Por Ezequiel Arauz. Ambos dirigentes sindicales clasistas fueron recordados al cierre de la primera de dos jornadas convocadas por el Encuentro Sindical Nuestra América.
“Sindicalismo de liberación” y “revolucionarios” fueron dos conceptos que se repitieron al recordar a quien fuera el principal referente de Luz y Fuerza en Córdoba y figura emblemática del clasismo en la Argentina, Agustín Tosco a 37 años de su muerte y en igual sentido, a Roberto Mandrik, importante dirigente del Sindicato de la Fruta en Río Negro y Neuquén. Fue al cierre de la primera jornada del seminario “La crisis mundial y su impacto sobre los trabajadores y sus organizaciones” y tuvo en el salón auditorio de la Asociación de Trabajadores del Estado.
El acto, encabezado por un panel coordinado por el presidente de la FISYP, Julio Gambina, contó con la presencia entre otros del propio hijo de Tosco, Héctor; el secretario adjunto de la CTA y secretario general de Luz y Fuerza Mar del Plata, José Rigane, por el adjunto de ATE nacional, Hugo Godoy, Luis Lualdi del PC de Bahía Blanca; Susana Colli (ADEMYS), Carla Rodríguez (MOI) y Carlos Chile de CTA Capital. Entre el público estuvo Taurino Atencio, quien formó parte de la conducción de Luz y Fuerza encabezada por Tosco.
Mandrik, clasismo en la Patagonia
En 1986, la lista celeste y blanca encabezada por Roberto Mandrik ganó la conducción del Sindicato de Obreros y Empacadores de la Fruta de Río Negro y Neuquén (SOEFRYN), que agrupaba entonces entre 15 mil y 17 mil obreros y por cantidad de afiliados e importancia de sector productivo era la organización sindical más importante de toda la Patagonia. Mandrik había sido delegado en los `70 y luego de estar detenido desaparecido retornó al sindicato para vertebrar una lista contra la conduccion burocratica. Apoyado en esa experiencia, la iniciativa del dirigente fue clave para el desarrollo de los congresos patagónicos, el último de los cuales reunió a 700 delegados del todo el sur, pavimentando en los hechos el camino para sumarse a el “grito de Burzaco” en 1991 y dar lugar al surgimiento primero del Congreso de Trabajadores Argentinos y luego la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) a nivel provincial y nacional, formando parte de la primera mesa provisoria de conducción.
Continuador de una corriente “nacional clasista” de esa manera lo definió Lualdi al “pelado” Mandrik durante el homenaje, y mencionó como sus influencias “a la CGT de los Argentinos, al programa de Huerta Grande y el modelo del Partido Comunista”. Al iniciar su discurso, el bahiense contextualizó la situación de las organizaciones populares y de trabajadores a mediados de los 80, mencionando entre otros hechos, el surgimiento de SUTEBA; el intento de crear un sindicato de las grandes obras públicas; de la presencia de Saúl Ubaldini al frente de la CGT, y del encuentro “Peronismo o Liberalismo” encabezado por Germán Abdala en Villa María, Córdoba, es decir, la puesta en debate del modelo sindical vigente, con las dirigencias y organizaciones “heredadas” de la dictadura y el surgimiento de nuevas expresiones sindicales durante los primeros años de democracia. “En ese marco, Mandrik se desarrolla como cuadro de la clase, y es parte indivisible de ese proceso” dijo.
Lualdi agregó que el dirigente de la fruta “no solo trabajaba para la resistencia y para enfrentar a la patronal de la fruta” sino que tenía clara la necesidad de “trascender la lucha sindical y aportar a la construcción de una herramienta política que construya la alternativa que la clase y el conjunto del pueblo necesitan”. Para finalizar el bahiense relató una anécdota del día de la muerte de sindicalista patagónico, ocurrida en el 4 de noviembre de 1992 en un extraño accidente de autos cuando viajaba junto a Juan Fuentes en la zona de Plottier y al que no pocos califican como asesinato. A la hora de reconocer el cadáver del sindicalista, la Policía no se explicaba como su mujer podía estar tan segura de que se trata de él, debido a la gran cantidad de heridas que había sufrido. Graciela explicó que lo hizo porque Mandrik “llevaba puesto el único par de zapatos que tenía”.
Tosco: unidad de clase
Para hablar del “Gringo”, Rigane aclaró que recordar su figura forma parte de una disputa, ya que no siempre ocupa “el lugar que debiera en nuestra historia” porque ha habido una decisión política de ocultarlo. En seguida, el marplatense expresó que el legado más notable del dirigente cordobés fue el “criterio de unidad” enmarcado en una propuesta de “liberación”. “Unidos como clase” aclaró. Luego, el secretario Adjunto de la CTA que encabeza Pablo Micheli hizo referencia a uno de los debates que atravesaba la época en que Tosco desarrollo su acción militante: la distinción entre “el sindicalismo participacionista y el sindicalismo de liberación”
Como consecuencia de ese escenario, Rigane marcó la actualidad de ese debate en la necesidad de tener organizaciones “que tengan a los trabajadores como sujetos de transformación” y dijo que, en línea con Tosco, más allá de la lucha por la reivindicaciones salariales y el mantenimiento de los puestos de trabajo, “un sindicalismo de liberación tiene que ocuparse de la política con mayúsculas, de la defensa de la soberanía, de la defensa de la patria, a un proceso de transformación de los lineamientos estructurales de la Argentina en manos de los grupos monopólicos”.
“¿Qué otra cosa que la respuestas organizada del movimiento social, del movimiento obrero organizado fue el Cordobazo?” dijo Rigane para concluir en la necesidad de “construir poder propio”. A su lado, Héctor, el hijo de Agustín, agradeció la realización del homenaje y tras valorar los actuales juicios contra los represores de la dictadura, recalcó que todavía hoy sigue habiendo dirigentes “colaboracionistas y obsecuentes con la oligarquía”. Luego, expresó que además de en la calle, “la lucha está en la cabeza de los trabajadores”.
Por su parte y entrevistado por Marcha, Atencio, que entre el año 73 y 74 fue parte del último concejo directivo de Luz y Fuerza Córdoba encabezado por Tosco, hasta la intervención militar, remarcó que Tosco insistía en cada una de sus intervenciones en la necesidad de la toma de conciencia y la organización. “La única manera de incorporar la necesidad de la liberación es si tenemos conciencia de quien es el responsable de la miseria y el dolor de la gente, cual es su naturaleza, que medios utiliza para sobarnos el lomo cuando lo necesita y para hacernos callar si es necesario” dijo.
Del encuentro del ESNA participaron trabajadores del transporte, de la construcción, del la enseñanza secundaria y universitaria y bancarios del Uruguay, organizados en el PIT CNT, más representaciones de Bolivia, Chile Uruguay y Alemania. A ellos se suman los locales de la FJA, FLATEC, MTL, Valijeros y Talabarteros (CGT), MOI, ADEMYS, ATE, CONTUA, FETERA, Bancarios, Jubilados, AGTPAC y SITECH.