Cristina anunció ayer la creación de un Polo de desarrollo de la Industria Audiovisual en la Isla Demarchi, en la costanera porteña. Se trata un Polo que podrá impulsar tanto la industria cinematográfica como, más en general, la producción de contenidos audiovisuales.
Esta isla es un enorme área de 120 mil metros cuadrados delimitada por la avenida Dellepiane, la Reserva Ecológica, el Río de la Plata, la desembocadura del Riachuelo y la Dársena Sur, ubicada en el sur de Puerto Madero. Anteriormentela Isla Demarchi era sede de un enorme complejo industrial que incluía fábricas, astilleros, plantas químicas, silos y graneros.
La presidenta anunció que la propiedad del terreno, que actualmente pertenece a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (la ex ONABE), será transferida a la ANSES y será creada una sociedad anónima de la que el organismo provisional poseerá en un 99% sus acciones, mientras que el 1% restante estará en manos de la Secretaría de Comunicación. “Pero lo importante es que estamos impulsando esto para desarrolladores inmobiliarios privados, porque la Anses después tiene un plazo de 30 días para presentar las condiciones y va a hacer un concurso”, destacó Cristina explicando así el papel del capital privado en este emprendimiento. ¿Pero qué son los desarrolladores inmobiliarios? “Son constructoras, sí, obvio, yo les digo desarrolladores inmobiliarios porque por un lado pueden estar las constructoras y por otro los que fondeen para poder hacerlo. Porque hoy los business son complejos, exigen financiamiento y entonces estamos dando una gama para precisamente también dar instrumentos de ahorro a la gente que puede participar en el desarrollo de estas cuestiones”, aclaró. Más allá del marco sectorial, la medida también puede contextualizarse como un intento más por parte del Gobierno nacional por enfrentar la disminución de la actividad económica con propuestas de reactivación productiva, en este caso de la construcción.
Junto con este anuncio fueron dados a publicidad dos decretos referidos a la industria audiovisual. En primer lugar la mandataria anunció la firma del decreto 1527 que “eleva el monto máximo del subsidio para películas nacionales de 3 millones y medio a 5 millones y medio de pesos garantizando que la producción nacional compita en el mercado nacional y vayan al mercado internacional”. Esta inyección de subsidios, que puede ser entendida como una actualización en función de la inflación, intenta fortalecer a un sector que depende directamente del financiamiento estatal dado que el reducido mercado local con el que cuenta no da abasto para sostener la producción de películas que en algunos casos implican presupuestos muy elevados.
En segundo lugar fue firmado el decreto 1528 que posibilita a las “productoras de contenidos audiovisuales, digitales y cinematográficos”, ya sean de capitales “públicos, privados o mixtos” el lugar de “actividad productiva industrial”, para que puedan recibir los mismos beneficios que las otras ramas de la producción industrial. Cristina explicó que su gobierno tiene “la clara percepción del valor de industria, del valor generador de puestos de trabajo altamente calificados, de exportar contenidos culturales, que tiene nuestra industria cinematográfica con nuestros actores, directores, técnicos, todos, porque todos hacen una película, desde el que aparece actuando o el director, los que se llevan los premios y después los cámaras, los que llevan los cables, los sonidistas, las maquilladoras, los peinadores, todo el mundo, para que ustedes vean los miles y miles de puestos de trabajo que genera esta actividad.” Y al mismo tiempo dio cuenta del valor agregado que implica en la esfera cultural: “y si no cuéntenle a Hollywood en Estados Unidos, que no solamente ha hecho una industria sino ha generado una cultura cuasi universal de los valores. Lo que pretendemos es precisamente que nuestros valores, los argentinos, también tengan esa difusión.”
No quedó demasiado en claro la relación entre los anuncios del gobierno nacional con las regulaciones con las que actualmente ya cuenta esta industria en la Ciudad de Buenos Aires, que aplica hace tiempo una política de fomento mediante excepciones impositivas a canales de televisión y productoras presentes sobre todo en los barrio de Palermo y Chacarita. Además este sector también cuenta con el rótulo de actividad industrial en Buenos Aires desde que la Legislatura lo sancionó en septiembre del año pasado.
Distintas figuras del mundo del espectáculo estuvieron presentes en el acto en que se publicitaron las medidas. Nancy Dupláa, Antonio Gasalla, Soledad Silveyra, Juan Leyrado, Andrea del Boca, Susana Rinaldi, Guillermo Francella, Claudio Villarruel, Daniel Hadad, Gastón Portal, Sebastián Ortega y Pablo Echarri fueron algunos de los presentes.
Según Cristina actualmente nuestro país es el cuarto exportador mundial de contenidos audiovisuales y a juzgar por la enorme cantidad de estudiantes de cine existentes, que algunos especialistas calculan en alrededor de 16.000 (aproximadamente uno de cada cuatro estudiantes de cine en el mundo estaría en Argentina), la producción en este rubro podría crecer aún más. El desarrollo de las nuevas tecnologías, el lanzamiento de la televisión digital, las cuotas que prevé la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual para la producción nacional y el uso de contenidos audiovisuales en la educación a partir de la universalización de las computadoras personales, son algunas de las razones que según especialistas en el tema fortalecen las perspectivas para este sector. Sin embargo la distribución sigue siendo un problema para las películas nacionales, que muchas veces no son priorizadas por las salas de cine locales ni por el gusto de los espectadores masivos.
Argentina tiene una larga tradición cinematográfica que se remonta a los inicios del siglo veinte y que, alternando momentos de auge y periodos de crisis, logró salir de su último pico bajo a mediados de los años noventa y actualmente cuenta con una importante producción. De hecho se trata del único país latinoamericano en ganar dos veces un premio Oscar a la mejor película extranjera con “El secreto de sus ojos” y “La historia oficial”.