Por Francisco Longa
Todos los espacios político electorales que buscan ganar las elecciones atraviesan debates internos sobre los ejes de campaña y las candidaturas. En casi todos se repite el mismo dilema: ¿ir a internas o armar listas de unidad?
El Frente Renovador
Quienes no parecen tener una disputa interna, y se encaminan a una lista unificada son los y las integrantes del Frente Renovador (FR). Sergio Massa, su principal figura, es uno de los 35 diputados nacionales cuya banca vence en diciembre. Massa enfrenta un escenario paradójico: si hasta Cambiemos reconoce que la actual gestión es deficiente, e incluso un sector importante del peronismo también sostiene que no se puede hacer campaña bajo la bandera del ‘vamos a volver’, entonces a priori el que mejor posibilidades tendría para colocar un discurso alternativo a lo ‘viejo’ y a lo ‘actual’ sería el ex intendente de Tigre.
Si bien tiene un pasado por la gestión kirchnerista, Massa busca desde hace tiempo consolidar un discurso que perfore la polarización que presenta la ‘grieta’ entre macrismo y kirchnerismo. Entonces si en 2015 la sociedad votó un cambio, pero si ahora estaría viendo que los resultados de ese cambio no son deseables, es probable que Massa busque erigirse como la posibilidad de un cambio, pero de otro tipo. Pero para ello deberá calibrar el discurso en una sintonía opositora de lo actual, sin caer en la apología de la gestión pasada.
Una encuesta de Managment & Fit de marzo indica que, con CFK como candidata, Massa saldría segundo con cerca del 30% de los votos en la provincia de Buenos Aires. Un guarismo interesante que seguramente busque potenciar al asociarse con otra beneficiaria de la benevolencia de los medios de comunicación: Margarita Stolbizer. La única duda que aparece en el FR es si participará o no de la elección Malena Massa, que también viene teniendo un alto perfil público. Pero la opción de ir a internas parece lejana en un espacio que debe romper la polarización para lograr colocar a su ‘ancha avenida del medio’ como opción electoral.
Las grietas en la izquierda
También en el campo de la izquierda el horizonte parece ser el acuerdo político o la participación en internas. La principal fuerza electoral es el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) que ya cuenta con legisladoras/as en varias escalas parlamentarias. Pese a que todos los partidos que lo integran han declarado que armar una lista de unidad sería lo más provechoso, también es cierto que cada partido ha lanzado ya sus pre-candidatas/os, previendo un horizonte de disputa interna.
Ocurre que este Frente no está exento de muchas de las heterogeneidades que se ven en los otros espacios. Incluso en varios parlamentos el bloque FIT se ha roto y se ha posicionado en forma diferente en determinadas leyes, como el caso de la ley de cupo de género a la cual el Partido Obrero (PO) se opuso, pero el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) avaló.
En las últimas internas el candidato Nicolás del Caño del PTS le ganó la pulseada a Jorge Altamira del PO. Hoy el PTS plantea a Del Caño para competir en provincia de Buenos Aires y a Myriam Bregman para hacerlo en Capital Federal. Por su parte, el PO plantea que Néstor Pitrola compita en provincia y que Marcelo Ramal lo haga en capital. Más allá de quien logre imponerse en la muy probable interna, es para destacar que una encuesta de Analogías le asigna un 7,1% de intención de voto a Myriam Bregman; nada despreciable para una fuerza pequeña pero que también podría capitalizar un descontento con el escenario actual, de un electorado que no opte por retornar al kirchnerismo.
Con menos visibilidad en las encuestas, pero con algunos/as referentes conocidas/os como Vilma Ripoll o Alejandro Bodart, Izquierda al frente por el socialismo, integrado por el Nuevo Mas y el MST, también busca pelear el voto de la izquierda pero por fuera del FIT.
Finalmente, existen una serie de agrupamientos que vienen de la militancia en movimientos sociales, territoriales, sindicales, de género, culturales y estudiantiles, que comienzan a explorar el terreno electoral. Pueblo en Marcha, Izquierda Popular, Ahora Buenos Aires y Poder Popular, son algunas de estas expresiones. En estos agrupamientos la tensión está puesta en la forma en que se relacionan con la referencia electoral de izquierda actualmente, es decir el FIT, a la vez que marcan distancia respecto de los perfiles de una izquierda trotskista de la que siempre se sintieron distantes.
55 días y 500 quinientas noches
Como se advierte, la fecha del 24 de junio es un norte que todos los espacios político electorales miran con interés. El camino en todos los casos, con excepción del Frente Renovador, marca una disyuntiva entre las internas y la confección de listas de unidad. No obstante, más allá del cálculo electoral hay que considerar que 55 días es una eternidad en varios aspectos. Por un lado parece un trecho largo en el cual pueden seguir aflorando los ‘traidores’ y los ‘aliados’. Por otro lado la actual situación social presenta indicadores económicos fuertemente negativos, y enormes movilizaciones callejeras. En ese marco, la forma de dirimir los internismo seguramente estará condicionada por la agenda que marque la sociedad en las calles, más allá de lo que resuena dentro de los microclimas de los partidos políticos.
Nota relacionada: ¿Ir a internas o armar listas de unidad? (I)