Por Camila Parodi / Foto: KaosenlaRed
Se multiplican en el continente las acciones de solidaridad con el pueblo y de denuncia contra el gobierno de Jimmy Morales en Guatemala tras el asesinato de las 43 niñas en el “Centro de Protección de menores Hogar Virgen de la Asunción”. La violencia sistemática como desencadenante del incendio.
El asesinato de las niñas guatemaltecas, encerradas en un hogar estatal que se hacía llamar de “protección de menores”, por parte de la política pública del Estado sigue conmoviendo. Eran 43 adolescentes y jóvenes que, luego de denunciar los abusos sexuales, físicos y psicológicos de maestros y cuidadores, decidieron protestar para acabar con tanta violencia. En ese contexto, la organización de la rabia no se hizo esperar, y en distintos países las embajadas guatemaltecas se llenaron de acciones en repudio a este hecho.
“Hay quienes dicen que el fuego fue provocado por ellas mismas, buscando visibilizar la violencia que sufrían cotidianamente, nosotras decimos que no fueron ellas las que lo provocaron, fue la violencia insoportable que vivían la que lo provocó, la que las empujó a incendiar esa realidad que tanto les dolía”, explicaba el documento realizado en Argentina con la adhesión de más de 50 organizaciones tanto del país como del continente.
A lo largo de estas semanas, la consigna se expandió “No fue el fuego, fue el Estado”. Y así se denuncia al Hogar Virgen de la Asunción como centro de tortura que se volvió hoguera y como una situación de violencia naturalizada se puso en evidencia. Según datos de la Secretaría de Bienestar Social de Guatemala, en noviembre de 2016 residían en la institución 748 niños, niñas y adolescentes, cuando la capacidad de la misma es para 400 personas, allí donde el maltrato era la forma de control del recinto.
Por eso, tanto en Guatemala como en todos los países denunciantes se decidió señalar al estado de Guatemala responsable ya que se encontraba en conocimiento de dichas condiciones. En esa línea también se señaló que esta forma de resolución de los conflictos en estos espacios, que deberían ser de protección para los niños y niñas, en realidad resultan de privación de la libertad. “Una situación que puede replicarse en muchos países”, explicaba el documento consensuado en Argentina: “240.000 niños, niñas y adolescentes, viven en instituciones devastadas en América Latina”.
“Fueron ejecutadas por el fuego de este Estado asesino que tiene, como ayer, la negligencia de negar su responsabilidad sobre este tipo de crímenes”, explicaron las mujeres organizadas de Guatemala en los Tribunales el 9 de marzo tras conocer la noticia. Y advirtieron, “vamos a seguir llegando, a exigir justicia, para que nos digan quienes son los asesinos, quienes cerraron las puertas y quienes no pidieron asistencia a las víctimas”.
“Feminicidio estatal, niñas calcinadas por la misoginia y la negligencia estatal y patriarcal que define los cuerpos de las niñas como propios”, “fue una rebelión por demanda de amor, salud y educación. Son niñas de varios departamentos, inclusive allí se resguardan niños y niñas de paises aledaños, todas provenientes de historias de pobreza brutal, muchas huyendo también de las maras”, afirmó Lorena Cabnal de la Red de sanadoras ancestrales del feminismo comunitario en Guatemala.
“Nos hemos unido para hacer una convocatoria feminista y territorial porque a todas y todos nos faltan 43 niñas, para unirnos y manifestarnos de las maneras que se pueda”, agregó, “este Estado patriarcal y colonial es el responsable. Con estas acciones estamos haciendo posible que se coloque como urgencia el freno a la violencia contra las mujeres porque estamos en una situación de grave riesgo, por eso es importante continuar acuerpando y trenzando, derivando las barreras impuestas de este modelo que somete y apropia nuestros cuerpos”, dijo Cabnal. “Es posible hermanarnos y revitalizarnos entre nosotras”.
Guatemala estado femicida
Al igual que en la jornada del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, y a la par de las acciones que se sucedieron en Canadá, el País Vasco, Venezuela, Honduras, México, Chile, Perú y Colombia, en Argentina también se reclamó por el feminicidio de las niñas centroamericanas tras el incendio y el encierro en el hogar en el que estaban alojadas.
En el mediodía de ayer, organizaciones sociales y de articulación continental -como el Frente Feminista y del ALBA en Argentina- entregaron en la sede de la Cancillería una carta de repudio dirigida a la titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra. En la misma se detallan las vulneraciones de derechos hacia las niñas, se denuncia “al gobierno de Jimmy Morales y al Estado guatemalteco como femicida” y se expresa “necesario que la masacre ocurrida el 8 de marzo en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción de Guatemala no quede impune”.
El 24 de marzo, día nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia y a 41 años del Golpe cívico- militar y eclesiástico en Argentina, integrantes de organizaciones sociales y de educación popular marcharon por las calles con una bandera que decía “Guatemala estado femicida”, dentro del bloque que reclamó por los derechos de las personas migrantes. Temática que llevó a organizar un Paro para el próximo jueves, 30 de marzo.
Frente a la Embajada de Guatemala en Buenos Aires también hubo acciones. Asímismo el pasado 18 de marzo se realizó una intervención de arte calejero en la calle Guatemala, donde a cada cartel se agregó la frase y denuncia “Estado femicida”, dialogando además con vecinas y vecinos del barrio metropolitano para visibilizar la historia de las niñas que murieron denunciando las violencias que las hacían víctimas.