Reseña del libro Historias de gallero es un libro editado por la Editorial El Colectivo en colaboración con el Colectivo de Presos Políticos Camilo Torres, ilustrado por Martin Malamud y prologado maravillosamente por Hernán Ouviña. Estas crónicas vieron la luz a finales de 2019.
Por: Omaira Pérez
La historias
Cuando hablamos de la historia de Colombia, el conflicto armado siempre será un punto fundamental a tratar. Se sabe la barbarie de las guerras y de las injusticias por las que ha tenido atravesar el pueblo colombiano, la desigualdad en relación a la distribución de la riqueza, la desidia de las clases conservadoras para ceder en sus privilegios, el problema de la distribución de la tierra, la violencia con la que se han asumido los conflictos, la traición a todo esfuerzo de paz, la reverencia de las élites y de la burguesía colombiana hacia los Estados Unidos, y en este último tiempo hemos conocido de los sistemáticos ataques y asesinatos a líderes y lideresas sociales como una forma histórica de silenciamiento a los pueblos que luchan.
Sin embargo cada palabra y testimonio que le ha sobrevivido a este conflicto son necesarias y urgentes para conocer la memoria de las resistencias de las personas, las comunidades e innumerables colectividades que en medio de tantas confrontaciones han sabido construir alternativas de poder que le hacen contrapeso a aquellos que han querido imponer a sangre y fuego su ambición y dominación.
Historias de gallero, una vida en el ELN, es una parte de esa historia de las resistencias, escrita desde el lugar de las insurgencias, desde el lado de quienes han decidido empuñar las armas para llevar adelante una idea de revolución y transformación para las clases populares.
Este libro no es panfleto, ni apología de la lucha armada. Es un testimonio literario bien contando de quien decidió irse para el monte y ha decidió militar desde clandestinidad. Este es el retrato de hombres y mujeres que continúan en las filas de la insurgencia, es el relato en primera persona de quien ha vivido el conflicto armado desde adentro, pero también es la mirada desde la primera línea de combate de quien se ha enfrentado con la muerte en los combates contra los paramilitares, de quien ha emprendido las mayores lecciones de vida al sol y al agua en largas caminatas por la selvas húmedas, los caminos destapados, las trochas, la veredas, por las montañas y ciudades de Colombia, compartiendo con cada campesino, protegiendo a los animales o encerrado en una cárcel.
En Colombia la realidad supera la imaginación y Antonio García, comandante del ELN y escritor de larga data, conoce muy bien esta premisa. Es él quien se encarga en este libro de poner en palabras lo que el gallero le contó, no es una autobiografía como se pudiera pensar, aunque sin duda podría serlo, es un relato colectivo de lo que él que ha escuchado, visto y vivido desde las trincheras, en el café, en la reuniones, en la soledad de las calurosas noches selváticas, en los fríos de los páramos o en la clandestinidad de las ciudades.
No es la primera vez que lo hace, anteriormente ya se había publicado: “¡Papá, son los muchachos!, Así nació el Ejército de Liberación Nacional en Colombia”, una forma de contarnos los orígenes del Ejército de Liberación Nacional, desde la vivencia del primer comandante de esa guerrilla Nicolás Rodríguez Bautista, quien desde los 14 años vio levantarse en Simacota los cimientos de la organización revolucionaria.
Este libro nos permite un acercamiento a la guerrilla por medio de la literatura, que no por ser arte se encuentra alejado de la realidad, es el modo más cercano, profundo y poético con el cual poderle contar a las y lxs lectores otra parte del conflicto, pero desde aquellxs que a diario pone la humanidad al pie del cañón.
Los personajes, la naturaleza
Lectores de estas líneas, un dato de color. Colombia no es solo un país bañado por dos mares, es un país diverso en el que se encuentran todos los ecosistemas, su característica geográfica más destacada nace en el sur del continente con la cordillera de los andes, que al llegar a Colombia se divide en tres grandes cordones montañosos a alturas de 2600 mts. Hasta los 5700 mts.
Desde su inicio, el libro nos adentra a ese mundo mezclado entre lo caribe y la cordillera, entre lo campesino y la cultura negra, lugares donde habitan por millares las historias más inimaginables de nuestro pueblos. Es el Macondo al cual tantas veces Gabriel García Márquez siempre hizo referencia, no solo en sus Cien años de soledad sino en su obra entera. El libro empieza entonces haciendo eco de estas historias tan llenas, de humildad y dignidad.
“Cuando mi tío Ismael regresó con las yucas, sus dos gallos
finos de pelea hervían en el fondo de la olla de mi abuela
dándole sabor a un sancocho. Estaba tan enojado que duró más
de una semana sin hablarle a nadie.”
El libro es una muestra del amor eficaz. Cada crónica permite entender la relación tan profunda entre la insurgencia, entre los habitantes de estas regiones y la naturaleza, elementos fundamentales han hecho de la lucha una comunión en defensa de la vida. Tener un libro de estos en nuestra mano, le permite entender al lector, que quienes hoy siguen alzados en armas, más allá de los moralismos, están batallando diariamente por defender la vida de los territorios y la dignidad de los pueblos a sangre y fuego.
Este es un viaje por Colombia por su flora y fauna, por medio del relato del Gallero; también es la descripción del compromiso de quien asume empuñar la armas, pues estas no se llegan a empuñar por caprichos ególatras o por ambición del poder, el compromiso de portar se define en la defensa a muerte en contra del sometimiento y el yugo para quienes hoy habitan territorios altamente codiciados por el capital.
La violencia de Colombia desde la primera línea de combate
A mediados de los 80 cuando las élites del país se aliaron con carteles del narcotráfico, se dio origen a los paramilitares, formas ejércitos de ultraderecha organizados para eliminar todxs aquellxs exigieran y defendieran sus derechos.
En el libro vemos cómo estas formas se instalaron, llegando a cada territorio que conciben como estratégico para usar sus recursos naturales y entregarlos a las burguesías. Pero su llegada no era pidiendo permiso, era masacrando pueblos enteros con la excusa de acusarlos por ser colaboradores de la guerrilla.
Siempre hemos sabido de estas historias, pero en el libro hay una cara distinta donde vemos a seres de carnes y hueso confrontando al pie del cañón las agresiones armadas:
“La orden para la guerrilla era no permitir que se afectara a
la población. Casi todos lograron sacar sus pertenencias y sus
animalitos. En esos esfuerzos comunes es donde se construyen
los sentimientos; hasta los niños salían cargando su gato, su
perrito y hasta el marrano; estos animales en las familias son
parte de ellas; pues por lo general son el regalo de la madrina,
el padrino, el tío o la tía. Los niños trataban de salvar lo que
su corazón les dictaba. Recuerdo a un niño de El Paraíso que
llegó maldiciendo a los paracos por haberle quemado el único
par de boticas que tenía, llegó donde estábamos con el pie
pelado.”
En otros momentos, la insurgencia le sirvió como escudo a las poblaciones para salvaguardar lo poco que les quedaba del desplazamiento y del horror. También es narrado desde adentro cómo se dieron las confrontaciones armadas, la formas como tuvieron que sacar a los paramilitares de las tierras, de las poblaciones
En pie de lucha
Este es un libro lleno de esperanza más que desasosiego. Es quitarnos de la cabeza millones de velos que mediáticamente se han instalado para llenarnos de miedo. Si el lector quiere despojarse de ellos, yo lo invito a leer el libro, porque esta no es una invitación a la lucha sino a caminar al lado de quienes llenan de sentido cada una de nuestras organizaciones. Lastimosamente en Colombia este caminar ha sido impedido de forma violenta por las armas de las élites; el libro es también una construcción que allana el camino.
En tiempos donde se ha incluido nuevamente al ELN en la lista de grupos de terroristas por no querer someterse al Estado oligárquico y mafioso, se hace urgente leer estas historias en parte para apartarnos de la lecturas de los violentólogos, que más que de herramientas nos llenan de sin sentidos. El libro es una forma de llenarnos de motivos para entender por qué estamos luchando y la importancia de seguir resistiendo al modelo en cualquier parte de Latinoamérica. Estas historias no son el reflejo de la Colombia que resiste sino de los múltiples ejemplos de resistencia, armados o no, que se vienen desarrollando en Latinoamérica.
No está todo perdido, aquí hay una resistencia caminando y este libro es una memoria de esas luchas. No trato de justificar al ELN en su actuar, sino de reconocer que son necesarias las lecturas insurgentes, porque en Colombia han sido un actor determinante de nuestra sociedad. Si la lucha armada no se hubiera configurado en Colombia que clase de colonia no hubiéramos sido hace varias décadas. Desde los levantamientos en los llanos orientales, pasando por Marquetalia y llegando a Simacota. ¿Cómo sería nuestro presente? Historias de gallero es un testimonio de lucha y compromiso de quienes hoy batallan en Colombia. Es el testimonio de la defensa de los territorios, son las voces de los que siguen resistiendo con las comunidades, es la resistencia contra el paramilitarismo y su proyecto de muerte, el acuerpamiento de la unidad entre organizaciones cuando de eliminar al enemigo se ha tratado, pero es el sentido del amor, la solidaridad, la firmeza, desde la visión de los y las guerrilleras que resisten y siguen construyendo una Colombia justa para un pueblo que tanto sufrimiento le ha tocado vivir.
Tener la libertad es volver a tener vida, porque lo que hay
en la cárcel no puede decirse que lo sea. Se acababa el suplicio
de la humillación y el menosprecio, ahora estaba con los
míos, con mi Organización, con el ELN que es puro pueblo.
El gallero
¿Quién es Gallero? Gallero puede ser cualquiera de nosotrxs pero también son las miles de elenas y elenos que se encuentran empuñando las armas en defensa de los pueblos que luchan, en relación permanente con las comunidades. Gallero hasta hace un mes era un ser humano de carne y hueso, miembro del ELN, quien siendo facilitador para los diálogos de paz, fue asesinado el 13 de mayo de este año en el Sur de Bolívar en la región del Magdalena Medio. [1]
No mataron a cualquier hombre, asesinaron a quien por más de 30 años dio la vida por un sueño, quien estuvo al servicio de la paz con justicia social y este último tiempo había estado al frente de la mediación de los diálogos con el gobierno, para hacer que los caminos de la guerra y la desigualdad en Colombia fuera menos estrechos para algún día abrazar la posibilidad de la paz con dignidad.
El gobierno nacional calculó con sevicia desarrollar un ataque militar y lo asesinó. Sin embargo, antes de su muerte Alejandro Montoya alcanzó a ver este libro sobre sus historias hecho realidad, gracias a la pluma de Antonio García, quien a su vez siendo comandante militar del ELN en sus pocos descansos asume la tarea de escribir desde su trinchera estas historias que esperamos tengan ustedes la fortuna de leer.
El libro puede ser adquirido a través de lxs compas de Editorial El Colectivo y también se encuentra liberado para que puedan adentrarse y disfrutar de estas líneas insurgentes hechas de humanidad: https://drive.google.com/file/d/1LejSdYvxXizci_60iWABIuhfY7FdwQ6g/view?usp=drivesdk
[1] Ver : https://eln-voces.net/alejandro-un-luchador-por-la-paz-y-los-cambios/