Por Dolores Liaudat. Marjorie Cuello, secretaria general de la Federación de estudiantes de la universidad de Valparaíso y militante de la Unión Nacional Estudiantil (UNE), dialogó con Marcha acerca de la situación estudiantil y política en Chile.
-¿Cuál es tu balance del proceso de lucha del año pasado y en qué estado se encuentra en la actualidad el movimiento estudiantil chileno?
Durante el año pasado el movimiento estudiantil fue uno de los movimientos más grandes de los últimos 20 años en Chile. Pero es importante destacar que este no fue espontáneo porque hay luchas estudiantiles que vienen desde hace muchos años: ya en los ‘90 hubo una movilización estudiantil muy grande, después en el 2001 con el mochilazo, en el 2004 contra el APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico) y en el 2006 con la revolución pingüina. Por esto todo ese descontento se vino acumulando.
El endeudamiento y la precarización de las familias por pagar la educación se venía acumulando desde hace mucho tiempo, no únicamente desde que está la derecha en el gobierno, es un proceso de más larga trayectoria. Un descontento acumulado que iba a explotar en cualquier minuto y eso fue lo que pasó en el 2011. Estuvimos mucho tiempo movilizados de manera muy masiva, muy ciudadana y logramos captar la atención de las grandes mayorías, de las grandes masas y, lamentablemente, no se logró lo que buscábamos ya que nos tocó un gobierno de derecha que hizo que chocarámos contra una pared durante todo el 2011.
Pero sí nosotros creemos que hubo victorias morales que son sumamente importantes para entender y proyectar el movimiento en el tiempo. Este año, durante el primer semestre, nos dedicamos mayormente a la movilización, a instalar nuestras propuestas, a estar en el debate público con el gobierno, con el ministro. Pero en este año tampoco se han logrado cuestiones concretas para nuestros compañeros y nosotros sabemos que no podemos vivir de victorias morales, también necesitamos victorias concretas que solucionen la calidad de vida de nuestros compañeros y que en el fondo apunten a una educación distinta. En el 2012 estamos tratando de reimpulsar la movilización y creemos que si en este año no ocurre, el próximo tiene que ser sí o sí de movilizaciones. Después de la maduración que hemos tenido en este semestre, donde se han discutido muchas cosas, hemos estado activos en eso, pero efectivamente no se ha logrado prender una movilización como la del 2011. Esperemos que el próximo año si se dé, si no es en este, ya que el nivel de sorpresa que nos trajo a la mayoría de las fuerzas políticas la movilización masiva del 2011, puede volver a repetirse ahora o el próximo año.
-¿Cómo viene siendo la articulación entre el movimiento universitario y el movimiento secundario?
Si bien hay diferencias de opinión de tácticas, hay disidencias políticas que no son menores, también entendemos que todos estamos por el mismo objetivo y cada uno de nosotros estamos aportando nuestro granito de arena en eso. Y hoy día, podemos decir que tanto universitarios como secundarios, estamos trabajando juntos y que proyectamos también un trabajo en conjunto de aquí a lo que quede para lograr nuestras demandas y eso es una cosa que no se había dado del 2006 hasta ahora.
-¿Qué propuesta de plan de lucha tienen esbozada desde ese espacio de articulación para lo que queda del año?
Principalmente estamos priorizando la articulación tanto con los profesores y con los trabajadores de las instituciones educativas, como con otros sectores de trabajadores. Ya que en eso reside un poco lo que entendemos como radicalización del movimiento: si bien hay que tener una radicalización en torno a las formas de lucha, las marchas, los paros, también creemos que la radicalización reside en ampliar la movilización hacia los sectores productivos. La radicalización del movimiento se da en tanto los sectores productivos se movilicen por las demandas del movimiento de la educación como de otras demandas que son adyacentes también como la salud, el trabajo y la vivienda.
-En octubre se llevaran a cabo las elecciones municipales en Chile. ¿Cómo crees que puede atravesar la coyuntura electoral al movimiento estudiantil?
Nosotros planteamos una crítica muy fuerte a la institucionalidad, los partidos tradicionales no están respondiendo a quienes los eligen, no están respondiendo a las demandas del pueblo y en eso creemos que hoy día lamentablemente no se ha conformado una gran alternativa que le pueda hacer frente al duopolio Concertación–Derecha, que en el fondo son dos derechas. Pero hoy día, las alternativas electorales, están muy disgregadas: hay muchas listas de izquierda independientes de la Concertación-Derecha, que en el fondo, tienden a dividir un poco la tendencia entre los votantes. Sin embargo, creo que hoy día como movimiento estudiantil, no podemos tomar una postura sobre si vamos apoyar a algún candidato, a alguna lista en particular, pero sí sabemos que ni la Derecha, ni la Concertación son una opción, y creemos que hay que construir una alternativa política al modelo. Porque las alternativas que se están construyendo son de oposición a la derecha, la Concertación y el PC tienen un pacto electoral y político que se presenta en ese sentido. Nosotros comprendemos esto como una táctica para conformar un gobierno de nuevo tipo, que es lo que ellos dicen. Sin embargo, están haciendo alianza con quienes profundizaron el modelo, por lo tanto, no es una oposición al modelo, sino a una expresión gubernamental de derecha, y nosotros consideramos que esa en este momento es una lectura y una postura errada y que hay que trabajar en una alternativa única de izquierda que le haga frente al modelo económico y no tanto a la derecha. Y en esa alternativa al modelo, si es necesario hacerle oposición a la misma oposición (la Concertación) también hay que hacerlo.
-¿Se ha avanzado en el camino de la construcción de esa alternativa popular, en la articulación de las diversas expresiones de izquierda y entre los sindicatos combativos?
Se ha avanzado en la articulación y en la vinculación con los sectores productivos, con los sindicatos de trabajadores y con organizaciones sociales que son también muy importantes, pero no se ha avanzado en la construcción del referente de alternativa. Sino que hoy hay muchos referentes distintos y opciones de izquierda como el Partido progresista, el PAIZ, el Partido Igualdad, que si bien se plantean como una alternativa, no van a lograr por sí solos los cambios que hoy necesitamos a la construcción en unidad. La vocación unitaria es el mayor aporte que puede hacer el movimiento estudiantil, pero más que este las organizaciones políticas que nacen en el proceso de lucha del seno del movimiento. Yo creo que el 2011 nos dejó algo muy rico en torno a organización y si bien nacen muchas organizaciones, esas organizaciones tenemos que encontrarnos en un proyecto futuro.