Hana Shalabi, presa palestina liberada luego de 43 días de huelga de hambre
Denuncias de organizaciones de derechos humanos revelan que los 1200 presos palestinos en huelga de hambre tienen prohibido recibir visitas de familiares y algunos están en celdas aisladas.
Tras una semana del inicio de la “batalla de los estómagos vacíos”, el gobierno israelí decidió tomar medidas para frenar la movilización pacífica de los detenidos.
Además de impedir la entrada de familiares y someter algunos a aislamiento, los agentes carcelarios sacaron las pertenencias de los prisioneros huelguistas, incluso la sal, el único alimento que ingieren, además de agua.
El 17 de abril se conmemoró el día del preso político palestino. Según la organización de derechos humanos palestina Addameer, cerca de 1200 presos iniciaron una huelga de hambre y otros 2300 ayunaron el 17. Éstos últimos anunciaron una “campaña de desobediencia” que se iniciará “en breve”.
El vocero del servicio penitenciario israelí, Sivan Weizman, confirmó la prohibición de las visitas y añadió que equipos electrónicos también fueron confiscados.
Según Amani Sarahna, abogada de la organización Club de los Prisioneros Palestinos, las autoridades israelíes hicieron largos allanamientos en las celdas de los huelguistas. “Todas las pertenencias fueron confiscadas, excepto las toallas y zapatos”, afirmó.
Actualmente, según la Addameer, hay 4.610 palestinos en las cárceles israelíes por motivos políticos, 322 de ellos en prisión administrativa, un procedimiento que, en la práctica, permite que el Estado de Israel mantenga a un individuo en la cárcel, sin presentar acusación ninguna, por un período de hasta seis meses. Sin embargo, la orden de detención puede ser renovada innumerables veces, sin que el preso o sus abogados sepan los motivos de su encarcelación, ya que Israel se reserva el derecho de mantener las acusaciones en secreto.
Algunos presos administrativos ya estaban en huelga de hambre antes del 17 de abril, como Bilal Diab y Thaer Halahleh, actualmente en el 50º día de ayuno. Los dos fueron transferidos al centro médico de la cárcel de Ramleh y, según informa la Addameer, la salud de ambos deteriora a cada día.
También fueron transferidos a Ramleh otros tres prisioneros administrativos, Hassan Safadi, Omar Abu Shalal y Jaafar Azzedine. Respectivamente, están en el 45º, 43º y 28º día de huelga de hambre.
El comienzo de la huelga coincidió con la liberación de Khader Adnan, que estuvo sin comer por 66 días. El 21 de febrero, Adnan hizo un acuerdo con las autoridades israelíes. El palestino acordó dejar la huelga, bajo la condición de que su detención no fuera renovada y que su liberación se diera 4 meses después del día de su prisión, el 18 de diciembre de 2011.
Después fue el turno de la palestina Hana Shalab, que mantuvo una huelga por 43 días. Tras negociaciones con Israel, aceptó interrumpir la protesta. Sin embargo, activistas acusan a Israel de haberla forzado a ir a Gaza después de su liberación. Shalabi tendrá que quedarse por tres años allí, y sólo después podrá volver a su ciudad, Jenin, en Cisjordania.