Por Mara Oliveira. Varias internas del PRO colocan en el centro de disputa a sus principales dirigentes. Renuncias, amenazas, enojos y un robo que hizo rebalsar el vaso.
Faltan varios años, pero la pelea por suceder a Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires ya están de nuevo a flor de piel en los políticos amarillos. En 2011, antes de que Macri decidiera buscar su reelección, las diferencias entre Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta se hicieron públicas y cobró notoriedad. Hoy, la pelea es otra pero tiene, de fondo, el mismo debate. Los espacios de poder, las responsabilidades en la gestión porteña y la proyección 2015 ya generaron enojos y cruces.
Que Macri no puede ir por otro mandato en la Ciudad es una obviedad. Que, bajo la presión de todos sus aliados ya comenzó a desarrollar su plataforma para ser candidato a presidente, también. Lo que no estaba tan claro es que Gabriela Michetti iba a estar fuera del juego y que la interna entre los “posibles sucesores” generaría problemas en la gestión de la ciudad.
Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gabinete, María Eugenia Vidal, vicejefa de gobierno, Cristian Ritondo, vicepresidente primero dela Legislatura y Diego Santilli, ministro de ambiente y espacio público son los nombres que aparecen en danza al hablar del 2015.
Gabriela Michetti, luego de la primera presión para ser diputada nacional, ahora es “convocada” por el conjunto del PRO a ser candidata en 2013 en la provincia de Buenos Aires. En el Centro de Convenciones de Vicente López, al conformarse el primer Consejo Nacional del partido, varios de los dirigentes del PRO manifestaron la importancia de pensar a Michetti en la provincia en 2013.
Candidatos que afectan la gestión
La ausencia de varios dirigentes del PRO durante el temporal que afectó Buenos Aires no fue lo único que motivó enfrentamientos dentro del partido que dirige Macri. Con el jefe de gobierno de vacaciones en el sur, el jefe de gabinete en Miami y la ministra de desarrollo social en Punta del Este, la funcionaria con mayor responsabilidad en el gobierno porteño que no se había ido de vacaciones era la vicejefa de gobierno, María Eugenia Vidal.
Sin embargo, Vidal no fue vista públicamente en ninguna de las zonas afectadas por el temporal. Ni siquiera en Barracas, donde murió aplastado un niño de 14 años. Sin muchos argumentos para justificar la inacción del gobierno dela Ciudad, Vidal habló del trabajo en equipo y aseguró que no había necesidad de que los demás funcionarios regresaran de sus vacaciones.
Días después, el PRO tuvo que afrontar el segundo escándalo. No sólo no hubo dirigentes del PRO a quienes pedirles asistencia por el temporal, sino que el bloque oficialista decidió no dar quórum y un día cerró literalmente con llave la Legislatura porteña para impedir que avance la sesión en donde iban a citar a la ministra Carolina Stanley.
La decisión enfrentó internamente a María Eugenia Vidal (quien tiene más presencia en la Legislatura de la que muchos se imaginaron) y a Cristian Ritondo, hombre que, junto a Santilli articula la pata peronista del PRO y mantiene el control en varios barrios de la Ciudad a través de punteros políticos que le responden.
Santilli y Ritondo fueron dos de los dirigentes que firmaron la carta que apoyaba la candidatura de Duhalde a presidente, luego de que Macri se bajara de la pelea por la Nación.Tras esa carta, fue Larreta el encargado de plantear que era una definición personal de algunos y no una decisión del partido.
Las internas llevaron a que el PRO no baje a las sesiones. De las sietes que deberían haberse concretado desde la inauguración del período de sesiones ordinarias, sólo se realizaron tres.
Más malas noticias
El macrismo no sabía cómo reaccionar frente al temporal y decidió mantener el silencio. Luego de varios días, la primera aparición pública de Macri fue en un acto sobre la instalación de contenedores de basura y allí aprovechó para convocar a una audiencia, donde casi no podía ser repreguntado. Ayer, fue el turno de Horacio Rodríguez Larreta quien respondió visiblemente nervioso al ser consultado por el presunto robo de obras de arte por parte de un asesor del PRO.
Mateo Goretti está acusado en la justicia por el robo y tráfico de 58 piezas arqueológicas que fueron robadas a un museo cordobés. Goretti es un funcionario cercano al larretismo que además tiene un cargo en la fundación Pensar. La confusa respuesta en defensa del imputado por parte de Rodríguez Larreta también generó ruidos internos.
Si bien la pelea por la Ciudad recién comienza, la preocupación de Macri es que la realidad política no lo desborde.