Silvina Gvirtz, renunció el pasado 9 de agosto a la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires. La senadora provincial Nora de Lucía será su sucesora en la cartera educativa boanerense. Otro capítulo de la interna de la Provincia y la Nación.
Nunca estuvieron cerca, dicen algunos rumores. Sin embargo, ella estuvo apretando los dientes de muchos trabajadores y trabajadoras de la educación durante nueve meses con políticas de ajuste y desatención de la educación pública. Ella, Silvina Gvirtz, es hoy la ex ministra de Educación de la provincia de Buenos Aires y en su carta de renuncia corrió por izquierda a Scioli, aunque parezca que el término “izquierda” se remite a lo literal del que se ubica al costado de la derecha.
Todo comenzó luego de la llegada de nuevos directivos a su cartera, cuando manifestó que a pesar de haber estado de acuerdo en formar parte de un “plan de austeridad que permitiera detectar situaciones en donde se pudiera producir ahorro” haciendo referencia en este sentido al sistema de otorgamiento de licencias en establecimientos educativos, no estaba de acuerdo en lo ideológico.
Los funcionarios que llegaron al Ministerio, el ex secretario general de la Gobernación Luciano di Gresia junto con quien era el director general de Administración de la jefatura de Gabinete provincial de Daniel Scioli, Walter Carbone -hoy secretario administrativo del área educativa- fue entendida como una jugada de intervención en la gestión de Gvritz por parte del jefe de ministros, Alberto Pérez. El equipo interventor tenía la tarea de controlar el presupuesto designado a educación. El Plan Integral de Presentismo, que tenía como meta reducir en un 5% la ausencia de docentes en los establecimientos escolares, es el que Gvirtz menciona en su carta con el objetivo de “mejorar” las condiciones de trabajo de los docentes y evitar así la “suspensión unilateral de las suplencias”.
En un cuestionamiento hacia las intervenciones que se realizaron en su Dirección, la ex ministra mencionó en su carta a Scioli que “la mayoría de los docentes trabaja y trabaja muy bien” -tal vez mencionar que lo hace la mayoría y no la totalidad pareció un comentario incitante al repudio, más que un halago hacia la tarea de los docentes como trabajadores de la educación- y agregó que “no se merecen ser la variable de ajuste”, enfocando el argumento en el mayor presupuesto asignado a la cartera en comparación con otras del gobierno bonaerense. Nos distancia una “diferencia ideológica” y no la “concepción de una política educativa”, reafirmó en una frase que para los docentes bonaerenses queda resonando en el eco de una disputa de poderes que se viene manifestando como en otros frentes del kirchnerismo vs sciolismo.
Retomando en fino algunos números, Educación se llevaba el 35% del presupuesto de la provincia según declaraciones de cifras oficiales. El 90% de estos recursos, están destinados al pago de sueldos de maestros, suplentes y auxiliares. En la provincia la planta docente se estima en los 330.000 trabajadores y trabajadoras.
Una puja que tiene como saldo a los trabajadores
La ex ministra -declarada kirchnerista- avivó más el fuego en el enfrentamiento de la presidenta con el ex vice, y comparó al gobierno de Daniel Scioli con los 90: “Que de un día para el otro le exijan un recorte, ajuste (o como se lo quiera llamar) al área de educación de una provincia, representa una época que la Argentina no debería volver a vivir nuevamente”, enfatizó. Y agregó como remate que “con la iniciativa del gobierno nacional, Argentina avanzó superando el 6% del PBI como inversión educativa. Las provincias no deberían retroceder. La dolorosa historia reciente y sus ajustes no deberían hacerse presentes nuevamente”.
Los gremios docentes bonaerenses ante la noticia sorpresiva de la renuncia y la preocupación por la posibilidad de “recortes”, se manifestaron en “estado de alerta y movilización”. En diálogo con Marcha, Enrique Gandolfo, Secretario Adjunto de SUTEBA Bahía Blanca, declaró en el marco de ajuste en la provincia de Buenos Aires que la renuncia se interpretó “como una pulseada en las alturas por todos conocida entre el gobernador y la presidenta” en donde los que quedan siempre “como rehenes somos los trabajadores de la educación”.
En julio de este año y tras una regresión por parte del gobernador de fraccionar en cuatro el pago del aguinaldo de todos los trabajadores del estado provincial, y como producto de la interna Nación/Provincia, llegaron los fondos para poner un paño frío a las amenazas de protestas sociales, sin embargo Gandolfo menciona que la época de ajuste comenzó precisamente en ese momento “cuando frente a la avanzada el conjunto de los trabajadores estatales pudimos demostrar nuestra capacidad de organización y movilizacion frenando y haciendo ver que no era cierto que no hubiese fondos, sino que vinieron de un lugar que hubiéramos preferido evitar”
Desde entonces, muchos de los reclamos de los trabajadores de diversos sectores como la salud, la educación, jubilados y trabajadores de la administración mencionaron que lo que no cambió fue la orientación política general -a la que hace mención Gvirtz en su carta- de cargar el costo del ajuste sobre estos sectores. “A tal punto no cambió que después de las vacaciones los comedores escolares estuvieron sin alimentos porque la otra parte de la salida fue pagar con bonos a los proveedores y como no quieren más bonos, dejaron de proveer alimentos” denuncia Gandolfo y que como resultado de la iniciativa de políticas excluyentes “el ajuste se traslada desde los trabajadores hacia los sectores más vulnerables de la sociedad quienes no tienen capacidad de resistencia a estas medidas”.
El indicador del alarmante giro de las políticas educativas que castigan a los docentes y a quienes tienen derecho a recibir educación gratuita en la Argentina fue la inclusión de un economista en su cartera. Como señala Gandolfo, “no tenemos buenos recuerdos de este tipo de intervenciones y es todo un signo, creo que los problemas de la educación los conocemos más profundamente quienes nos hemos pasado buena parte de la vida dedicados a la educación pública”