuidad, estas maniobras se sostuvieron con la intención de menospreciar la instancia de criminalización y acrecentar la falta de respeto hacia la identidad mapuche; una cultura que se encuentra acusada por la justicia winka que, si bien se preocupó por poner su jurado intercultural tal como los tratados y leyes lo establecen, logró demostrar (a través de sus representantes y desde sus inicios) el racismo y la desigualdad con la que llevaron adelante la acusación y pretensión de condena en el nombre de Relmu, de la comunidad, y de todo pueblo que se reconoce distinto.
La presión política y el cambio de carátula
Tal como se lo había anunciado ayer, martes, otra instancia del juicio se llevaría a cabo el miércoles luego de que, por falta de tiempo, el jurado popular elegido para tomar la decisión sobre la causa no hubiera logrado ponerse de acuerdo tras deliberación para dictar sentencia como tribunal independiente, soberano y libre. Las acusaciones eran por “tentativa de homicidio” a Relmu Ñamku y de “daños agravados” a Martín Maliqueo y Mauricio Rain, de la Comunidad Winkul Newen de Neuquén
El martes durante la lectura de los alegatos, fiscalía, querella y defensa expusieron los argumentos de parte. Allí, luego de confirmar en sus discursos que ya no tenían cartas sobre el asunto las dos primeras partes decidieron recurrir a una nueva estrategia: la fiscalía cambió la carátula de la causa y acusó entonces a Relmu Ñamku por “lesiones graves” y a Mauricio Rain por “daños agravados”, absolviendo a Martín Maliqueo de cargos, mientras que la querella comunicó sus intenciones de mantener la acusación a Ñamku por haber “intentado no matar, sino de lesionar”.
Entonces, un nuevo panorama se tejió. Como las pruebas aportadas a lo largo de la semana de juicio por testigos y peritos no fueron lo suficientemente contundentes como para acusar a la procesada de tentativa de homicidio, la estrategia de cambio de carátula colocó una nueva dimensión en el debate, que no era el inicial. No obstante la defensa, conociendo la decisión política por la que se generaron estos cambios, no dio marcha atrás y en sus argumentos a cargo de Emanuel Roa volvió a contextualizar el porqué de la realización de este juicio, como así también las irregularidades con las que se instaló y el castigo previo por el que sus acusados tuvieron que atravesar, reenfocándolos como víctimas que recurrieron a la legítima defensa de sus derechos y territorios ante el avance de las empresas petroleras.
Un juicio que fue observado internacionalmente
No hubo casualidad ni arrepentimiento ante el cambio de carátula. Este juicio, que desde su principio fue difundido en soledad por las y los integrantes de la comunidad y por la misma Relmu Ñamku, quien le puso el cuerpo y participó de distintos encuentros y debates de movimientos sociales para instalar la problemática.
De repente se convirtió en un caso ejemplar observado internacionalmente por la injusticia que implicaba. Y fue en ese marco, que el juicio -que comenzó el lunes 26 de octubre con escaso acompañamiento político- fue generando la suficiente compañía y solidaridad de distintas organizaciones, sindicatos y personalidades de Derechos Humanos como Nora Cortinas, Adolfo Pérez Esquivel, Vanesa Orieta y Félix Díaz, impulsadas por aquellas que ya se encontraban acompañando el caso.
Tanto las acusaciones como las decisiones emitidas en la circense instalación propiciada por el tribunal de Zapala tuvieron de repente una fuerte repercusión política. Y fue por esto que la fiscalía y la querella revieron su accionar ante las desprolijidades con las que se venía desarrollando.
En nombre del pueblo
Luego de tres horas de deliberación por parte del jurado intercultural, la noticia se hizo llegar. Había culminado la instancia de debate de los doce integrantes del jurado y sin siquiera pedir intervención técnica se dispuso a informar lo decidido. Una vez allí, esperando la llegada del jurado con lo que sería su sentencia para los imputados, Martín Maliqueo acercó la bandera mapuche al recinto de la “globa” para reafirmar la presencia de su pueblo ante un escenario de (in)justicia racista rodeada por columnas de policías.
A partir de las 14.30 el jurado “arribó” a lo que sería para ellos la sentencia definitiva. La presidenta elegida por los integrantes del jurado asumió la palabra: “Nosotros, el jurado en nombre del pueblo, encontramos” ante la acusación a Relmu Ñamku por “lesiones graves y daños” hacia Verónica Pelayes “no culpable”… Los aplausos y gritos no se pudieron contener ni de un lado ni del otro de las finas lonas que separaban a quienes presenciaban el juicio de quienes lo escuchaban desde la esquina a través de la emisión especial de la Red de Medios Alternativos. Y continuó: “Se la encuentra culpable como autora de delito de daño simple conforme a la apreciación aportada por la fiscalía y la querella” en cuanto al daño realizado al vehículo de la demandante, ante las piedras arrojadas. Finalmente, la presidenta del jurado comunicó que a su vez encontraban a Mauricio Rain como “no culpable” de la acusación de “daños graves”.
Luego el Juez de instrucción, Jorge Criado, agradeció al jurado por la tarea desarrollada y preguntó a las partes si apelarían en los días siguientes. Mediante gestos, la querella asintió y la fiscal dio a entender que no. Allí Maliqueo, a quien también se le había confirmado su absolución, pidió la palabra y agradeció al jurado: “Es un momento histórico para mi pueblo, ya que se demuestra la inocencia ante una injusticia a la que fuimos sometidos”. Con esas palabras, los acompañantes de la denunciante Pelayes decidieron retirarse; sin embargo, Maliqueo continuó: “Exigimos a la fiscalía que pida disculpas”. Dio pie así a que la fiscal Taboada pidiera permiso para retirarse.
Lo más importante es que el pueblo habló
Una vez de pie, luego de que se retirase el jurado, los aplausos y abrazos volvieron a aparecer. Tratando de recobrar la voz, Relmu Ñamku expresó para los primeros medios allí presentes: “Hoy más que nunca vamos a seguir fortalecidos, defendiendo cada metro de nuestro territorio. No vamos a dar nunca ni un paso atrás”. En ese marco, se le preguntó por el mensaje que les daría a los pueblos originarios, a lo que contestó sonriendo: “A seguir la lucha, que es la única dignidad que tenemos como pueblo para seguir avanzando y recuperando nuestros territorios. Demostramos que el pueblo puede decidir y reconocer que nosotros éramos inocentes, y no aquellas causas que nos crearon acusándonos como los peores delincuentes”. En esa línea, anticipó: “Todo el tiempo sostuvimos que los verdaderos delincuentes, las empresas petroleras y el gobierno, no estaban aquí sentados. Pero nos vamos con la frente bien alta y a seguir luchando para la unión de los pueblos”. Al dejar atrás la carpa de los acusados Relmu, Martín y Mauricio fueron recibidos por sus hermanos y hermanas, quienes conmovidas gritaban su saludos de fuerza “Marichiweu”, más abrazos fueron a su encuentro mientras la multitud aún vigilada por los policías cantaban “el pueblo mapuche vive, la lucha sigue”.
Posteriormente, en diálogo con Marcha, Darío Kosovsky, abogado de la defensa, expresó: “El pueblo es sabio, mucho más sabio que los abogados, fiscales y los funcionarios judiciales. El pueblo escuchó, analizó, se sentó, debatió y tomó una decisión de sentido común”. Sin embargo, advirtió que continúan considerando que “Pelayes tiene su derecho a la reparación y nunca lo negamos, pero no a costa de más violencia al pueblo mapuche, es decir ni humillándolos ni poniéndolos de rodillas”. Allí, recordando su intervención en el alegato donde interpeló al jurado, agregó: “Tenían que permitir que tuvieran la posibilidad de justicia pero no de humillación”. Pero esto no termina aquí, y el abogado por así lo afirmó: “Vamos a impugnar la acusación de ‘daño simple’ que le dieron a Relmu y estamos seguros de que ese veredicto va a ser dado vuelta. Lo más importante es que el pueblo habló”.
Para finalizar la jornada, distintos representantes de comunidades saludaron y dieron sus bendiciones ante el veredicto positivo. Luego, la primera en tomar la palabra fue Relmu Ñamku, quien nuevamente reconoció al jurado que les dio la libertad por “entender la realidad de nuestros pueblos”, y en ese marco agradeció a su vez a quienes la acompañaron durante las jornadas de juicio: “Estos días, con sus presencias, demostramos la madurez que tenemos como pueblo” también servirá de mensaje para “la justicia winka que se dieron el lujo de hasta decirnos salvajes en el mismo juicio”.
Por su parte, Mauricio Rain, emocionado, agradeció a las y los presentes: “es gracias a ustedes que estamos libres” y advirtió que en cuanto al accionar de la fiscal Taboada deberá cumplir con “un costo político, y no sólo a nosotros sino también a todas las familias que han perdido sus hijos, y sus causas han sido cajoneadas por la fiscal, ya que según ella para los luchadores y los pobres no hay justicia”. Y para finalizar Martín Maliqueo agregó: “Con este circo la fiscal tenía el objetivo de callar la lucha e intimar al resto de las comunidades para que tengan miedo a las empresas, era claro el mensaje de hostigamiento que querían sembrar pero nuestro esfuerzo desarmó ese engaño”.