En esta entrevista con Marcha, Fernando “Chino” Navarro, diputado provincial y dirigente del Movimiento Evita, hace un repaso de la actual situación de la provincia de Buenos Aires. La relación entre Scioli y el gobierno nacional y la interna del Frente para la Victoria.
La provincia de Buenos Aires atraviesa una fuerte crisis económica. Ante esta situación, el gobernador Daniel Scioli decidió postergar el pago del aguinaldo de los empleados públicos y dividirlo en cuotas. La medida generó fuertes reclamos por parte de los trabajadores, que ya pararon en diversas actividades estatales. Este conflicto se vio agravado por la interna en el kirchnerismo, a partir del acercamiento de Scioli a la figura de Hugo Moyano, que la semana pasada fue reelecto secretario General de la Confederación General del Trabajo, mientras que el sector respaldado por el gobierno nacional, liderado por Antonio Caló, prepara su propio congreso para dentro dos meses.
Marcha le dio la palabra al diputado provincial por el Frente para la Victoria, Fernando “Chino” Navarro. El político y dirigente del Movimiento Evita comentó en qué estado se encuentra la interna de la provincia, ante los hechos sucedidos las últimas semanas.
¿Cuál es el desencadenante de la crisis en la provincia de Buenos Aires?
Con este tema se superponen varios planos o varias caras de la misma figura geométrica. El tema central es la gestión. En la provincia de Buenos Aires no tuvimos la predicción necesaria de acuerdo al presente año fiscal, y eso generó la necesidad de desdoblar el pago de aguinaldo en cuatro pagos y finalmente en dos. Y a partir de allí hubo una serie de resoluciones que se tomaron donde no se vio un rumbo fijo. Primero la Ley de emergencia, después que adherimos a la emergencia nacional, después resultó que estábamos adheridos, pagamos en cuatro pagos, después en tres y después en dos, no está mal, lo ideal hubiera sido pagar en uno.
¿Entonces, esto es sólo un problema de gestión?
Hay cuestiones de política no resueltas, y que estamos en esta mini crisis que creo que se va a resolver porque va a primar el sentido común, la racionalidad y la responsabilidad de abocarnos a los problemas que faltan resolver. Si no hubiese habido todo este problema de gestión, los matices políticos no hubiesen tomado tanto volumen. Es cierto que hay diferencias, el Frente para la Victoria siempre tuvo una composición multicolor, diversa, que generaba diferencias y matices en la provincia de Buenos Aires y en muchas provincias. En la época de Néstor también hubo diferencias, por ejemplo en el tema de inseguridad o justicia.
¿Cuál es su opinión sobre el perfil que ha tomado Scioli, de cara al 2015?
Me parece que la candidatura de Scioli es legítima y válida y tiene todo el derecho a plantearla. Lo que esperábamos al apoyarlo cuando fue electo gobernador es que visualizábamos que había muchas cosas por resolver y que las podía llevar adelante. El problema es que esa aspiración a ser candidato además te lleva a tener que priorizar el consenso con sectores enfrentados al gobierno nacional, como pueden ser Lavagna, Barrionuevo, De Narváez o el propio Moyano, ese accionar genera más ruido. Recuerdo un acto en enero o febrero en Mar del Plata, donde el jefe de Gabinete de Scioli dijo que el sciolismo no existe, lo que existe es un proyecto alineado con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Que hoy se vuelva a hablar de sciolismo después de hablar de esa candidatura, que hoy se vuelva a proponer y que quiera tener autonomía no es ni bueno ni malo. Lo ideal sería que siga trabajando y caminando junto al proyecto que comenzó en mayo del 2003. Esto también implica llevar adelante las políticas, las iniciativas y el espíritu que propusieron Néstor y Cristina
¿Hay un distanciamiento de Scioli respecto al proyecto del PFV?
El contexto actual demostró que el proyecto nacional lo compone una gran mayoría. Eso provoca una gran heterogeneidad. No hay homogeneidad en el peronismo, y por eso es bueno si se logra sintetizar. Apostamos a la acción de Cristina y a la acción del movimiento, que va a ir ordenando estas diferencias en la práctica. Lo que sí me sorprende es que el espacio que expresa Daniel Scioli es un espacio de no afrontar peleas, de buscar consensos. El peronismo que se expresa en el Kirchnerismo, y sectores que no son peronistas pero que están en el Kichnerismo, son sectores que hemos apostado muy fuerte al proyecto.
Ahora se le ha dado a muchos allegados a Scioli por pelear, pero en lugar de hacerlo con los grupos económicos, con los sectores de poder, se les ha dado por pelearse con Gabriel Mariotto porque da su opinión, porque expresa su posición. Uno puede estar más o menos de acuerdo, pero lo hace de frente a la sociedad. A mí me gustaría que el mismo fervor lo tuvieran para enfrentar a otros sectores que trabajan en contra de los intereses populares. Cuando algunos tratan de estigmatizarlo es porque es el símbolo que expresó la pelea en la ley de medios contra Clarín.
¿Qué papel juegan los medios en esta disputa?
Yendo a los medios masivos, no inventan la pelea, los matices existen. Yo creo que intentan magnificarla. Siempre están buscando el candidato alternativo para enfrentar a Néstor en su momento y ahora a Cristina. Seguro que hay una fuerte presión por el Grupo Clarín para empujar a Scioli ahora que van a tener que resolver con qué 24 señales de aire se van a quedar, de las más de 300 que tienen. Con ese esquema, por supuesto que al Grupo Clarín y a otros grupos económicos les interesa acorralar a Cristina Fernández de Kichner. Me parece que no hay que ser funcional a esa maniobra que realizan los grupos económicos.