Por Gabriela Munin
A más de dos mil años de historia, bajo los cimientos de la antigua Grecia donde se construyó la historia política de la civilización occidental, se ensaya la encrucijada más atroz en la que un país moderno occidental pueda encontrarse. Presionado por la troika (el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea -CE-), Grecia se debate entre rendirse a las exigencias de tirar todo por la borda o salir de la UE y desatar su economía del euro con implicancias inciertas para la CE.
Por estos días, Grecia se encuentra frente a la tensión política y económica más importante del continente europeo. El fin de semana anterior, el primer ministro Alexis Tsipras y su gabinete económico decidieron cerrar los bancos ante la negativa del FMI de aceptar un acuerdo más favorable a Grecia. El Estado griego llevó una propuesta que no fue aceptada por la troika, y la misma trato de imponerle los viejos y conocidos planes de achicamiento, reducción del gasto, aumento en la edad jubilatoria, pago de la deuda con el PBI comprometido en un 160%, etc.
La respuesta de la directora general del FMI, Christine Lagarde, fue rechazar este acuerdo y alertar que “a partir del 30 de junio, si Grecia no paga entrará en default”. Otra de las muchas razones del cierre de los bancos fue evitar la sangría de fuga de depósitos que estaba sucediendo previamente, al modo previo al corralito argentino.
En esas condiciones, el primer ministro se retiró de las negociaciones con la CE y decidió llamar a referéndum la decisión de ceder a las presiones de la troika. Este domingo, a pesar de los dichos en los medios por parte de diversas figuras políticas, finalmente ganó el OXI (no) con un 61%. Cabe aclarar que en el cierre de la campaña, Tsipras alentando el OXI se comprometió con su pueblo a acatar la decisión de la consulta, y que en caso de ganar el NAI (si) renunciaría a su cargo.
No obstante, a menos de un día de la consulta, se conoció la renuncia del ministro de Finanzas YanisVarutakis. Los líderes europeos de Alemania, Angela Merkel, de Francia, Françoise Hollande, y de España, Mariano Rajoi, se sentarán en las próximas horas nuevamente con el gobierno griego, aún sin saber qué resultará de la decisión negativa del pueblo griego.
La dignidad ha ganado contundentemente y vencido a las políticas neoliberales que impone la troika. Se verá en qué medida el gobierno griego resistirá con el poder otorgado por el ágora, una crisis que se pensó en principio como una crisis económica y que ha tenido la mejor respuesta la política.
Por estas horas, se supo que el hasta ayer viceministro de Asuntos Exteriores y Coordinador de Negocios Euclidis Tsakalotos asumió la cartera de Finanzas. Otras de las novedades de la hora reside en la reunión mantenida entre Tsipras con los líderes de los partidos políticos griegos, con excepción de los neonazis de Amanecer Dorado, y en medio de la misma la comunicación telefónica mantenida con Angela Merkel en la que se supo acordaron reunirse para debatir una nueva propuesta.
Además, trascendió que el presidente del Banco Central Europeo, Martín Shultz, reiteró la necesidad de un programa humanitario para Grecia, debido a la difícil situación por la que atraviesa. Lo difícil de creer es que las ayudas humanitarias se depositen realmente en los ciudadanos griegos, aunque no debemos subestimar la nueva posición lograda por parte del gobierno dado que ahora sus cartas se juegan con la legitimación y potencia del voto popular, que le dará mejores posibilidades para sentarse a negociar. Igualmente, aún no se sabe si los bancos reabrirán este jueves.
Crónica de la deuda
El primer paquete de ayuda financiera a Grecia fue aprobado por la Unión Europea y el FMI en mayo de 2010, año en el que se pusieron a disposición del gobierno griego 110.000 millones de euros para que honrara sus compromisos con sus acreedores, en su mayoría en ese momento bancos privados de la región.
En palabras de los premios nobeles Paul Krugman y Joseph Stiglitz, “esto sólo ha beneficiado a los bancos privados, y poco han hecho por sacar de la crisis al pueblo griego”. De hecho, se estima que la economía griega se ha reducido en un 25% desde el inicio de los programas de austeridad, lo que ha acentuado su dependencia en créditos externos.
El impacto de las medidas sobre el pueblo griego ha sido brutal: su tasa de desempleo llega al 26%, siendo la más alta de toda la Unión Europea, y entre los jóvenes ya supera el 60%. Ya son millones los ciudadanos que están viviendo bajo la línea de la pobreza. Así, Grecia es el primer país en entrar en mora con el FMI, aunque aún no ha sido declarado técnicamente en default.
La cuna de la polis
El surgimiento de la polis nació a partir de una estructura de ciudades estado que se había completado ya hacia la segunda mitad del siglo VII A.C. La polis fue el marco esencial donde se desarrolló y expandió la cuna del occidentalismo; en ellas se estructuraron las cuatro formas políticas tradicionales, la Monarquía (gobierno legítimo de un solo hombre, el rey); la Oligarquía (gobierno ejercido por unos pocos aristócratas que manejaban los asuntos de la ciudad); la Tiranía (gobierno de un solo hombre que toma el poder de forma violenta); y la Democracia (gobierno en manos de la mayoría de los ciudadanos, el demos que podía decidir sobre todos los asuntos importantes de la polis).
Socialmente, había tres grupos diferenciados: los ciudadanos, que debían ser atenienses polites, los únicos con plenos derechos; los metecos metóikos, sin derechos pero libres; y los esclavos doûlos, que estaban privados de libertad y sin ningún derecho.
Aristóteles destaca el carácter político de la polis como un conjunto de ciudadanos libres ejerciendo en común sus libertades públicas en un espacio común, el ágora, situado dentro de un recinto circular donde los elementos defensivos definen la separación entre la vida de la polis y el exterior.
Allí, en la antigüedad, tuvieron la experiencia de todas las formas políticas conocidas por el mundo occidental hasta nuestros tiempos, como decía Aristóteles en su obra Politeia, Atenas es la semilla que contiene toda la potencia del árbol.
Muchos de los que hemos estudiado algo sobre antigua Grecia, de alguna manera envidiamos la capacidad que tuvo ese antiguo pueblo para generar la más vasta cultura, la invención de la filosofía como forma de logos y ethos en las decisiones de la cosa pública. Ojala los dioses estén, otra vez, del lado del pueblo griego.
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